En esta
oportunidad, el diario El Cronista, nos acerca una nota de Florencia
Beniaminovich, que trata como la brecha de género se agrandó en la pandemia
y como algunas organizaciones están trabajando para achicarla.
Leemos
en el artículo:
La
brecha de género se agrandó con la pandemia: qué organizaciones luchan para
achicarla
Empresas
y organizaciones de la sociedad civil buscan derribar los obstáculos con los
que se encuentran las mujeres en el ámbito laboral. Es importante trabajar para
generar autonomía económica, eliminar los sesgos y empoderarlas en nuevas
habilidades. El impacto debe ser sobre niñas y adultas, en ámbitos urbanos y
rurales
La
pandemia de coronavirus no hizo más que ampliar las desigualdades. Según el Foro
Económico Mundial (WEF, en sus siglas en inglés) se agregaron 36 años al tiempo
necesario para reducir la brecha de género, que pasó de 99,5 a 135,6 años. Los
motivos de este incremento tienen que ver con la menor representación política
de las mujeres en grandes economías y el estancamiento de los avances
económicos, por los cuidados familiares y el hecho de que las mujeres trabajan
en sectores más afectados por el confinamiento.
En
la Argentina sólo el 18% de los puestos de alta decisión están ocupados por
mujeres. El
dato surge de la segunda edición de la investigación Sexo y Poder:
¿Quién manda en Argentina? realizada por la organización de la
sociedad civil ELA. El informe relevó en 2020 los puestos de mayor jerarquía en
once áreas claves. En ellas existen diferencias muy marcadas: Cultura y arte
(53%); Sociedad civil (43%), Ciencia (36%), Salud (32%), Política (25%) y
Medios (23%) son los ámbitos que cuentan con mayor cantidad de mujeres en el
puesto 1. Mientras que en Educación (14%); Deportes (12%), Economía (5%),
Sindicatos (3%) y Defensa y Seguridad (3%), la presencia de mujeres en dichos
puestos es incipiente o excepcional.
Es
recurrente que las mujeres se encuentren con obstáculos en sus carreras
profesionales, sobre todo las que se acercan a la parte superior de la
jerarquía corporativa. Ellas son las que tienen que derribar el techo de
cristal. Una barrera real, pero invisible que dificulta que las mujeres accedan
a los puestos directivos, limitando el desarrollo de sus carreras
profesionales, y del talento femenino en general.
Ante
este contexto, existen distintas organizaciones que se preocupan por cambiar
este paradigma. Por ejemplo, Crea Futura es una iniciativa de Bridge The Gap
dirigida a niñas y adolescentes de entre 10 y 15 años. El programa tiene por
objetivo mostrar otros caminos posibles para niñas y adolescentes, fomentar el
encuentro entre generaciones y romper estereotipos de género que se construyen
en la infancia. Posibilita que puedan vivenciar encuentros con diferentes
mujeres referentes que hayan superado obstáculos para que se puedan inspirar en
sus historias y ver un futuro posible. La intención de la propuesta es romper
con los estereotipos de género, desarmar historias de bullying, pensar nuevas
posibilidades a futuro y dejar un mensaje concreto de que hay muchas
posibilidades a pesar de la adversidad.
"Es
importante poder trabajar dentro de ese rango etario porque a partir de los
seis años los estereotipos de género se internalizan y tienen profundos efectos
en la autoestima, liderazgo y vocación de las niñas. Y a partir de los nueve
años las niñas esconden su voz, su cuerpo y comienzan a limitar su capacidad de
expresión",
dice Cintia González Oviedo, Directora de Bridge The Gap, una
organización que desarrolla metodologías basadas en la evidencia y ciencias del
comportamiento sobre diversidad y género para nutrir procesos de cambio y de
aprendizaje. Diseña workshops y productos, basados en design thinking para
poder atravesar las resistencias que tienen las organizaciones, muchas veces a
partir de su mindset, respecto a la temática.
FOMENTAR
LA AUTONOMÍA ECONÓMICA
Trabajar
en la independencia económica de las mujeres es un factor clave a la hora de
pensar en cerrar la brecha de género. Desde hace más de 20 años, la
organización Mujeres 2000 desarrolla el programa
Emprende en barrios vulnerables del partido de Tigre y San
Fernando. Este proyecto tiene como objetivo el desarrollo de habilidades
emprendedoras en mujeres para que puedan concretar ideas de negocio, y alcancen
así una mayor independencia y autonomía. Hasta el momento acompañaron a más de
1900 mujeres con microcréditos y capacitaron a 3000 mujeres.
"Hoy
nos enfrentamos a un contexto de aumento de la pobreza en el cual las mujeres
son especialmente vulnerables, por la falta de acceso a empleos, por su exclusión
del sistema bancario y por las desigualdades de acceso a oportunidades en
general. La posibilidad de trabajar y de capacitarse, son fundamentales para
lograr su autonomía económica y empoderamiento personal", explica Rosa
Marcenaro, directora ejecutiva de la organización.
Antes
de otorgar un crédito, Mujeres 2000 propone realizar un curso de cinco clases
que capacita en gestión de emprendimientos. "Muchas veces las mujeres
tienen un oficio o una habilidad determinada, pero no la saben traducir en un
emprendimiento rentable y sostenible. Les enseñamos a armar presupuestos,
calcular costos fijos y variables, poner precios de venta, y desarrollamos
habilidades blandas. Además, brindamos acompañamiento y mentoría durante todo
el proceso de duración del crédito. Como no tenemos requisitos o garantías el
eje de nuestro trabajo es la confianza", explican desde la organización.
La devolución de los prestamos son semanales y cuentan con unas tasas de interés asequibles para que el repago sea fácil. Entregan microcréditos y no subsidios porque el objetivo es seguir contando con fondos para dar créditos a otras mujeres. Cuando una emprendedora paga, sabe que está ayudando a otra a recibir su crédito.
"Las barreras de acceso al mercado laboral para las mujeres son uno de los factores que continúan agrandando las brechas de género. Estas brechas se hacen más grandes cuando hablamos de mujeres sin estudios universitarios, con hijos y de sectores vulnerables. Sumado a eso hoy se nos presenta otro obstáculo que es la brecha de acceso a la tecnología. No contar con una computadora, con un celular, limita enormemente las posibilidades que tiene una mujer de sectores vulnerables para emprender, para buscar un trabajo o acceder a posibilidades de formación. Esta realidad cobró mayor notoriedad en un contexto en el que la virtualidad se hizo parte de una nueva normalidad", reflexiona Marcenaro.
En
América latina, solo el 51% de las mujeres accede a una cuenta bancaria, el 12%
ahorra y el 20% accede a créditos. En la Argentina específicamente, el 48% de
las mujeres no tiene una cuenta bancaria.
Mujer
Financiera nació
en 2018 para dar una respuesta a esta situación y ya logró capacitar a más de
40.000 mujeres en toda América latina e incluso en España. "Arranqué
esta empresa sola y hoy somos 14 personas trabajando. En este tiempo, pudimos
posicionarnos como referentes en educación financiera para mujeres en
Argentina, y ahora estamos planificando el desembarco en España. En el mundo
existen más de mil millones de mujeres que no acceden ni a una cuenta bancaria
ni a educación financiera, y nuestro objetivo es que esos números se
achiquen", expresa Castelli. Sabrina Castelli, fundadora
y CEO del emprendimiento.
Mujer
Financiera tiene como objetivo brindar acceso a educación financiera para que
las personas puedan ser incluidas financieramente, especialmente las mujeres
que son su core de trabajo.
"Esto
lo hacemos a través de cursos online y contenidos gratuitos dentro de nuestra
web y nuestro Instagram. Además, creamos una comunidad para que las mujeres
puedan hablar y preguntar sobre estos temas sin tabúes. Desarrollamos Felicity,
una aplicación pensada para que las mujeres no solo puedan aprender de
finanzas, sino para que también tengan una herramienta para registrar sus
ingresos, gastos y puedan generar ahorros. Cuando una mujer ahorra, puede
acceder a productos y servicios que de otra forma no podría acceder. Por este
motivo, es tan importante que haya una verdadera igualdad en el acceso a
productos financieros y la educación para las mujeres", explica Castelli.
En el
resto del mundo, ya existen muchos bancos que están trabajando en brindar
productos con perspectiva de género porque se entiende que las necesidades de
las mujeres en temas de finanzas son distintas que las de los hombres. Para
Castelli, el desafío es tratar de mostrar la importancia de desarrollar esto en
Argentina, ya que este segmento no venía siendo atendido puntualmente.
"Siempre
decimos que las mujeres que más nos necesitan muchas veces son las que no van a
poder pagar un curso nuestro y por esto decidimos crear un modelo de impacto social
a través de nuestra aplicación. La app es gratuita y estamos trabajando en
algunas funcionalidades premium que vamos a lanzar a lo largo del año. La idea
es que por cada mujer que se suscriba, nosotras vamos a donar una suscripción a
una mujer que no se encuentra bancarizada y que de otra manera no podría
acceder a estos productos. Hoy en día estamos corriendo algunos pilotos con
mujeres que están vinculadas a organizaciones de la sociedad civil y que están
accediendo a microcréditos por fuera del sistema bancario tradicional. Estamos
tratando de entender cuáles son los contenidos que ellas necesitan para poder
acercarlos", cuenta Castelli.
APORTAR
HABILIDADES TECNOLÓGICAS
Mercadolibre
se asoció con Chicas en Tecnología y Reprograma, dos organizaciones
especialistas en educación, género y tecnología, y diseñó el programa
Conectadas para que cada vez más mujeres descubran todas las posibilidades que
la tecnología tiene para ellas.
Un
estudio de la UNESCO muestra que sólo el 3% de las estudiantes de las
carreras vinculadas a las ciencias de la Información son mujeres. Por otro
lado, según una investigación de Openqube, en Argentina sólo el 15% de las
personas que trabajan en la industria tecnológica se identifican con el género
femenino.
"Desarrollamos
este programa inmersivo para que más mujeres latinas, justo en el momento donde
están comenzando a visualizar su proyecto de vida, puedan conocer el verdadero
potencial que tiene la tecnología para generar impacto en sus vidas, en sus
carreras profesionales y en las soluciones a las principales problemáticas de
sus comunidades. Ya habíamos trabajado con ambas ONGs en proyectos anteriores,
con iniciativas que tuvieron un impacto muy positivo", dice Guadalupe
Marín, directora de Sustentabilidad de Mercado Libre para América Latina.
El
programa apunta a chicas entre 14 y 18 años porque apuesta a sembrar una
semilla que contribuya a incentivar a jóvenes a proyectar un futuro dentro de
esta industria. "Creemos que es necesario crear comunidades de
emprendedoras en tecnología que compartan no solo los mismos intereses o
hobbies, sino que puedan crear redes colaborativas de trabajo", opina
Marín. En este primer año, buscan llegar a más de 200 jóvenes de América
latina.
Este
año, Banco Galicia también se asoció a Chicas en Tecnología y presentó una
convocatoria para participar de un programa para mujeres interesadas en
desarrollar nuevas habilidades propias del diseño UX/UI. A lo largo de la
experiencia las participantes desarrollan habilidades técnicas-tecnológicas, de
impacto social y de liderazgo que les permitirán comprometerse con su
comunidad, crear soluciones con la tecnología que tienen a disposición a través
del pensamiento crítico y la creatividad y ser parte de una red y comunidad de
tecnología.
"Consideramos que el
trabajo articulado con organizaciones sociales, el sector público y las
empresas permite no solamente generar un impacto positivo en la sociedad, sino
que además permite ampliar el número de personas alcanzadas. Es una fórmula en
donde todos ganan y aportan su expertise en la materia. Esta
alianza junto a Chicas en Tecnología resulta clave para Galicia ya que, gracias
a su apoyo, nos acercamos al objetivo de reducir la brecha de género en
tecnología, nos ayuda a potenciar los esfuerzos y generar un impacto cada vez
mayor", expresa Constanza Gorleri, gerenta de Sustentabilidad
de Banco Galicia.
Además,
el Banco apuntala el desarrollo de las mujeres, mediante el Fondo de Becas que
otorga a diferentes Universidades de todo el país. Durante el 2020, el 61% de
las becas que brindaron estuvieron dirigidas a mujeres.
Hace
cinco años, Intive Argentina empezó a poner especial atención
a la necesidad de abordar la cuestión de la brecha de género, como una de las
dimensiones fundamentales de la problemática de la distribución inequitativa de
recursos y oportunidades en el sector.
"Comenzamos
a realizar encuestas anuales para sondear cómo se sentían las mujeres de la
organización. A partir de las respuestas de nuestras colaboradoras comenzamos a
implementar diferentes iniciativas como nuestro ciclo de charlas feministas; el
manual para el respeto y la diversidad intiver, a fin de prevenir y atender
situaciones de violencia y discriminación en el ámbito laboral; la extensión de
las licencias por maternidad y paternidad; entre otras. Hoy contamos con un 32%
de mujeres del total de personas empleadas por la organización a nivel local, y
vamos por más. Además, consideramos indispensable la alianza con otras
organizaciones específicamente enfocadas en atender esta problemática en la
industria: en los últimos años forjamos colaboraciones clave con Media Chicas,
[Las]DeSistemas, Club de Chicas Programadoras, Wikimedia, entre otros grandes
proyectos que admiramos mucho", cuenta Mariana Zalazar, Manager
de Marketing y Comunicaciones, co-líder del área de Responsabilidad Social
Empresaria en Intive.
La
extensión de las licencias por paternidad es una iniciativa muy importante para
cerrar la brecha de género. En la Argentina los varones y progenitores no
gestantes que trabajan en el sector privado tienen derecho a dos días de
licencia remunerada por nacimiento de hija o hijo, de acuerdo a lo que
establece la Ley de Contrato de Trabajo, de 1976. Las mujeres y personas
gestantes tienen 90 días de licencia paga por maternidad. Sanofi otorga
la licencia parental más extensa del país. Son 6 meses de licencia parental
paga sin distinción de género. El beneficio es válido para madres y
padres de niños nacidos o adoptados desde el 1 de enero de 2020. Desde que se
implementó este beneficio, los hombres se han tomado en promedio 4 meses y las
mujeres los 6 meses. En cono sur, 15 varones ya usaron el beneficio.
LOS
DESAFÍOS DEL ÁMBITO RURAL
Las
mujeres rurales tienen escasas oportunidades laborales y un fuerte sentimiento
de inferioridad que dificulta su involucramiento en procesos de cambio. Se les
genera un círculo vicioso en el que se pasa por la desigualdad, la
resignación, la apatía, el aislamiento y el desarraigo. La asociación Azul
Solidario trabaja para romper con ese paradigma.
"La
idea es consolidar un círculo virtuoso de crecimiento, que implique capacidad
de superación progresiva, fortalecimiento del sentimiento de pertenencia,
revalorización de su patrimonio cultural y arraigo en territorio. En el marco
del Proyecto Mejoremos la Calidad de Educación Rural (ProMeCER) nos propusimos
achicar la brecha de genero ofreciendo oportunidades de capacitación en el
oficio de hilado artesanal de lana de oveja, promoviendo al mismo tiempo un
espacio de encuentro social en las escuelas rurales y la posibilidad de generar
sus propios ingresos",
cuenta Veronica Torassa, la presidente de la organización y
emprendedora social Ashoka.
Según
Torrasa, el mayor desafío que encuentran desde Azul Solidario para cerrar la
brecha de género es lograr superar las resistencias culturales afianzadas en la
ruralidad referidas al protagonismo de las mujeres. Otro desafío es lograr el
aumento de adolescentes mujeres en escuelas técnicas agrarias para la
construcción colectiva de proyectos educativos y comunitarios enriquecidos por
la diversidad.
La devolución de los prestamos son semanales y cuentan con unas tasas de interés asequibles para que el repago sea fácil. Entregan microcréditos y no subsidios porque el objetivo es seguir contando con fondos para dar créditos a otras mujeres. Cuando una emprendedora paga, sabe que está ayudando a otra a recibir su crédito.
"Las barreras de acceso al mercado laboral para las mujeres son uno de los factores que continúan agrandando las brechas de género. Estas brechas se hacen más grandes cuando hablamos de mujeres sin estudios universitarios, con hijos y de sectores vulnerables. Sumado a eso hoy se nos presenta otro obstáculo que es la brecha de acceso a la tecnología. No contar con una computadora, con un celular, limita enormemente las posibilidades que tiene una mujer de sectores vulnerables para emprender, para buscar un trabajo o acceder a posibilidades de formación. Esta realidad cobró mayor notoriedad en un contexto en el que la virtualidad se hizo parte de una nueva normalidad", reflexiona Marcenaro.
En 2007, la Secretaria de Cultura de la Municipalidad articuló con Azul Solidario para facilitarle una capacitación en hilado artesanal de pura lana de oveja en escuelas rurales. Además, la Embajada de Australia donó ruecas y telares. "La combinación de estos dos factores resultó ser un gran estímulo para las mujeres. En 2009, la Fundación Noble nos invitó a la Feria Caminos y Sabores y a partir de ahí nació Hilados del Azul. Esta experiencia resultó mágica para estas mujeres que se hicieron visibles en la ciudad de Buenos Aires a la que accedían por primera vez", cuenta Torrasa. En este espacio continuaron durante 10 años exhibiendo sus progresos en diseños innovadores con mezcla de texturas y teñidos naturales que las motivó a gestionar su propia marca de hilados.
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