En una muy buena reseña sobre la obra de Cándido López en la Revista Ñ del diario Clarín podemos leer:
Cándido
López y su esposa, Emilia Magallanes, se mudaron en 1879 desde Buenos Aires a
Carmen de Areco junto a sus 12 hijos. Fue en este pueblo donde Cándido pintó
los 29 óleos basados en los apuntes de la guerra. Entre 1888 y 1895 se instaló
en Merlo. Durante estos años, para sobrevivir pintó también naturalezas muertas
y bodegones, bajo el seudónimo de “Zepol”. Más tarde instalará su taller en el
Cuartel de Inválidos de Buenos Aires.
Augusto
Roa Bastos escribió en Los conjurados del quilombo del Gran Chaco (2001,
compilación de cinco cuentos sobre el tema, creados por cuatro autores) un
diálogo de Cándido con Mitre: “‘¿Qué estás reflejando a fuerza de brochazos,
pintor?’. ‘El apresto de la batalla de Curupaytí, donde murieron diez mil
aliados y mi mano, general’, responde el pintor. ‘¿Ya pintaste el desastre?’.
‘Sí, mi general’. ‘Quiero ver la tela’. ‘No sé si está a mano ahora, aunque es
un decir, ni siquiera está mi mano; vamos errando entre batallas y carnicerías,
entre pantanos y aguadas’”. Manco de Curupaytí, cronista de pincel, oficial sin
oficio bélico, lo llama. El delicado Cándido López, documentalista que entre
huesos, carnes, fuegos cruzados, plomo y tumbas de silencio, en la ribera de un
río infernal se detuvo a observar.
Exposición en el Museo Histórico Nacional |
La escuadra en el canal privado del Paso de la Patria - 23 abril de 1866 |
Marcha ejercito argentino a tomar posición para el ataque de Curupayti - 22 sept 1866 |
Trinchera de Curupayti (1866) |
Vista interior de Curuzú mirado de aguas arriba (norte a sur) - 20 sept 1866 |
Páginas
consultadas
https://www.bellasartes.gob.ar/coleccion/obra/7122https://www.cultura.gob.ar/candido-lopez-entre-la-pintura-y-la-historia_3807/
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