La
finalidad de un sistema es la razón de su existencia. Existe un sistema
legislativo, por ejemplo, para estudiar los problemas que enfrentan los
ciudadanos y aprobar la legislación que los resuelva. El sistema de encendido
de un automóvil tiene el claro propósito de quemar el combustible para crear la
energía que emplean los demás sistemas del automóvil.
Para
alcanzar sus objetivos, los sistemas interaccionan con su medio ambiente, el
cual está formado por todos los objetos que se encuentran fuera de las
fronteras de los sistemas. Los sistemas que interactúan con su medio ambiente
(reciben entradas y producen salidas) se denominan sistemas abiertos. En
contraste, aquellos que no interactúan con su medio ambiente se conocen como
sistemas cerrados. Todos los sistemas actuales son abiertos. Es así como los
sistemas cerrados existen sólo como un concepto, aunque muy importante como se
verá más adelante.
El
elemento de control está relacionado con la naturaleza de los sistemas, sean
cerrados o abiertos. Los sistemas trabajan mejor -”se encuentran bajo control”-
cuando operan dentro de niveles de desempeño tolerables. Por ejemplo, las
personas trabajan mejor cuando su temperatura es de 37 grados centígrados.
Quizá una desviación de 37 a 37.5 grados no afecte en mucho su desempeño
aunque, en algunos casos, la diferencia puede ser notable. Una mayor
desviación, sin embargo, tal como una fiebre de 39.5 grados, desencadena un
cambio drástico en las funciones corporales. El sistema deja de funcionar y
permanece inactivo hasta que se corrija su condición. Si esta condición se prolonga
demasiado, los resultados pueden ser fatales para el sistema.
Este
ejemplo muestra además la importancia del control en los sistemas de todo tipo.
Todos los sistemas tienen niveles aceptables de desempeño, denominados
estándares y contra los que se comparan los niveles de desempeño actuales.
Siempre deben anotarse las actividades que se encuentran muy por encima o. por
debajo de los estándares para poder efectuar los ajustes necesarios. La
información proporcionada al comparar los resultados con los estándares junto
con el proceso de reportar las diferencias a los elementos de control recibe el
nombre de retroalimentación.
Para
resumir, los sistemas emplean un modelo de control básico consistente en:
1.
Un estándar para lograr un desempeño aceptable
2.
Un método para medir el desempeño actual
3.
Un medio para comparar el desempeño actual contra el estándar
4.
Un método de retroalimentación
Los
sistemas que pueden ajustar sus actividades para mantener niveles aceptables
continúan funcionando. Aquellos que no lo hacen, tarde o temprano dejan de
trabajar.
El
concepto de interacción con el medio ambiente, que es lo que caracteriza a los
sistemas abiertos, es esencial para el control. Recibir y evaluar la
retroalimentación, permite al sistema determinar qué tan bien está operando. Si
una empresa, por ejemplo, produce como salidas productos o servicios con un
precio elevado pero de baja calidad, entonces es probable que las personas
dejen de adquirirlos. En este caso, las figuras o gráficas de ventas bajas son
la retroalimentación que indica a la gerencia que es necesario efectuar
ajustes, tanto en la calidad de sus productos como la forma en la que éstos se
fabrican, para mejorar el desempeño, volver al camino y recobrar las
esperanzas.
En
contraste, los sistemas cerrados sostienen su nivel de operación siempre y
cuando posean información de control adecuada y no necesiten nada de su medio
ambiente. Dado que esta condición no puede sostenerse por mucho tiempo, la
realidad es que no existen sistemas cerrados. El concepto, sin embargo, es
importante porque ilustra un objetivo en el diseño de sistemas: construir
sistemas que necesiten la menor intervención del medio externo para mantener un
desempeño aceptable. Por consiguiente, la autorregulación y el propio ajuste son
objetivos de diseño en todos los ambientes de sistemas.
Los
componentes que forman un sistema pueden ser a su vez sistemas más pequeños; es
decir, los sistemas pueden estar formados por varios niveles de sistemas o
subsistemas. El cuerpo humano, por ejemplo, contiene subsistemas tales como los
sistemas respiratorio y circulatorio. Un automóvil tiene sistemas de
combustión, eléctricos y de control de emisiones. En general, en situaciones de
sistemas, es común tener varios niveles de sistemas interactuando entre sí.
Bibliografía
consultada:
Senn, James. Análisis y Diseño de Sistemas de Información, México, Mc. Graw Hill, México, 1992.
Senn, James. Análisis y Diseño de Sistemas de Información, México, Mc. Graw Hill, México, 1992.
Enlaces relacionados:
https://274sanievas.blogspot.com/2012/02/la-organizacion-como-sistema.html
https://274sanievas.blogspot.com/2012/05/las-organizaciones-como-sistemas.html
https://274sanievas.blogspot.com/2012/05/sistemas-y-procedimientos.html
https://274sanievas.blogspot.com/2012/09/principios-en-los-que-se-basan-los_14.html
https://274sanievas.blogspot.com/2012/09/caracteristicas-de-los-sistemas.html
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