Hoy presentamos un artículo publicado en Infobae, sobre la creación de la UBA. Leemos en el artículo:
La UBA cumple 200 años: hitos, egresados ilustres y actualidad de la universidad que marcó la historia argentina
El jueves celebrará su bicentenario con un acto en la Facultad de Derecho. Un repaso por sus momentos y gestas históricas
El próximo jueves la Universidad de Buenos Aires celebrará su bicentenario. Sus primeros 200 años incluyen un sinfín de acontecimientos históricos, personajes emblemáticos y reconocimientos. Lo festejará con un acto central en el que destacará la trayectoria de 200 personalidades, ya sea docentes o graduados, que sobresalieron en sus disciplinas.
Desde
las 19, en la Facultad de Derecho se llevará adelante el acto. Allí, además de
reconocer a algunos de los miembros más destacados de la universidad, repasarán
parte de la historia. Desde sus inicios, allá por 1821, hasta la actualidad que
tiene la UBA como una de las altas casas de estudios de mayor renombre en la
región, con el agregado de que es gratuita y de ingreso irrestricto: en sus
aulas cursan más de 300 mil estudiantes, lo que la convierte en una de las
instituciones más masivas del mundo.
Justamente
la UBA combina dos elementos que, en general, no van de la mano: la calidad
-avalado por el recorrido profesional de sus graduados- y la masividad. Pero su
historia comenzó mucho antes, exactamente 200 años atrás.
La fundación
El 9 de agosto de 1821, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Martín Rodríguez, creó por decreto la Universidad de Buenos Aires y solo tres días después quedó inaugurada en un acto en la Iglesia de San Ignacio. Su fundación implicaba cumplir uno de los grandes anhelos de los porteños: una casa de estudios que formara a los dirigentes y profesionales de una ciudad pujante.
Hasta
entonces, la única posibilidad de acceder a altos estudios en el país era
trasladándose hacia la Universidad de Córdoba. La UBA, si bien mantuvo su
cercanía con la Iglesia al punto de que sus primeros cinco rectores fueron
sacerdotes, nació con un perfil distinto a la institución cordobesa:
con una mirada más profesionalista, destinada a cubrir las necesidades que
tenía el territorio.
La
institución se organizó en un principio en departamentos en lugar de
facultades. La componían los departamentos de Primeras Letras, de Estudios
Preparatorios, Ciencias Exactas, Medicina, Jurisprudencia y Ciencias Sagradas.
Según los documentos oficiales, esa idea rupturista se vinculaba a que la
universidad no solo apuntaba a la educación superior, sino a administrar a todo
el sistema educativo. El por entonces ministro de Gobierno, Bernardino
Rivadavia, pretendía impulsar un proyecto para modificar la estructura
institucional del estado.
Pequeños grandes hitos
1899. La UBA fue la
primera institución en filmar una operación. Fue en el Hospital de Clínicas y
se observó al Dr. Alejandro Posadas operando con luz natural.
1914. El Dr. Luis Agote,
graduado como médico en la UBA en 1983, logró el 9 de noviembre de 1914
la primera transfusión sanguínea y así dio inicio a una profesión médica, la de
técnico en hemoterapia, quien separa plaquetas, glóbulos y plasmas
sanguíneos aplicando la técnica de aféresis. El método Agote también hizo nacer
los bancos de sangre, para que pudieran estar disponibles a futuro. Si bien
Agote nunca registró su descubrimiento, el sistema de transfusión sanguínea fue
un avance histórico para la medicina. Hasta ese momento, la transfusión existía
pero de forma muy rudimentaria.
1922. Dirigido por el Dr.
Angel H. Roffo, graduado como médico en la UBA en 1909, se inauguró el
Instituto de Medicina Experimental para el Estudio y Tratamiento del
Cáncer. Hoy renombrado como Instituto de Oncología “Ángel H. Roffo”,
fue el primer establecimiento oncológico de América. Allí su primer
pabellón disponía de salas de internación para hombres y mujeres, un quirófano
con dependencias para esterilización del material, laboratorio, sala de rayos
X, consultorios y oficinas para la administración. En 1936 el propio Dr. Roffo
publicó el primer artículo científico argentino sobre cáncer y tabaco.
1961. Clementina, la
primera computadora en la Argentina en el Instituto de Cálculo de la UBA. El
matemático y físico Manuel Sadosky, considerado como el “padre de la
computación” en Argentina, inauguró este centro en donde muchos grupos se
dedicaron a investigar temas de matemática aplicada. Allí se puso en
funcionamiento una computadora Mercury II, a válvula, que permitió investigar,
formar personal y prestar servicios.
Egresados ilustres
Por las aulas de la UBA pasaron estudiantes que luego se convirtieron en profesionales distinguidos. El dato de los Premios Nobel así lo revalida: los cinco ganadores argentinos del galardón fueron estudiantes y en algunas casos profesores de la universidad.
Carlos Saavedra Lamas fue Premio Nobel de la Paz por haber impulsado el Pacto antibélico Saavedra Lamas, que fue firmado por 21 países. Bernardo Houssay fue Premio Nobel de Medicina por su descubrimiento sobre el rol de la hipófisis en el metabolismo de los carbohidratos y su relación con la diabetes. Federico Leloir fue Premio Nobel de Química por haber descubierto cómo se fabrican los azúcares en los seres vivos.
Adolfo
Pérez Esquivel fue
el segundo ganador argentino del Premio Nobel de La Paz por su labor en la
defensa de la democracia durante las dictaduras militares que surgieron en
América Latina. Mientras que César Milstein fue Premio Nobel
de Medicina por sus trabajos sobre inmunología y anticuerpos monoclonales,
cruciales en el tratamiento de los distintos tipos de cáncer.
A su vez, en la UBA se recibieron 16 presidentes de la Nación: Carlos Pellegrini (que gobernó entre 1890 y 1892), Luis Sáenz Peña (1892-1895), Manuel Quintana (1904-1906), Roque Sáenz Peña (1910-1914), Victorino de la Plaza (1914-1916), Hipólito Yrigoyen (1916-1922 y 1928-1930), Marcelo Torcuato de Alvear (1922-1928), Agustín Pedro Justo (1932-1938), Roberto Marcelino Ortiz (1938-1942), Ramón Castillo (1942-1943), Arturo Frondizi (1958-1962), Arturo Umberto Illia (1963-1966), Raúl Alfonsín (1983-1989), Adolfo Rodríguez Saá (2001), Eduardo Duhalde (2002-2003) y Alberto Fernández (2019).
Al margen, miles de profesionales graduados en la universidad sobresalieron en sus campos. Por mencionar solo algunos, en 1889 se recibió Cecilia Grierson, que se convirtió en la primera médica mujer del país y que después sería Ayudante del Laboratorio de Histología. Pocos años después se recibió la quinta médica en Argentina: se trató de Julieta Lanteri, precursora del voto femenino en una época en la que parecía imposible pensar en la participación de la mujer en la vida democrática.
En tanto, en 1904 se recibió Enrique Finochietto que sumaría una de las primeras patentes argentinas cuando registró su separador intercostal para operaciones de tórax, conocido universalmente como “Separador Finochietto”. El médico no se conformó con eso y desarrolló un sinfín de inventos: el frontolux, el “empuja ligaduras”, el porta-agujas, la pinza doble utilizadad, el aspirador quirúrgico, entre otros.
La UBA hoy
La UBA celebrará su bicentenario el próximo jueves. A diferencia de las grandes universidades del mundo, las carreras de grado de la UBA son gratuitas y no exigen examen de ingreso. Con esos dos rasgos, logran sostener altos estándares de calidad. Tanto que el QS Ranking Global, la clasificación más observada, la ubicó en el puesto 69 del mundo y como la mejor universidad de Latinoamérica por séptimo año consecutivo. Se trata de la única institución pública, masiva y gratuita en puestos de excelencia.
En sus
trece facultades, cursan más de 300 mil estudiantes y dan clase más de
23 mil docentes. Tienen 100 carreras de grado y casi 500 posgrados. En
el campo de la investigación los números marcan que tienen 69 institutos, 1.800
grupos de investigación y 868 convenios de cooperación con otros centros
internacionales.
Pasados
200 años no quedan dudas. Desde el 12 de agosto de 1821 hasta hoy, la UBA supo
convertirse en la gran casa de estudios nacional.
Cuadro Fundación UBA (Año 1821) |
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