Presentamos un artículo publicado en el diario Ámbito Financiero, realizado por Maximiliano Giacri, Co-Founder & CEO en Nubiral, sobre la nueva mentalidad en las organizaciones.
Leemos en los artículos:
Las nuevas generaciones y el cambio de mindset en las empresas
En este nuevo escenario, el compromiso es para con nuestros líderes en la desafiante tarea de la gestión del talento y de las relaciones humanas.
El mundo del trabajo ha cambiado, eso no es ninguna novedad. Las nuevas generaciones dentro de los equipos de trabajo, nos imponen desafíos, nos motivan a innovar, nos ayudan a estar al corriente con las tendencias y a superarnos como líderes. Al mismo tiempo, nos enseñan a que es posible cambiar y asumir nuevos riesgos de cara al futuro. Esto implica internalizar que hay un cambio de paradigma en torno a la concepción del trabajo tal como la conocemos.
Hasta
hace algunas décadas atrás, los jóvenes ambicionaban la
estabilidad que un trabajo podía proporcionarles y la posibilidad de hacer
carrera en una misma compañía; sin embargo, hoy esto cambió las nuevas
generaciones ya no perduran en sus trabajos como antes. La rotación es variable
por industria, empresa y otros factores. Cuando ingresan, los jóvenes suelen
tener un nivel de compromiso de, por lo menos, 80%, pero al año, las
investigaciones muestran que pueden descender hasta el 15%, según un informe de
Grupo Gestión.
Esto se
debe a que surgen nuevas predilecciones por parte de los jóvenes al momento de
encarar una carrera profesional, que se traduce en la necesidad constante de
estímulos, la búsqueda de empatía hacia la compañía a la que pertenecen, en
compartir cierta visión de negocios o concordar con los valores de la
organización a la que pertenecen, y una necesidad de motivación constante por
parte de los líderes que los anime a superarse cada día. Exigen a las compañías
donde forman parte, en el caso de los perfiles IT, un desafío que los motive,
más allá del salario y de las condiciones laborales.
A su
vez, los jóvenes nos enseñan que es posible trabajar con nuevas reglas como la
flexibilización horaria, el home office, y el trabajo remoto. Las nuevas
generaciones, como los millennial y centennial,
son inquietos, curiosos, priorizan un ambiente colaborativo, una estructura
horizontal y se arriesgan constantemente. Esto se traduce en que no les tienen
miedo a los cambios, confían en sus capacidades. Por otro lado, son
autodidácticas, exploran una tecnología que les interese, hacen capacitaciones
intensivas. Sin dudas, estas nuevas dinámicas resultan beneficiosas en la
administración y gestión de tiempos porque lo importante ya no es cumplir
horarios, sino el trabajo por proyectos, el ambiente de intercambio, y el lugar
que se le da a la creatividad. Nuestro interés día a día es avanzar a
hacia la innovación y acompañar a nuestros clientes en ese camino por lo que,
lejos de intimidarnos, estas demandas deben plantearnos retos tanto
para modernizarnos como organizaciones, como para trabajar estratégicamente el
capital humano.
Es por
eso que desde nuestro rol de liderazgo debemos tener en cuenta las necesidades
que se imponen hoy y formar colegas y equipos de trabajo que estén a la altura
de los cambios que propone el mercado, para fomentar desafíos técnicos
que atrapen a las demandas de los nuevos perfiles que asoman. Los jóvenes de
hoy requieren de alguien que los "couchee" y los motive a desarrollar
una solución tecnológica. Si eso no ocurre, buscan nuevos horizontes; se trata
de una cultura de trabajo distinta, aunque nos cueste entenderlo. Por ese
motivo, debemos darles herramientas a nuestros líderes para retener el talento
y para que internalicen que los jóvenes, independientemente del puesto que
ocupen, cada uno, desde su lugar, está emprendiendo siempre algo.
En este
nuevo escenario, el compromiso es para con nuestros líderes en la desafiante
tarea de la gestión del talento y de las relaciones humanas. Estos
cambios en la forma de concebir el trabajo forman parte de un nuevo paradigma
del mundo moderno cuyas transformaciones se relacionan directamente con la
irrupción de las nuevas tecnologías, la globalización, y los cambios que se
están produciendo en el mundo, que rompen esquemas y proponen nuevas formas
de organizarnos como empresas y como sociedad. Al fin y al cabo, para continuar
aprendiendo, asumir nuevos riesgos y lograr marcar la diferencia en lo que
hacemos, nuestro gran desafío es lograr una mayor apertura tanto mental como
metodológica en este mundo que ya cambió y donde los jóvenes son los
protagonistas.
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