Como
contraparte a lo mencionado respecto de José Pekerman y su estilo de liderazgo
al frente de la selección colombiana de futbol, están también las
características de liderazgo que hemos podido avizorar en el seleccionador
argentino Jorge Sampaoli durante su permanencia en el cargo, y especialmente su
desempeño en el último mundial.
Así
seleccionamos el siguiente artículo, publicado en el diario La Nación: Las lecciones que dejan para los líderes las actitudes de Jorge Sampaoli, que
transcribimos a continuación:
Las
lecciones que dejan para los líderes las actitudes de Jorge Sampaoli
El
técnico de la selección argentina muestra varias características de un
antilíder, con conductas que le podrían costar caras a una empresa; evitar la
diversidad, no planificar y ser arrogante son algunas de ellas.
Andrés Hatum
Cuando
una figura es pública, los comportamientos y acciones de esa persona son
publicados y juzgados por todos. Esa dificultad de la gente conocida, sea
farándula, políticos u otros personajes, es la misma que tienen los líderes en
sus compañías: están expuestos por lo que dicen y hacen, por lo que pregonan y
por lo que, finalmente, demuestran.
Con
el furor del mundial, nada mejor que analizar un personaje cercano y polémico
para los argentinos: el director técnico del Seleccionado Nacional de Fútbol,
Jorge Sampaoli. ¿Es Sampaoli un líder o un antilíder? Mi posición es que es un
antilíder.
¿Qué
es un antilíder? Un antilíder es, definitivamente, un mal jefe en cualquier
organización y puede llegar a ser un mal ejemplo a seguir. ¿Significa esto que
es alguien con un mal desempeño? No, por el contrario, existen muchos casos de
antilíderes super eficientes que generan grandes resultados pero, en muchos
casos, a costa de destruir la organización que están liderando. Veamos, a
partir de algunas declaraciones de Sampaoli, las dimensiones que caracteriza su
antiliderazgo.
Evitar
la diversidad: "Es muy difícil convencer al que piensa distinto. Uno lo
puede hacer por un rato, pero en el momento de crisis, inevitablemente se
separan. Si trabajás con gente que piensa igual que tú, evitas eso".
Equivocado. Este pensamiento es definitivamente un error para cualquier líder.
La diversidad de opiniones y de ideas en una organización o equipo de trabajo,
genera nuevas perspectivas de análisis y nuevos marcos estratégicos. La falta
de diversidad cognitiva hace que el líder carezca de la posibilidad de desafiar
sus propios modelos e ideas.
La
diversidad de ideas en un equipo directivo tiene que ser manejada por el líder
para generar conflictos constructivos. Jefes que no quieren manejar esta
diversidad, prefieren equipos homogéneos donde todos piensan más o menos de
forma similar. Esta situación es ideal para jefes que no aguantan abrirse a opiniones
ajenas, no quieren debatir o, simplemente, no quieren escuchar.
No
planificar: "Yo no planifico nada. Todo surge en mi cabeza cuando tiene
que surgir. Brota naturalmente en el momento oportuno. Odio la
planificación". La falta de planificación es otro error en el perfil de
aquellos que quieren acceder a un rol de liderazgo. La planificación es una
competencia crítica del líder para poder generar planes de mediano y largo
plazo. Sin esa competencia, los líderes serían simplemente ejecutores cortoplacistas.
¿Pueden
las ideas brotar naturalmente en el momento oportuno como sugiere Sampaoli?
Seguramente. Sin embargo, una organización no se conduce por impulsos
espasmódicos de líderes inspirados por un rayo divino. Este tipo de liderazgos
mesiánicos lleva al agotamiento organizacional y a la fatiga de los empleados
que querrán ver convertido a su inspirado líder en un exjefe.
No
aprender: "Yo no puedo leer un libro; veo dos hojas y ya me aburro.
Escribo tres cosas en un papel y me cansé". Error enorme. El líder debe
leer para actualizarse e inspirarse. La carencia de lectura en un supuesto
líder genera un cortoplacismo de pensamiento y acción. El líder tiene que
entender que llegar a dirigir un área u organización requiere una visión amplia
y un conocimiento específico. A partir de cierto momento de la carrera
profesional, el desarrollo del directivo pasa por la experiencia y la lectura
profunda de los temas que hacen a la organización. Los directivos, líderes y
jefes que requieran lograr conocimientos profundos o especializarse pueden
apalancarse en la lectura para lograr el nivel de especialización que
necesitan.
La
capacidad de escribir que Sampaoli desestima, es otra virtud del buen líder ya
que logra plasmar planes, ideas e inquietudes. El líder que hace de la lectura
y escritura un hábito, tiene otra virtud: puede comunicar bien.
Arrogancia:
"Me hacés caminar dos cuadras. Cobrás 100 pesos por mes". El líder
tiene que evitar la arrogancia y el narcisismo. Es conocido el hecho que
involucró a Sampaoli con un policía a quien denigró, haciendo referencia a su
magro sueldo. El líder es ejemplo de su accionar. La gente en una organización
va a estar atenta a las acciones, ejemplos y omisiones del líder. Cualquier
desliz puede afectar directamente la confianza y credibilidad del líder.
Los
jefes que menosprecian y demuestran arrogancia, son jefes narcisistas, personas
vanidosas y propensas a la grandiosidad. Se sienten superiores y tienen una
tendencia a querer dominar situaciones y a subestimar a sus colaboradores.
Tienen inflada la confianza.
Sampaoli
puede que hoy dirija a la selección de fútbol. Sin embargo, es difícil que sus
características como jefe sean las mejores para una empresa. Las luminarias no
son, necesariamente, ejemplos a seguir. Por el contrario, pueden ser casos
testigos de lo que no hay que hacer.
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