Ayer subimos un artículo sobre competitividad y agresión, hoy seguimos explorando en esta temática que preocupa a ciertos directivos en las organizaciones. En este caso subimos un artículo publicado en el portal La Mente es Maravillosa.
Leemos en el artículo:
Personas competitivas agresivas ¿qué hay detrás de este perfil?
Las personas competitivas agresivas no dudan en avasallar, manipular y apropiarse incluso de nuestros logros para tomar ventaja sea como sea. Son perfiles altamente dañinos que crean entornos laborales caracterizados por el estrés y la ansiedad.
Todos, de algún modo, estamos obligados a competir en la vida. Ahora bien, hay un perfil especialmente dañino y problemático en muchos de nuestros entornos laborales: son las personas competitivas agresivas. Son esos hombres y mujeres que ansían escalar posiciones vulnerando derechos, manipulando y creando climas tan estresantes como complejos para la salud psicológica.
Puede que ahora mismo nos venga a la mente más de un rostro, más de una situación vivida. De algún modo, este tipo de comportamientos se ven en diferentes escenarios: en los colegios, universidades e incluso entre nuestros familiares y grupos de amigos. Siempre hay alguien con una necesidad innata por superarnos, por impresionar al resto, por llevarse todas las medallas posibles.
Si bien es cierto que la competitividad es un factor más de la personalidad humana, hay quien lo lleva al extremo. Cada uno de nosotros estamos, sin duda, presionados en más de algún momento a tener que competir; lo hacemos cuando practicamos un deporte, cuando nos presentamos a una entrevista de trabajo e incluso cuando intentamos conquistar a alguien que nos gusta.
Todos necesitamos ser los mejores en algún momento. El modo en que lo logramos, los mecanismos que utilizamos, dicen mucho de nosotros y, sobre todo, de nuestro perfil psicológico.
Veamos más datos a continuación.
- Personas competitivas agresivas, ¿qué hay detrás de esta personalidad?
Si hemos tenido que lidiar con una o más personas competitivas agresivas la sensación que habremos experimentado es siempre la misma: ansiedad.
Lo mejor en estos casos es no perder la calma y no caer en su juego. Esto significa, básicamente, que no vale la pena dejarnos llevar por su dinámica de competición extrema, porque entonces se intensificará aún más la ansiedad.
- Falta de autoestima
La falta de autoestima se manifiesta de infinitas formas y, muchas de ellas, dan lugar a patrones comportamentales muy dañinos. Así, las personas competitivas dañinas necesitan casi a cada instante notoriedad, experimentar la sensación de poder. Para ello, no dudan incluso en faltar el respeto a los demás para alcanzar objetivos y de este modo, reforzar su imagen.
Por otro lado, estos hombres y mujeres viven en un estado de hipervigilancia constante. Se comparan a cada segundo con quienes les rodean y, si perciben que alguien sobresale más que ellos, harán lo que sea para superarlo y tener ventaja.
- Modelo de pensamiento “blanco o negro”
El modelo de pensamiento “blanco o negro” nos dice que hay personas con una mentalidad rígida e inflexible. Una donde su vida se traduce en ganar o perder, en tener o no tener, en estás conmigo o estás contra mí.
Así, estudios como el llevado a cabo en la Universidad de Rochester, Nueva York, nos señalan que estas personas no tienen en cuenta factores inherentes como la sociabilidad, la empatía, el sentido de cooperación, etc.
-Narcisismo o personalidad psicopática en las personas competitivas agresivas
Las personas competitivas agresivas pueden evidenciar, en ocasiones, una personalidad psicopática. El hecho de focalizarse solo en el propio beneficio, en no dudar en recurrir al engaño, la manipulación, el abuso o la intimidación puede perfilar a la perfección este trastorno psicológico.
No obstante, cabe señalar que no es algo común. Lo más frecuente es que estemos ante una personalidad narcisista que busca visibilidad, validación y admiración. Para lograrlo, no duda tampoco en sabotear derechos ajenos para alcanzar la cumbre.
- ¿Qué podemos hacer ante las personas competitivas agresivas?
El efecto que crean las personas competitivas agresivas en un entorno laboral es inmenso. El clima se deteriora, la presión por competir se intensifica y aparece el estrés; así como ese desgaste progresivo que tanto afecta a nuestro equilibrio psicológico. Para evitarlo o protegernos, vale la pena reflexionar en estas ideas.
- Si eliges competir, no hagas más de lo que puedas asumir. Tener a alguien altamente competitivo en un entorno impulsa a los demás a tener que competir. Si eliges esta opción, márcate un límite. Siempre debe haber una frontera donde cuidar de tu salud física y psicológica. Si el competitivo agresivo, por ejemplo, elige hacer horas extra, valora si esa opción es adecuada para ti.
- Protege tu trabajo. Otro aspecto que debemos tener en cuenta son las malas artes que suelen llevar a cabo las personas competitivas agresivas. No dudarán por ejemplo en apropiarse de tu trabajo, en conocer tus claves de acceso, en llegar a tu correo electrónico, en manipular a otros para ponerse en tu contra… Estos son aspectos que debemos conocer para protegernos.
- Obtén información y avisa a dirección de las prácticas irregulares. Este es sin duda otro factor a considerar. Las personas muy competitivas y con un perfil agresivo no dudan en llevar a cabo prácticas ilícitas. Esas artimañas pueden llevar a mal puerto a toda la organización. Por tanto, es importante tener pruebas y avisar a nuestros superiores.
Para concluir. Tenemos claro que estas situaciones, mayoritariamente, son complejas. No es fácil lidiar con este tipo de personas pero, sea como sea, debemos salvaguardar siempre nuestra integridad a toda costa.
La competición en cualquier ámbito de nuestra vida nos hace crecer cuando es respetuosa y no deriva en dinámicas contaminadas por la agresión, la humillación o el boicoteo.
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