La periodista Carla Quiroga, en el diario La
Nación, nos presenta las consideraciones que Tel Ben Shahar, un gurú de
Harvard, comentara en un ciclo de conferencias que viene desarrollándose en
Madrid – South Summit- para vivir más feliz sin dejar de trabajar. Ésta como otras
conferencias nos hacen reflexionar sobre la complejidad que representa la “nueva
vejez” en la sociedad actual y sus implicancias: la motivación de sentirse joven a pesar de la edad, la necesidad de seguir
trabajando más allá de la edad jubilatoria, viene de la mano de los
insuficientes ingresos que la jubilación, sea pública o privada, le brinda a su
beneficiario, la comprobación que al momento de jubilarse una persona puede ser
todavía útil en su labor diaria por su experiencia y dedicación, el avance de
la medicina que hace que la expectativa de vida aumente año tras año, y que nos
brindan desde una mirada individual y placentera, una solución a un problema
que preocupa a muchos.
Leemos en el artículo:
Los cinco consejos de un gurú de Harvard para vivir más feliz sin dejar
de trabajar
Carla Quiroga
MADRID.-
Tal Ben Shahar, profesor de psicología positiva y liderazgo en la Universidad
de Harvard, autor de los best sellers "Happier" y "Being
Happy", publicaciones traducidas en 25 idiomas, participó de EnlightED, la
conferencia mundial que reúne a expertos mundiales en educación, tecnología e
innovación para promover el debate sobre la educación en la era digital.
El
evento organizado por la Fundación Telefónica, IE University, y la Fundación
Santillana - y que es parte de la sexta edición del South Summit- se desarrolla
en Madrid y en esta edición lleva reunidos más de 20.000 asistentes. Durante su
disertación titulada "Cómo la psicología positiva puede maximizar tu
impacto en un mundo desafiante", el también CEO de Happiness Studies
Academy dio cinco consejos para lograr una vida más plena.
1. Tomarse un
descanso de entre 10 y 15 minutos cada dos horas
Shahar
explicó que una de las principales razones por las que hoy la sociedad vive más
estresada que hace veinte años atrás es que tiene menos tiempo para
recuperarse. "Esto sucede porque vivimos conectados", analizó y
enfatizó que quienes se toman breaks cortos para realizar una actividad que
desconecte son personas que viven más felices y como consecuencia son más
productivas. "Puede ser desde dar una vuelta a la manzana hasta meditar,
salir a tomar fresco. El problema no es el stress sino la falta de
recuperación. Hay que dedicar tiempo a re-energizar la vida ", detalló.
2. Empezar con
pequeños cambios pero constantes
Para
quienes no puedan tomarse los 10 o 15 minutos, recomienda arrancar con 30
segundos y durante ese tiempo tomar tres inhalaciones y tres exhalaciones. Ese
fue el consejo que dio cuando asesoró a una compañía que operaba en la bolsa y
en la que empleados no "podían" dejar de mirar 15 minutos las
pantallas. "Aun con ese pequeño cambio pudieron bajar el nivel de stress.
Era una organización de la que la gente se iba, renunciaba o se enfermaba. Y
lograron cambiarlo", recuerda.
En
ese caso, la clave fue la constancia. Aclaró que si bien ir a cursos y leer
libros sobre el tema del manejo del stress nutre, la clave es preguntarse cada
lunes "qué estoy haciendo de manera diferente para vivir mejor".
3. Permitirse ser
humanos
En
otras palabras, sacarse el traje de Superman y de mujer maravilla. "En
hechos concretos, la gente tiene que hablar de sus emociones, y si se apaga un
poco permitírselo", relató. En términos prácticos, recomienda tomarse un
día libre sin obligaciones y no combinar viajes de vacaciones con trabajo.
Reconoció que este consejo es difícil de aplicar para los perfiles muy
comprometidos o workaholics, pero enfatizó en que es fundamental para no
quemarse. El especialista planteó la analogía con un auto de carrera: "qué
pasa si no se detiene en boxes: se queda sin gasolina y se le revientan las
gomas. Eso es el burn out en los humanos", relató y agregó: "La
recuperación es una excelente inversión, se pierde algo para ganar más en el
futuro".
4. Dormir bien y, si
tiene insomnio, relájese
Shahar
expuso un estudio de la Universidad de California que destaca la importancia
del sueño para ser productivo y creativo. "Si va a la cama y no se puede
dormir, disfrute de ese relax", aconsejó. Para quienes tienen miedo del
"exceso de la abundancia", también tuvo palabras: "la vida se
ocupara también de las malas. Siempre hay altos y bajos, es natural, la ley de
gravedad. Sólo hay que aceptar también esos momentos".
5. Dedicarle tiempo a
las relaciones personales
Para
explicar este punto se refirió a los países en los que la gente vive más feliz:
Dinamarca, Costa Rica, Colombia, Australia e Israel. Afirmó que el secreto está
en el enfoque que las personas le dedican a las relaciones personales.
"Los vínculos reducen el dolor a la mitad y duplican la alegría",
afirmó.
La
contracara es que, aún en los países con la población más feliz, ese índice
está en baja por efecto de la tecnología. Las relaciones virtuales crecen por
encima de las personales.
"No
estoy en contra de las redes sociales pero generan desconexión. La adicción de
estos tiempos ya no es el juego, ni las drogas, son las pantallas que incluyen
las redes, la pornografía y los juegos en línea", detalló y lo respaldó
con un experimento realizado en Harvard que monitoreaba las ondas cerebrales
para analizar el índice de felicidad de la gente.
En
la primera parte se analizó a 80 personas a las que se les daba una determinada
cantidad de dinero y se les pedía que vayan de compras. Cuando volvían estaban
mucho más felices pero a las 24 horas ya había caído ese nivel.
En
la segunda prueba, también se les daba un monto de dinero pero la instrucción
era que lo "gasten" en alguien: algún regalo, comida para alguna
persona en situación de calle, en una donación. En este caso, a las 24 horas,
no había bajado el índice e incluso se mantenía en altos niveles por más de una
semana.
"Ese
es el impacto de dar. Dar es recibir. Enfocarse en el afuera es una de las
mejores maneras de ser felices y lo mejor es que la felicidad es
expansiva", concluyó Shahar y confesó su rutina para vivir en equilibrio.
Medita diez minutos por la mañana, hace pausas de 15 minutos cada dos horas en
su jornada laboral, no toma almuerzos de trabajo, al salir de su oficina hace
un balance del día, anota cinco puntos que agradece y se organiza una cita
semanal con su esposa.
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