Presentamos un reportaje publicado en la Revista Forbes, leemos en el artículo:
Martín Galdeano, CEO de Ford Argentina: "Producimos casi 30% más que antes de la pandemia"
El presidente y CEO de Ford Argentina asumió en plena pandemia y lidera la inversión de US$ 580 millones para reconvertir a la planta de Pacheco. Cuáles son los planes globales de la automotriz y en qué está pensando la marca del óvalo para el futuro.
Martín
Galdeano es presidente y CEO de Ford Argentina. Entrevistado por Forbes
Argentina, habla sobre el desafío de asumir en la empresa en medio de la
pandemia y con el objetivo de liderar una inversión de US$ 580 millones.
“Estamos en un nivel de transformación de la empresa que, por lo menos mi
generación, nunca vio hasta ahora”, asegura el CEO sobre el futuro de Ford en
la región.
-¿Cómo
fue tu experiencia desde que asumiste en plena pandemia?
-Asumí
el 1° de julio de 2020. Tuvimos una visión de, en ese contexto, colocar la
salud de nuestra gente como prioridad número uno, entonces paramos de producir
por 60 días y volvimos cuando estábamos seguros de que teníamos todos los
protocolos y toda la planta en orden para recibirlos. Algo que puede parecer
sencillo y es complejo es cómo mantener distanciamiento en una planta de
producción, entonces volvimos únicamente cuando estábamos seguros. Y la
dinámica del 2020 fue cómo manejamos esa coyuntura, ese contexto que nos
planteaba la pandemia, y a la vez cómo no dejábamos de pensar en el largo
plazo. Entonces allí hicimos un anuncio de inversión muy grande que es el
futuro de nuestra planta y nuestra marca en el país y en la región, así que esa
dinámica estuvo todo el año. Y el año pasado siguió: mientras estamos
produciendo, mientras estamos subiendo en los niveles de producción y de
exportación, seguimos renovando toda nuestra planta para tener la Ranger
2023.
-¿De
cuánto fue la inversión?
-De US$
580 millones: una renovación completa de la planta. Es un nivel de
transformación gigantesco que probablemente nosotros, que tenemos alrededor de
20 años en la empresa, no vimos nunca. Ese nivel de inversión también contempla
el desarrollo muy fuerte de autopartes. Y aumentamos la producción, tomamos
casi 570 colaboradores. Hoy, si mirás nuestro nivel de producción, es casi un
30% más alto de lo que producíamos antes de la pandemia.
-Porque
hay una demanda de pick-ups gigantesca, y una demanda de Ranger específica
gigantesca en Argentina y en todos los mercados de Latinoamérica donde
exportamos. Entonces, ese manejo del día a día y la visión de tener un pie en
el día a día y un pie en el largo plazo nos funcionó, nos sigue funcionando y
es la prioridad. Hicimos una transformación muy profunda de nuestro portafolio
de productos, enfocada en pick-ups. Tenemos la línea más completa de pick-ups,
desde una Maverick, la Ranger (que producimos acá en Pacheco), la F-150, que es
un ícono de las pick- ups, y dentro de eso también están las Raptor. Tenemos la
primera pick-up electrificada que estamos lanzando, una 150 híbrida. Es un año
muy desafiante con muchos temas en la mesa, y la verdad es que nos sentimos muy
bien. Es paradójico, pero el equipo ha hecho un gran trabajo.
-Era
un contexto desesperante...
-Ahora
parece muy lejano, pero la situación era horrible. Eran momentos de
incertidumbre muy altos. Y en ese contexto no abandonamos sino que reforzamos
nuestro trabajo con la comunidad. Tuvimos un programa, Covid Relief, a través
del cual ayudamos a 900 familias con higiene personal para la lucha contra el
Covid.
-¿Cuánto
de lo que produce hoy la planta de Pacheco va para el mercado argentino y
cuánto al exterior?
-El 70%
de lo que hacemos en Pacheco es para mercados de exportación, le llamamos
Latinoamérica. De México inclusive para abajo exportamos a la mayoría de los
mercados. Brasil por supuesto es un mercado muy importante, es alrededor de un
35% o 40% de lo que hacemos.
-¿Y
el mercado brasileño tiende a ser más estable que el argentino?
-El
mercado de pick-ups en general es un mercado bastante estable. En esta pandemia
y en esta crisis de semiconductores se ha mantenido bastante estable con
niveles de demanda muy fuertes. Históricamente, en Argentina, entre 12% o 14%
de la industria era de pick-ups medianas (las que producimos en Pacheco, como
la Ranger) y hoy está cerca del 20%, con momentos donde supera el 20%. Entonces
se mantiene más neutral o no afectada por esos vaivenes de la industria.
-¿Por
qué?
-Por
ahí con las pick-ups estamos teniendo como objetivo clientes variados. Tenés al
campo, por supuesto, que es muy demandante. Tenés mucho uso personal, clientes
que han elegido una pick-up, porque hoy tiene último nivel de seguridad, de
confort, tiene toda la tecnología. Entonces hay gente que usa la pick-up como
vehículo personal y le da esa flexibilidad para viajar con su familia o cargar
algo o llevar bicicletas. Toda esa diversidad de clientes que se han acercado a
las pick-ups por el nivel de confort, por el nivel de tecnología y de seguridad,
hace que sufra menos en momentos de crisis.
-¿Ford
va a dejar de hacer autos definitivamente?
-Estamos
teniendo como objetivo en nuestro portafolio pickups, SUV y vehículos
comerciales, y tenemos participación en algunos segmentos de autos como por ejemplo
el Mustang o el Mondeo. En algunos otros mercados seguimos ofreciendo autos, en
Argentina y en Sudamérica te diría que esa es nuestra prioridad: pick-ups,
vehículos comerciales y SUV, y dentro de eso ofrecer todo lo bueno de Ford a
nivel global en la región y en Argentina.
-¿Cuánto
piensan producir el año que viene en función de la transformación que
están haciendo en la planta?
-Vamos
a duplicar la capacidad de la planta. Hoy estamos haciendo casi 300 camionetas,
así que no publicamos datos de capacidad, pero eso, para dar una idea de la
magnitud, es un cambio gigantesco. Va a depender de la demanda, pero vamos a
tener capacidad y vamos a estar teniendo como objetivo muchos nuevos mercados
de exportación. Esa es la agenda que tenemos dentro de Ford que por supuesto la
trasladamos a Adefa, también.
-¿Cómo
impactó la crisis de los semiconductores?
-Hay
algunos estudios globales (depende del estudio que tomes) que dicen que la
industria automotriz va a producir entre 10 y 12 millones de unidades menos a
nivel global. Y en Argentina nos ha impactado bastante fuerte en la producción
de Rangers y por supuesto la producción, la habilidad de complementar con
importados de otras regiones, nos ha pegado bastante fuerte.
-Hubo
un debate hace un tiempo con el presidente de Toyota, Daniel Herrero, que decía
que no conseguían personal adecuado para producir. ¿A Ford le pasa algo
similar?
-Uno de
los pilares principales de nuestros programas de RSE es la educación,
justamente. Nos enfocamos, desde que tenemos una escuela técnica dentro de
nuestro complejo industrial, en las escuelas rurales e invertimos con muchos
programas. Desde la pandemia hemos incorporado 570 nuevos colaboradores y no
hemos tenido grandes problemas, hemos trabajado mucho con el sindicato y con
nuestra área de reclutamiento.
-¿Cuáles
son las condiciones de la Argentina que favorecerían un poco más la
producción?
-Cuando
mirás un proyecto de inversión como el que anunciamos, de casi US$ 600
millones, lo que estás buscando es una escala más allá del mercado argentino.
Nosotros no hacemos esa inversión para vender Ranger en la Argentina, lo que
estamos buscando es una competitividad de la industria que nos permita llegar a
la Argentina y a todos los mercados de Latinoamérica o a la mayor cantidad de
mercados de exportación que podamos. Entonces, para eso, ¿qué buscamos?
Buscamos competitividad en toda la cadena de valor (por ejemplo, en calidad y
costo lo tenemos, en pick-up, sobre todo), y armonía en la llegada de nuestros
productos a otros mercados. ¿Qué quiero decir con esto? Que la habilidad de
llegar con una Ranger a un mercado brasileño, chileno o colombiano sea
equivalente a lo que llegarían con un producto producido en otro país. En la
industria competimos por supuesto con otras marcas, pero en Pacheco competimos
internamente contra otras plantas que hacen Ranger, entonces esa armonía como
país que consigue la exportación de productos automotrices es muy importante.
Es difícil que vos veas a alguien de la industria hablando de variables
macroeconómicas. Eso es lo que tiene que ser, ¿sí? Entonces no me vas a
escuchar a mí o a otros hablando de a cuánto tiene que estar el dólar? Nosotros
buscamos competitividad estructural, el resto es pasajero o es coyuntural de
ese momento. Eso es lo que buscamos, entonces, cuando invertís la cantidad que
estamos invirtiendo para un proyecto como el que estamos haciendo, buscamos una
escala en la planta que no te la da la Argentina solamente, o que te lo da la
Argentina más los mercados de exportación.
-¿Y
las condiciones en la Argentina, en esa búsqueda, están muy lejos de lograrlas?
-Hay
muchos elementos que venimos discutiendo con toda la cadena de valor,
proveedores, sindicato, Gobierno, que es la visión 2030 de la industria
automotriz. Eso tiene una serie de leyes (son cuatro proyectos, algunos están
en el Congreso) que tienen los elementos clave que hacen a la competitividad de
la industria automotriz, sea en el modelo actual (producción de combustión
interna) o mirando al futuro en movilidad sustentable, por ejemplo. ¿Cómo vamos
a transicionar la industria argentina de un vehículo a combustión a un vehículo
eléctrico o electrificado? Eso lo estamos buscando ahora, y me podés decir: “Bueno,
pero con los vaivenes o la volatilidad que podés tener hoy, ¿por qué te ocupás
del futuro?”. Porque tenés que estar mirando hoy, pero también mirando al
futuro; lo que decía al principio, eso es muy importante para una industria que
tiene plazos largos. Entonces ese trabajo conjunto me parece que tiene todos
los elementos clave, tiene esto de armonización de cómo llegan los productos
argentinos, competitividad, por ahí algunos temas impositivos.... Todo eso está
en esas leyes.
-¿Lo
trabajaron con todas las terminales?
-Todas
las terminales, todas las cámaras de la cadena de valor, de proveedores,
cámaras de concesionarios, el sindicato y el Gobierno. Todos. Creo que fue un
trabajo que demuestra que, cuando te sentás en una mesa a dialogar y entendés la
posición del otro, salen buenas cosas. Hay que terminar de redondearlo, porque
todavía no se convirtió en ley; es lo que esperamos, pero es un gran trabajo el
que se hizo.
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