miércoles, 6 de agosto de 2025

Huellas: ¿Sos parte del caos corporativo o todavía tenés salvación? - artículo

Hoy le traemos un artículo del Cdor. Sergio García Conzález, publicado en Linkedin, donde  la Lic. Carolina Raffo nos nos presenta los siguientes interrogantesEn un entorno laboral donde lo complejo se lleva los brillos y lo humano a veces parece un lujo, este texto nos recuerda algo esencial: no se trata de ser perfectos, sino más prácticos, empáticos y colaborativos… y más graciosos. Con humor inteligente y verdades incómodas, nos invita a revisar nuestras actitudes más cotidianas—quejarse, hablar sin parar, compararse—y a reconocer que, a veces, el mayor acto de liderazgo es saber escuchar, contenerse o simplemente decir “basta” a tiempo. Porque trabajar con otros no debería implicar dejar el alma en la puerta.. 

Leemos en el artículo:

¿Sos parte del caos corporativo o todavía tenés salvación?

En el mundo complejo y diverso mundo laboral, nuestras cualidades humanas pueden ser tanto nuestra mejor arma como nuestro peor enemigo. Estas líneas no pretenden darte una lista mágica para convertirte en el empleado del mes (aunque, quién sabe, capaz te ayuda).

Más bien, exploraré cómo ciertas cualidades básicas—como escuchar más que hablar o aceptar que todos metemos la pata—pueden hacer que la vida en la oficina sea un poco menos caótica y mucho más llevadera. De hecho, no intento plasmar un manual corporativo, sino de una mirada para sobrevivir con dignidad y humor en medio del torbellino organizacional.

¿Quién no ha tenido un compañero de trabajo que parece competir por el premio al "Campeón Olímpico de las Quejas"? O ese otro incontinente verbal que habla sin parar; tanto, que te hace pensar si alguna vez ha escuchado el sonido de su propia respiración. Y ni hablar de los que convierten cada error en un drama digno de telenovela.

Porque ser mejor persona en la oficina no tiene por qué implicar perder el alma… ni mucho menos el sentido del humor. Así que, si estás listo para reírte un poco de tus propios defectos (y de los de tus colegas), continúa leyendo….

1. Quejarse es fácil, contenerse es arte No se trata de tragarte todo, ni que todo te resbale. Se trata de que tu nivel de queja supere el ruido del ventilador viejo que sigue girando en Recursos Humanos desde 2008. Si vas a ventilar frustraciones, que sea con memes y sarcasmo bien dosificado.

2. Hablás demasiado. Y sí, lo notamos. La regla es simple: dos orejas, una boca. Si hablás como si tuvieras tres bocas, revisá tu ratio de sabiduría pontificada vs. oxígeno desperdiciado. Escuchar sin juzgar es la característica del nuevo liderazgo.

3. Compararse: el deporte olímpico del burnout Nada más tóxico que mirarle el Excel al de al lado y decir "yo debería estar ahí." Tengo una noticia para darte: ese Excel tampoco suma. Cada quien es cada cual:  Tu camino, tu ritmo, tu café.

4. Problemas imaginarios: 100% libres de realidad Dale, no armes un apocalipsis mental por algo que ni siquiera pasó. Pensar está bien. Pensar en bucle, no. La oficina ya es suficientemente caótica sin tus spin-offs internos.

5. Error = Humano. Juicio constante = Pesado. Si vos te equivocás, y yo me equivoco… ¿qué hace que nuestros errores sean distintos y adquieran diferente dimensión? Exacto: el Sr. Ego. Bajalo. Empatía es el nuevo KPI que no aparece en el tablero, pero define todo.

6. El exceso, ese traidor silencioso Demasiado trabajo, demasiada comida, demasiadas reuniones… equilibrio, ese unicornio corporativo. Aprendé a decir “no” sin culpa y “basta” sin drama. (incorporá esas palabras, que ordenan, disciplinan y establecen “fronteras”)

Si en estas consideraciones no te reconocés, o no reconocés gente próxima a tu entorno……al menos te hizo sonreír un poco… que ya es bastante.  Y siempre, como tallado en piedra, recordá que si todo falla, siempre podes fingir que sabes lo que haces… como todos los demás….

 


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