De
acuerdo a un estudio del psicólogo social de la Universidad de Harvard, David
McClelland, las personas con las que nos asociamos de forma habitual
"determinan el 95 por ciento de nuestro éxito o fracaso en la vida",
esté artículo de Mariló Garcia Martín, en el diario El País de España, nos
acerca una mirada sobre el tema.
Leemos
en el artículo:
Seis tipos de
personas que es bueno tener cerca (y otros seis de los que es mejor alejarse)
Buscar
un grupo de referencia adecuado no solo nos hace más feliz sino que también
ayuda a alcanzar el éxito
Mariló
García Martín
Imagina
por un momento que eres J. R. R. Tolkien y acabas de esbozar la que será la
épica obra El señor de los anillos. Si tuvieras la oportunidad de confiarle tu
borrador a alguien, ¿a quién se lo mostrarías? El escritor británico no lo dudó
y compartió sus hobbits, elfos y enanos de la Tierra Media con sus colegas de
un pequeño grupo literario que había creado junto a C. S. Lewis, el autor de la
no menos fantasiosa Las crónicas de Narnia. Para Tolkien, "los
inklings", que era el nombre que le dieron a dicha asociación, venían a
ser lo que años después David McClelland llamaría "grupo de
referencia". Según la investigación de este psicólogo social de la
Universidad de Harvard, las personas con las que nos asociamos de forma
habitual "determinan el 95 por ciento de nuestro éxito o fracaso en la vida".
Es evidente que, más allá de su indudable talento, los comentarios y críticas
de "los inklings", su grupo de referencia, animarían al
perfeccionista Tolkien a finiquitar su obra magna. Podría decirse que parte del
mérito del mítico libro fue de sus colegas.
Ahora
párate a pensar en tu "grupo de referencia", ese que forma la gente
de tu entorno, la familia, el trabajo, los amigos… Esos individuos a los que
estás expuesto habitualmente dan forma a quien eres. Como dice el emprendedor
Ricardo Llamas Martínez, autor del libro Elígete a ti mismo y haz que funcione
(2015), "las personas con las que pasamos más tiempo determinan las
conversaciones que atraen nuestra atención […] Con el tiempo, empezamos a comer
lo que comen, a hablar como hablan, leer lo que leen, pensar lo que piensan,
ver lo que ven, tratar a la gente del mismo modo, incluso vestir igual que
ellos. Lo gracioso es que normalmente ignoramos que nos parecemos tanto".
¿Con
quién pasas más tiempo? ¿Quiénes son las personas que más admiras? McClelland
descubrió que los mismos individuos, teniendo los mismos antecedentes,
oportunidades y capacidades, haciendo las cosas del modo correcto, dependían
definitivamente de su "grupo de referencia". O lo que es lo mismo,
que si no eliges a las personas que te animen e impulsen, que sean un aliciente
en tu vida, lo más seguro es que fracases. ¿Y qué hay que hacer entonces? Según
el médico, emprendedor y conferenciante Sam Hazledine, "hay que elegir tu
propio grupo de referencia de forma consciente y no solo por proximidad. No es
algo común, pero tampoco es complicado". Para ello, te explicamos cómo
distinguir a la "gente tóxica", aquellas personas que hay que
mantener lo más lejos posible, y cómo invertir en aquellas otras que añaden
valor a tu vida.
Esforzarse en buscar
estas seis personas vale la pena
Que
no te compliquen la vida, que sean personas positivas, que tengan iniciativa,
asuman sus errores… Son cualidades que, en los otros, pueden multiplicar lo
bueno de nosotros mismos. "Hay que saber rodearse de gente motivada e
inspiradora, hará que aumente nuestro bienestar emocional, se incremente
nuestra capacidad de aprendizaje y vivamos un mayor crecimiento personal",
asegura Elena Cedillo, psicóloga clínica y cocreadora de People are not
Resources. Para Cedillo, así son los seis tipos de personas que más nos pueden
beneficiar.
Personas motivadas
Son
comprometidas y activas. Se proponen objetivos, perseveran, son entusiastas y
no se suelen dejar paralizar por los miedos. Son el espejo en el que deberían
reflejarse quienes se fustigan con cada error que cometen, pues las personas
motivadas tienen presente que una equivocación es una experiencia de
crecimiento y aprendizaje.
Personas inspiradoras
Han
tomado las riendas de su vida, han cambiado lo que no querían o han mostrado
una gran capacidad de superación respecto a circunstancias concretas. Tienen
una constante actitud de perseverancia, y creen en sí mismas y en sus
posibilidades. Las personas inspiradoras nos transmiten que no tenemos que
dejar de luchar, que nunca es tarde para crear propósitos y perseguir
objetivos.
Personas positivas
Nos
ayudan a percibir el lado bueno de las cosas, a asumir riesgos, a conseguir una
resolución satisfactoria de los problemas. Las personas positivas nos hacen
creer en nuestras posibilidades, a responsabilizarnos de nuestra vida y a
sonreír más. Y la sonrisa tiene un poder innegable.
Personas abiertas
Están
razonablemente libres de prejuicios, y siempre se muestran dispuestas a
escuchar diferentes criterios y opiniones, aunque no coincidan con sus puntos
de vista. Empatizan más con los demás y no tienen tanto miedo al cambio.
Aceptan mejor las críticas (y eso es muy importante porque su efecto es mucho
más potente que el de los halagos) y viven más despreocupados por lo que otros
piensen sobre ellos. Las personas abiertas nos aportarán mayor flexibilidad,
nos enseñarán a ser más dialogantes, a aceptar mejor las críticas y a mantener
un mayor equilibrio emocional.
Personas apasionadas
Viven
con entusiasmo, disfrutan cada momento e invierten tiempo en lo que realmente
les apasiona. Su alta motivación es un potente motor. Las personas apasionadas
nos enseñan una gran lección: "si encuentras tu verdadera pasión, jamás va
a faltar motivación".
Personas
agradecidas
Las
personas solemos centrarnos más en los aspectos que no tenemos satisfechos en
vez de colocar el foco en las cosas buenas que nos ocurren constantemente.
Potenciar la gratitud o estar con personas agradecidas incrementará nuestro
bienestar emocional, nos situará en nuestro presente y nos alejará de la queja
inútil.
Cuidado con estos
tipos de personas, no aportan nada bueno
Ya
lo decía Bernardo Stamateas en su superventas Gente tóxica: hay que evitar a
las personas que te compliquen la vida, que abusan si no se les ponen límites,
"vampiros emocionales" que se sienten bien destruyendo, en vez de
aportando. "En toda organización hay una 'manzana podrida' que podrá, en
algún momento, afectar con su comportamiento a los buenos trabajadores y en
consecuencia, a toda la empresa", afirma Valeria Sabater, psicóloga social
y experta en neurocreatividad. Para ella, así son los seis tipos de personas
que debemos intentar evitar.
Personas que se
quejan
Quienes
viven en la espiral de la queja constante tienen un problema para cada
solución, y hacer de la queja su estilo de vida suele conllevar crear cautivos:
nos buscan para desahogarse o para convertirnos en el motivo de sus quejas. Lo
mejor es hacerles ver que con su comportamiento derrotista no solucionan ni
ganan nada. Si no cambian no debemos contagiarnos de su actitud, ni dar valor a
sus comentarios negativos.
Personas envidiosas
En
el momento en que alguien experimenta la envidia se percibe como inferior o
como perdedor, y eso no solo genera frustración, también produce algo muy
peligroso que es la rabia. De hecho, hasta eso que llamamos "envidia
sana" esconde el deseo de algo que no se posee y esto puede dar forma a
situaciones incómodas, en las que se pierde la confianza en nuestras
relaciones. Siempre será mejor la admiración que la envidia. Quien te envidia,
ni te quiere ni te respeta.
Personas que
cotillean
Están
siempre más preocupadas por lo que hacen los demás que por responsabilizarse de
sí mismas. Tienen un tipo de personalidad que es muy dañina en un entorno
laboral porque intoxica el ambiente, crea problemas donde no los hay y
dificulta la productividad; no hay que caer en su juego. El chisme muere cuando
llega al oído inteligente que opta por detener ese rumor o cotilleo. Este tipo
de persona disfruta entrando en estos juegos porque adquiere poder, así que lo
mejor es no dar valor ni al chisme ni aún menos al chismoso.
Personas que se
sienten culpables
Usan
el victimismo como estrategia manipuladora, un detalle que hay que tener en
cuenta porque puede ser un arma de doble filo. Al mostrarse deprimidos (los hay
que lo están y no se nota) y arrastrando sobre sus espaldas el peso de la
culpa, están usando en realidad una afilada manipulación emocional. Son
personas que siempre están pidiendo perdón y que suelen mostrarse sumisas para
obtener beneficios.
Personas agresivas
Carecen
de empatía, son autoritarias, usan la comunicación violenta y priorizan en
exclusiva sus necesidades y derechos. Convivir con este tipo de personalidad
puede erosionar gravemente nuestra autoestima, y no podemos dejar de lado que
estamos ante un tipo de maltrato. Lo mejor en estos casos es poner distancia.
Convivir con alguien agresivo, ya sea en el ámbito familiar o laboral, deja
serias secuelas a todos los niveles.
Personas psicópatas
Hay
un dato interesante: las personas con comportamientos psicopáticos tienen mayor
probabilidad de optar a puestos directivos o de poder. La explicación está en
que su personalidad agresiva, su falta de empatía o la habilidad para manipular
usando su encanto para obtener objetivos son características demandadas en
determinadas categorías laborales. Este tipo de perfil suele sortear la
legalidad o lo permisible para obtener beneficios. Ante el psicópata lo mejor
es marcar límites, dejar claras las consecuencias de sus actos y sobre todo, no
ceder nunca.
Páginas
consultadas:
https://elpais.com/elpais/2019/09/04/buenavida/1567583504_785506.html?por=mosaico
Enlaces relacionados:
https://274sanievas.blogspot.com/2019/01/para-reflexionar-personas-que-debes.html
https://elpais.com/elpais/2019/09/04/buenavida/1567583504_785506.html?por=mosaico
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