Qué lindo fue venir hoy al trabajo, saliendo temprano de casa para llevar primero a mi nieto a su colegio, viendo como en cada cuadra -como estos últimos días- Messi se corporizaba en ese niño que caminaba por la calle de la mano de su madre; o quizás fuera ese paseaperros que esperaba por un Golden en la puerta de un departamento; o fuera ese abuelo que esperaba el colectivo con la camiseta de la selección recién planchada; o será quizás esa muchacha del delivery, que con una bicicleta, me pasaba en velocidad cuando estoy parado con el auto en un semáforo...
En una y todas las cuadras, una camiseta de la selección, de distintos momentos y torneos, la mayoría con su nombre en el dorsal; y todas y todos con una sonrisa dibujada en la cara y en el alma.
Me cruce con mil y un Messi y todos me sonrieron, soy feliz mientras manejo... Gracias Capitán!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario