Hoy adjuntamos el artículo de Mariano Focaraccio CEO y fundador de Drixit Technologies publicado el diario El Cronista.
Leemos en el artículo:
Las dos palabras que recomienda este CEO para tener éxito y crecer
Drixit, la startup de tecnología, creó el primer elemento de protección personal digital que previene y mitiga accidentes laborales. Desde entonces, no para de crecer y de atraer inversiones. Los secretos del argentino que la fundó para superar obstáculos.
Cuando con mis socios fundamos nuestra empresa, teníamos un propósito muy firme: crear soluciones digitales que permitieran a las industrias formar equipos seguros y lograr procesos eficientes, mejorando las condiciones de trabajo de los operarios.
Digitalizar
y potenciar a aquellos que habían estado fuera del crecimiento tecnológico
durante tanto tiempo.
A
partir de esta idea comenzamos a desarrollar nuestra solución. Consideramos
fundamental empezar desde un problema bien definido, comprobando a su vez que
esa problemática fuese compartida por varios. Es esencial sentir una
pasión motivadora por la resolución del mismo y la visión de hacia
dónde ir.
Nosotros
tomamos la decisión de renunciar a nuestros trabajos y
enfocarnos en el desarrollo del producto. Habíamos ahorrado para
poder dar ese paso y a la vez, para sustentar la
operación, trabajamos paralelamente como consultores de donde
obtuvimos parte de nuestros fondos pero ninguna ganancia durante
varios meses.
Necesitábamos
fondos para construir ese primer producto MVP (producto mínimo viable, por sus
siglas en inglés) y urgentemente validarlo con los potenciales clientes.
Pasamos
por varias etapas de incertidumbre: la etapa de no saber si íbamos a
llegar, la del riesgo de quedarnos sin dinero en el camino y la de no conseguir
empresas ni inversores. Son pocos los emprendedores que no
pasaron por alguna -o todas- de estas etapas y sensaciones.
A la
vez que desarrollábamos el MVP, estábamos a la búsqueda de contactos,
conocidos, y con el ojo atento a oportunidades, para poder validar el
producto.
Poco a
poco ese esfuerzo fue dando fruto, y fuimos logrando esos objetivos:
tanto conseguir clientes que quisieran probar nuestra
solución, identificados con el problema que veníamos a paliar, como inversores que
viesen el potencial de nuestra tecnología y equipo.
Si
bien no creo que haya una receta mágica para salir a buscar
financiación, hay dos factores que son importantes: comenzar con un
producto básico, pero funcional, que resuelva un problema de las compañías;
y por otro lado tener visión de futuro y la dosis justa de
ambición y autoestima, confianza en uno mismo, porque vas a escuchar muchos
"no" y muchos "veremos". Un ego bien entendido.
Hay
que pensar siempre en grande, en el futuro. Un inversor no
invierte por la foto de hoy sino pensando en la de los próximos cinco años.
Debemos
poder pensar en esa foto y proyectar ese entusiasmo y convicción de que lo
vamos a poder ejecutar. Mostrar la capacidad del equipo.
Como
ingrediente final de esta receta no mágica, tener paciencia.
Confiar en la visión, tomar el feedback de todos y aprender
sin perder el foco. Seguir intentándolo, porque siempre van a
encontrar a alguien dispuesto a apoyar lo que están haciéndolo.
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