Carles
Ramió sigue profundizando, desde su blog, la problemática de la irrupción de la
inteligencia artificial y la robótica en la administración pública (española) y
su posible impacto. Este es un artículo publicado en El Blog del EsPúblico, que
nos invita a reflexionar sobre el tema.
Principios
del empleo público del futuro ante los retos tecnológicos
Para
intentar dictaminar el futuro sistema del empleo público lo primero que hay que
fijar es un conjunto de elementos conceptuales a modo de ordenación del modelo.
Estos principios podrían ser:
1.
Estar totalmente abiertos a la introducción de la inteligencia artificial y de
la robótica. Resistencia cero es condición imprescindible para hacer sostenible
en el futuro el sistema público. Intentar ser proactivos en esta materia y
ansiar en buscar de manera activa los nuevos ámbitos susceptibles de ser
robotizados. El sueño sería una Administración pública líder e innovadora en la
introducción de la inteligencia artificial.
2.
La robotización pública no tiene que ser a nivel instrumental muy distinta a la
robotización privada. Pero a nivel conceptual y estratégico hay que partir del
principio que son radicalmente diferentes. La robotización pública debe
canalizarse mediante unos claros valores públicos y con una intensa y robusta
implicación con los elementos de la ética pública. El sueño sería que una parte
de los elementos de la ética pública aplicadas a las nuevas tecnologías sean
transferidos al sector privado por la vía de la imitación o emulación o, en
algunos casos, por la vía de la regulación e imposición.
3.
Asumir con total naturalidad que los robots y los humanos van a compartir el
trabajo, van a laborar juntos. Esto en principio, no debería ser tan difícil ya
que máquinas y personas llevan centurias conviviendo juntos. Pero esta
cohabitación se va a complicar con la inteligencia artificial (máquinas que
toman decisiones) y con robots humanoides que van a compartir tareas con las
personas. Hay que hacer toda una labor de formación para que esta convivencia
no solo que sea pacífica, sino que genere también sinergias. La innovación real
va a residir en las sinergias entre personas y robots. Los potenciales
problemas y conflictos son múltiples: ¿cómo se sentirá un empleado público que
domina una materia cuando un dispositivo de inteligencia artificial tome una
decisión contraria a su criterio profesional? Los robots humanoides serán muy
eficaces y tendrán capacidades afectivas e incluso seductoras; en cambio, las
relaciones interpersonales son más subjetivas y más conflictivas ¿algunos
empleados públicos podrían sentirse más cómodos trabajando con robots rechazar
trabajos cooperativos con otras personas?
Curiosamente un nuevo problema que pueda aparecer es el contrario al que
ahora se pronostica: que a los empleados públicos humanos les cueste más
trabajar con otras personas que laborar con los robots.
4.
Los empleados públicos robots van a reemplazar a los empleados públicos humanos
en todas aquellas actividades que puedan asumir gracias al desarrollo de la
tecnología. Por tanto, la variable independiente es el nivel de desarrollo e
innovación que aporte la tecnología y en función de ella los empleados públicos
humanos va a quedar liberados de las tareas robotizadas y van a pasar a asumir
otras diferentes o nuevas. En principio, esta dinámica va a ser positiva ya que
va a liberar a los empleados humanos de las tareas más tediosas, repetitivas y
que no aportan un gran valor. Quien más y quien menos sueña con no tener que
tramitar expedientes burocráticos, ni atender directamente a los ciudadanos, etc.
Pero más complicada va ser este proceso de sustitución cuando los robots se
vayan apropiado de actividades que aportan valor añadido como la toma de
decisiones, la planificación o la evaluación. El problema aparecerá cuando los
robots dispongan de un sistema de aprendizaje profundo que les dará total
autonomía (Vidal, 2018b). Hay, por tanto, que cambiar la cultura conservadora y
acomodada que propicia la resistencia al cambio. En este proceso de
transformación radical las estrategias de resistencia al cambio y los “luditas”
(profesionales que se resisten a la suplantación de su trabajo por las
máquinas) no tienen ninguna capacidad para alterar los cambios. Es mucho mejor
concentrar todas las energías en adaptarse y pensar y diseñar nuevos puestos de
trabajo que aporten valor añadido.
5.
Habrá que abordar con solvencia los nuevos puestos profesionales vinculados a
la inteligencia artificial y a la robótica. Puestos de ingenieros y
programadores, etc. Pero el gran yacimiento profesional público y privado del
futuro va a radicar en los entrenadores o docentes de robots. Es decir, los
profesionales que contribuyan a que los robots vayan aprendiendo. Los
entrenadores o docentes de robots deberán pertenecer a distintas disciplinas
tanto técnicas, como de ciencias sociales como de humanidades. Y deberán
dominar las técnicas docentes destinadas a los robots.
Páginas
consultadas:
https://www.administracionpublica.com/principios-del-empleo-publico-del-futuro-ante-los-retos-tecnologicos/
Enlaces relacionados:
https://274sanievas.blogspot.com/2019/07/huellas-cinco-perfiles-de-futuros.html
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