Hoy presentamos un artículo del Lic. Pablo Berman, Director
Regional de MAPLE LEAF Human Resources and Management (www.maplehr.com), sobre los trastornos que está trayendo el
trabajo en casa o Home Office en los distintos profesionales que están desarrollando
esa modalidad de trabajo.
Leemos en el artículo:
Como manejar la ansiedad en tiempos de Jail Office
Cuando algunos profesionales comparan el modo de
trabajar actual como home office, debo discrepar, ya que en vez home office
(oficina en el hogar), la mayoría de los profesionales sienten al mismo como
jail office (oficina cárcel), prevaleciendo en ellos un sentimiento donde
reconocen el agotamiento, pero que no pueden “escapar” del círculo de elevada
presión, ansiedad y stress que atraviesan.
A través de nuestros contactos como lecturas
profesionales, hemos apreciado una o varias de las siguientes características
que predominan en varios profesionales:
- Aumento elevado de su carga laboral habitual.
- Los descansos son de menor duración que los habituales en la oficina o, directamente, no existen.
- Demanda de sus superiores mayor que en un periodo normal (demanda que trasladan su propia ansiedad emanada por sus superiores, como un efecto cascada).
- Incertidumbre sobre el retorno a la oficina y, por ende, temor sobre la estabilidad laboral futura.
- Conversaciones fuera del horario habitual, o incluso durante la noche o el mismo fin de semana.
- Problemas de salud físicos (dolores de espalda, cefaleas, alteraciones en el sueño, etc.)
- Alteraciones en la alimentación con sus consecuencias digestivas.
- Falta de diferenciación entre su vida personal y laboral (principalmente en aquellas personas con niños o personas mayores a cuidar).
- Aumento de la irritabilidad e irascibilidad con quienes interactúa laboral como en su vida familiar.
- Mayor consumo de alcohol, tabaco u otras drogas.
No es propósito de esta nota únicamente mencionar
los problemas; lo que se busca en el mismo es sugerir soluciones ante un mundo
diferente al que transitábamos apenas seis meses atrás y que debemos tratar de
sobrellevarlo.
ESTABLEZCA Y MANTENGA SU RUTINA
Prepárese –Cuide
su higiene personal y presencia, vístase como lo haría para ir a su trabajo
normalmente, coma el mismo desayuno que come habitualmente. Es importante
sostener su rutina habitual.
Establezca rutinas pre y post trabajo –El tránsito de su casa al trabajo es un
amortiguador que le facilita prepararse para este último. Por esto es
aconsejable que genere rutinas que amortigüen su vida familiar y laboral.
Escuchar la radio, música, tomar un café, son algunas alternativas antes de
empezar su jornada laboral
Al final de su trabajo, genere un proceso que medie
entre éste y su vida laboral, aunque se halle entre su espacio y el resto de su
familia a pocos pasos.
Seleccione su lugar físico de trabajo –Establezca un lugar específico y absolutamente fijo
(puede ser desde una habitación hasta la esquina de una mesa en su comedor)
para que usted fije mentalmente su territorio laboral. Lo importante es
reforzar los límites entre su trabajo y su vida personal.
Replique su horario laboral –Acomode su horario al que habitualmente lleva en la
oficina. Psicólogos americanos afirman que «Lo habitual que usted haga y le
permita sentirse normal, siga haciéndolo, le será de utilidad”.
Descanse y Almuerce –Establezca momentos donde pueda descansar sus ojos
de las pantallas, camine, aunque sea unos metros por su casa o incluso
prepararse un café. Cuando es su almuerzo, descanse su vista y coma tranquilo
(si es preciso, coloque su teléfono celular en modo avión para no recibir
llamadas).
Administre su tiempo –Fije metas razonables todos los días, y haga un
cronograma lógico. Acepte que usted tiene un límite diario para poder trabajar.
Si piensa que debe hacer un trabajo extra, evalué objetivamente si puede el
mismo esperar un día. Fije prioridades para el trabajo y de ser necesario acuérdelas
con su superior o resto del equipo de trabajo.
Asuma la existencia de dificultades –Hay días que serán mejores que otros. Pero cuando
hay inconvenientes haga un examen si el mismo puede ser encarado al día
siguiente, como si fuera un día habitual en su oficina.
CONÉCTESE
Fomente la comunicación no verbal –Con superiores, pares, personal a cargo y
proveedores como clientes, trate que haya reuniones para contactarse a través
del teléfono o por video conferencia; tener una visión integral donde pueda
apreciar su lenguaje corporal, su entonación o incluso risas… es humanizar la
comunicación.
No se ajuste a lo laboral –Cuando usted trabaja con sus pares suele hablar de
determinados temas ajenos al trabajo (deportes, programas de televisión, etc.).
No dude de intercalar alguna observación ocasionalmente, como lo haría en una
reunión habitual.
Comente abiertamente éxitos como inquietudes –Si algo le sale bien compártalo con sus compañeros
y, cuando tenga alguna duda o inquietud, expréselo y pida ayuda (usted
trabajará solo, pero no está aislado)
CUÍDESE
Socialice –Comuníquese
de forma frecuente con las personas con quienes trabaja fuera de trabajo (un
happy hour virtual), familiares y amigos.
Descanse su vista –Continuamente apegarse a la pantalla de un
computador, celular o una tableta pueden producir una fatiga visual, que puede
promover jaquecas o migrañas, así como dificultades para concentrarse.
No altere su ritmo alimenticio –Cuide sus horarios habituales de almuerzo y cena.
No diga que la culpa es de la cuarentena… esta es su responsabilidad.
No altere su ritmo de sueño –La higiene y salud tiene que ver con un ritmo de
descanso sano y proactivo. Dormir poco es un excelente generador de agotamiento
mental.
Reconozca si precisa ayuda –Consultre con un profesional de la salud si percibe
que el stress interfiere con sus actividades y sus relaciones. ¡Usted no es
perfecto!
Espero haber sido de utilidad y recuerde algo:
usted debe controlar la situación, porque al revés el desenlace no suele ser
satisfactorio.
Fuentes de información: Health Canada, CDC y NHS-UK
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