El siguiente es un artículo publicado en el diario Ambito Financiero:
¿Qué y
cómo piensan los líderes empresariales del futuro?
Una encuesta realizada por IDEA Joven indagó a jóvenes profesionales sobre los
desafíos de las empresas y de ellos mismos para los próximos 10 años.
Habilidades, innovación, y transparencia.
Matías Ortega
En un
mundo que se transforma cada vez más vertiginosamente al ritmo de los avances
de la tecnología, el futuro del empleo es una de las principales -sino la
mayor- preocupaciones de las organizaciones, y en especial de los jóvenes. ¿Qué
trabajos dejarán de existir, cuáles se modificarán y cuáles será necesario
crear? ¿Cómo serán los procesos productivos? ¿Cuáles serán las formas de
consumo? Son algunos de los interrogantes. Pero quizás las más importante sea:
¿cómo se adaptan las personas y las empresas a los nuevos desafíos?
Según
datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los jóvenes componen
aproximadamente el 30% de la fuerza laboral de Argentina, por lo que conocer
sus intereses, demandas e ideales resulta un recurso fundamental para pensar el
trabajo del futuro. Sobre esa premisa el equipo de IDEA Joven, junto con el
área de Relevamiento de esa entidad, llevaron adelante el relevamiento "El
desafío del futuro: los jóvenes nos comprometemos", en el cual encuestaron
a más de 1.000 miembros de menos de 40 años, de empresas grandes y pymes, y con
distintos niveles jerárquicos dentro de las compañías.
En el
estudio se abordó cuáles son las habilidades para adaptarse a las
transformaciones requeridas por el mercado laboral en los próximos 10 años, y
los jóvenes respondieron que la creatividad, la facilidad para reaprender y la
comunicación efectiva son las tres más importantes, seguidas del liderazgo, la
capacidad para resolver problemas complejo, y por último el conocimiento
técnico. Es decir, las consideradas "blandas" son las más relevantes.
"El orden de relevancia de las habilidades y conocimientos, elegido se
condice con las características del mercado en la actualidad: no importa tanto
lo que sabemos sino nuestra capacidad para adaptarnos y pensar fuera de la
caja", afirma el paper. Asimismo, el sondeo analiza cuáles son los actores
considerados responsables de mantener la empleabilidad de los trabajadores. En
base a respuestas múltiples, el 63% de los consultados se considera como el
principal responsable, mientras que el 58% cree que son las empresas, el 57% el
Estado, y el 47% los líderes de las organizaciones. Una particularidad es que
para el primer caso los menores de 30 años se inclinan más por hacer
responsable a las empresas, mientras que los mayores responden que ellos mismos
son los máximos actores.
Otro
punto destacable de la encuesta es que utilizando una escala de 1 a 10 para
evaluar cómo preparan las empresas a los talentos para el futuro el resultado
fue 6,6. Los aspectos ponderados por los jóvenes en este caso arrojaron que la
visión y la cultura de la organización frente al cambio fue la principal
dimensión dentro de los puntajes negativos y la segunda sobre los positivos. En
tanto que el nivel, la forma y el alcance de las capacitaciones otorgadas a los
empleados fue la categoría que más peso tuvo entre las opiniones positivas y la
segunda entre las negativas.
A raíz de
esto, los jóvenes realizaron sus propuestas para afrontar estos desafíos. En
cuanto a lo individual-profesional, lo más importante para ellos "es
continuar formándose en las skills y habilidades requeridas", al tiempo
que consideran fundamental "estar abiertos a los cambios y trabajar en su
capacidad de adaptación así como mantenerse actualizados en las nuevas
tendencias". Para ello es necesario "ser dinámico en una época de
transformación constante, no quedarse atrás y desarrollar a conciencia las
aptitudes necesarias para mantenerse en - o llegar a - la cresta de la ola del
mercado laboral". Además, creen que es importante "ser comprometido y
responsable con el trabajo; comprometerse con la comunidad y el ambiente, y
desarrollarse en espacios de networking". Por otro lado, consideran que
las empresas deberían brindar mayores posibilidades a sus empleados para
alcanzar esas metas; modernizar las organizaciones y las formas de trabajo;
promover la innovación; diversificar mercados; mejorar la relación con la
comunidad, con el ambiente, y profundizar las acciones de inclusión, entre
otros puntos.
INNOVACIÓN
Profundizando
sobre uno de los conceptos antes mencionados, y abordando el cómo perciben a
las organizaciones, el 55% de los jóvenes considera que la empresa que integran
es innovadora con respecto al producto y/o servicio que ofrece, y el 31% indica
que poseen procesos innovadores. La organización del trabajo, las formas de
comunicación y la gestión de los recursos humanos poseen una representación del
27%, 25% y 23%, respectivamente, como aspectos en los que las empresas innovan.
El 14% de los participantes indica que su organización no es innovadora en ninguno
de los ítems listados, y un 7% que lo es en todos. Yendo más allá, el 75% de
los consultados está de acuerdo con que la empresa para la que trabajan da las
condiciones necesarias para proponer nuevas ideas, pero solo el 50% cree que
pueden implementarse. Además, casi 6 de cada 10 ve comprometidos a sus líderes
en materia de innovación y la transformación digital, y sólo el 45% expresa que
la empresa de la que forman parte promueve la capacitación de sus colaboradores
en esos dos ítems.
VALORES
En otro apartado
de la encuesta referido al Propósito Social y RSE, los encuestados evaluaron a
sus empresas según cómo se desenvuelven en siete aspectos, tanto en cuestiones
tanto internas como externas. La reputación (ética y transparencia) resultó el
ítem mejor posicionado, seguido de experiencia del cliente, el clima laboral y
la competitividad. Sin embargo, el relevamiento de IDEA Joven alerta que
"a pesar de que todos los puntos obtuvieron mayoría de respuestas
positivas ('bueno' o 'muy bueno'), resalta el hecho de que aquellas que se
encuentran vinculadas a la relación con el empleado y con la comunidad son las
que muestran peor calificación: compromiso social y/o ambiental, condiciones de
contratación y organización del trabajo". Es decir, los jóvenes demandan
un mayor nivel de compromiso por parte de las organizaciones.
"El
mercado cada vez más eleva la vara a las empresas respecto al compromiso que
deben asumir frente a la sociedad y los jóvenes son protagonistas de este
cambio de perspectiva", sostiene el informe. De hecho, el 88% de los
encuestados considera importante que las organizaciones asuman un propósito que
imprima a sus objetivos de negocio un sentido social y que impulse un cambio
positivo en el entorno. De ese porcentaje, el 37% argumenta que la empresa es
parte de la sociedad en su conjunto y como tal, debe contribuir al desarrollo
de la misma; mientras que el 35% cree que deben hacerlo simplemente porque es
lo correcto. Un tercio más pragmático responde que hacerlo eleva el compromiso
del empleado así como mejora la imagen y, por tanto, el negocio de la empresa.
Apenas un 9% dice que es necesario para garantizar la sostenibilidad de la
empresa y del entorno.
En otros
temas abordados por la encuesta el 65% considera que la organización que integra
fomenta el desarrollo de carrera a partir de la igualdad de oportunidades. Para
alcanzar esto tienen en cuenta que posean procesos de selección y postulación
transparentes y abiertos; apoyo para el desarrollo tanto dentro como fuera de
la compañía; y políticas de inclusión y diversidad; entre otros. También tienen
en cuenta las acciones para insertar en el mercado laboral a las nuevas
generaciones, y 9 de cada 10 cree que la mejor forma de hacerlo es a través de
las prácticas profesionales. En cuanto a la sustentabilidad, los jóvenes
afirman que la falta de maduración de la industria en esos temas y el hecho de
que no es una prioridad del top management, son las principales barreras. Por
último, respecto a la ética y la transparencia, el 71% de los jóvenes asegura
que los programas de compliance son muy importantes o imprescindibles.
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