274 - Sistemas Administrativos
viernes, 29 de mayo de 2020
miércoles, 27 de mayo de 2020
Huellas: El futuro en las oficinas II
Seguimos explorando el tema del impacto del coronavirus en las
oficinas y cómo debería ser el diseño que se debería de tener en cuenta en las
nuevas locaciones, en ese caso acercamos otro artículo publicado en el diario
La Nación, sobre el posible futuro de las oficinas, a partir de lo que estamos viviendo
a nivel mundial:
Leemos en el artículo:
El
regreso a la oficina. Cómo será el día después de la cuarentena por el
coronavirus
Por Domingo
Speranza, CEO de Newmark Knight Frank - Argentina
Sin dudas, el
coronavirus Covid19 puso todo patas para arriba en unos pocos días. En horas,
los recursos tecnológicos de las empresas nos sorprendieron a todos permitiendo
que continuemos trabajando desde nuestras casas. Como el ser humano es sin
dudas un animal de costumbre, en pocos días más consideraremos normal y
cotidiano el trabajar en la mesa de casa, cocinar y usar plataformas
colaborativas virtuales para compartir reuniones, archivos y conversaciones.
Por otra
parte, Gobiernos, infectólogos científicos y empresarios en general miran
atónitos el crecimiento del contagio sin saber bien los pasos a seguir en
una semana, cuanto menos en unos pocos meses. Ahora bien, como profesionales
del sector inmobiliario corporativo es parte de nuestra misión pensar en el día
después, en el momento en el que podamos -del modo que de a poco encontremos-
regresar a nuestras oficinas.
¿Será un
regreso "a la normalidad"? Sin dudas que no. Nadie imagina pasar
encerrado un mes para luego hacinarse en el tren el primer día de trabajo, o
tomar el ascensor colmado, apoyarse en una cafetería y en el área de relax de
la oficina como antes. Entonces surgen ciertos interrogantes
que no dudo nos obligarán a replantearnos el modo en el que trabajaremos y la
estrategia de workplace a implementar.
Ahora la
paradoja será reconstruir la economía y poner en marcha a las empresas con
menos gente en sus oficinas, pero sin reducir su footprint. La superficie por empleado forzosamente obligará a disponer
escritorios, áreas y densidades de otro modo. Al mismo tiempo, la
inversión en edificios será importante. Ascensores, recepciones, tecnologías
que permitan desde dispositivos móviles acceder a edificios, salas de
reuniones, sin necesidad de filas, aglomeraciones y esperas formarán parte de
las nuevas demandas. De la misma forma, imaginemos el impacto en aeropuertos
-que claramente no están destinados a permanecer cerrados de por vida–
centros comerciales, industrias, transporte público, hoteles, bancos y todo
activo inmobiliario.
Por eso
armemos un pequeño check list o agenda de temas a
tener en cuenta para llegar sin sobresaltos al día después:
Mantengamos
distancia. Implementar la distancia social, en áreas públicas,
pero también en ascensores, halls de acceso y
recepciones.
De-densificar las
áreas de trabajo. Cómo salir del benching y el hoteling, modalidades que no solo estaban
cambiando la densidad y el impacto económico de los costos de ocupación, sino
la modalidad de trabajo pasando al modelo colaborativo, donde los puestos no
son fijos y sí reducidos y multiusuarios. Cabinas de telefonía, micro salas de
reuniones y cafeterías con barras comunes ya no funcionarán como hasta ahora:
deberemos, sin dudas, repensarlas.
¿Volveremos a la
oficina cerrada o asignada? Claramente
no, pero la situación impone reinventar la dinámica del espacio sin asignar.
Regresar a la oficina considerando no compartir de cualquier modo escritorios,
asignándolos por día con previa desinfección ante un nuevo usuario del espacio,
días de trabajo remoto y otros presencial, nueva distribución de espacios donde
esto sea posible, serán algunas de las alternativas ante la vuelta a la
oficina.
Tecnología como
aliada. Sin duda, la tecnología deberá ser la gran aliada
de este proceso. Donde su desarrollo y uso masivo no serán más que factores de
democratización de acceso al trabajo y colaboración. Pero cuidado con compartir
teclados, teléfonos o mouses, que pueden transformarse en gran medida en
agentes de contagio al entrar en contacto con ellos si no son higienizados
correctamente.
Definir protocolos
de limpieza. En todos los ámbitos deberemos ser cada vez más
trasparentes con los protocolos para usuarios, visitas, personal interno y
externo y cómo actuar ante cada caso. Empoderar y educar será uno de los
desafíos previos al regreso. Implementar y controlar, el del día después. Tanto
la higiene del área de trabajo, de los objetos personales, la recepción de las
visitas y conducta en reuniones como el uso de dispositivos, rutinas de
mantenimiento de áreas propias y comunes impactaran no solo en la vida diaria
sino en los insumos, tareas y costos de expensas, mantenimiento y
prioridades.Cambios y limpieza de filtros, ventilación de espacios, elección de
materiales y texturas dentro del espacio de trabajo que faciliten la higiene y
el cuidado antibacterial serán los protagonistas de todo nuevo proyecto en el
futuro inmediato.
Seamos abiertos a
las nuevas formas de trabajo. El
distanciamiento social obligatorio nos permitió, aunque de modo coercitivo,
implementar el trabajo remoto sin dejar de ser colaborativos y nos desafió a
construir y mantener el ADN de cada corporación, pequeña o microempresa.
Pensemos entonces de modo abierto que la forma de trabajar de ahora en más no
será como lo conocíamos hasta el 20 de marzo pasado. Es más, no quedan dudas de
que cambiará. No será mejor ni peor, será la que tengamos. Hagamos entonces que
lo sea y volvamos mejores de esta.
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martes, 26 de mayo de 2020
Huellas: El futuro en las oficinas
Seguimos explorando el tema del impacto del teletrabajo o Home Office a partir de la pandemia que
estamos viviendo, en este caso, acercamos otro artículo publicado en el diario
La Nación, sobre el posible futuro de las oficinas, a partir de lo que estamos
viviendo a nivel mundial:
Leemos en el artículo:
Carambolas de una vida en la que las oficinas podrían ya no
estar... o ser opcionales
Hubo que ajustar algunas cosas: mandar la torta cuando alguien
cumple años o las cervezas para un after office por
delivery, pero por fuera de eso la adaptación de Digodat, una empresa argentina
de analítica y ciencia de datos, para operar 100% con teletrabajo fluyó sin
sobresaltos.
"Somos
50 y la oficina que teníamos nos quedaba chica, faltaban salas de reunión y
videollamadas y el comedor estaba explotado -cuenta Alan Daitch, cofundador de
la firma-; antes de la pandemia teníamos decidido agregar una segunda sede, con
lo cual duplicábamos costos y problemas administrativos. Siempre tuvimos el
trabajo remoto optativo pero no hubo problemas en pasarlo a forzoso; la gente
trabaja más cómoda y no pierde tiempo en viaje. El diseño posCovid es tener un
espacio físico sin puestos fijos, para reuniones de equipo una o dos veces por
semana. Ahorramos mucho en costo, tiempo y foco".
Casos como el
de Daitch y Digodat se multiplicaron en las últimas semanas. Empresarios que
devuelven muebles, o directamente oficinas enteras, o que cancelan arreglos en
lugares físicos comprometidos antes del Covid-19. "El día de marzo que me
llevé las cosas a mi casa para trabajar ?por dos semanas' pensé: ?Si esto más o
menos funciona no volvemos a la oficina nunca más'", comenta una tuitera
en el vendaval de notas y análisis que aparecieron este mes vaticinando el fin
de la expendedora de agua fresca, de las charlas frente a la máquina de café, o
de las credenciales electrónicas para pasar la seguridad de la entrada.
En otras palabras, del fin de la vida corporativa y su catedral icónica: el
edificio de oficinas, una institución que ya tiene 200 años y cuyos vericuetos
fueron inmortalizados en productos pop como las series Mad Men o The Office, o las
tiras cómicas Dilbert o Teodoro y Cía .
Pasaron
apenas siete años del escándalo provocado por la entonces CEO de Yahoo, Marissa
Mayer, cuando se filtró el mail en donde les prohibía a sus 11.500 empleados
trabajar desde sus casas. En contraste, días atrás el CEO de Twitter, Jack
Dorsey, tomó la delantera y comunicó a los trabajadores de la red social que,
los que quisieran, podrían seguir con la modalidad de tareas virtuales aun
después de que ceda la pandemia. Trabajo remoto por siempre jamás.
A la
sentencia de muerte le siguió el "no tan rápido": el caso de Digodat
pertenece a una porción del 27%-29% (según un análisis de economistas de
Cippec) de los trabajadores argentinos cuyas tareas pueden migrar sin mayores
problemas a la modalidad remota. Cuando este porcentaje se corrige por la
disponibilidad de buena tecnología y de buena conexión en los hogares, la
proporción es menor al 20%. Y aun en esta porción hay opiniones divididas:
quienes no tienen hijos en edad escolar son más entusiastas con el acta de
defunción de la vida corporativa prepandemia.
Toda la familia en call o clases online a la misma hora... Se necesita un ambiente y un
dispositivo por persona para que eso pueda realizarse con un nivel de
razonabilidad. Hay que pensar en la sostenibilidad de este modelo",
expresó días atrás Martín Hazan, experto en comunicación digital. Mientras
tanto, se multiplican en los buscadores las consultas por la "fatiga de
Zoom" (por distintos motivos de exigencia de atención, estas reuniones
cansan mucho más que las presenciales), además de un naufragio del equilibrio
vida-trabajo.
Puede que sea
exagerado entonces hablar de "la muerte de?", pero sí hay cambios
drásticos en el horizonte. "El promedio de estimaciones de las consultoras
marca que un 30% de las personas que trabajaban en oficinas no volverá a sus
puestos físicos", dice ahora Andrés Hatum. Este número o incluso uno menor
implica una reducción empinada de los valores de venta y alquiler de los
activos vinculados. "Los precios de las oficinas fueron los que más
sufrieron con la crisis de 2001-2002, y ahora pasará lo mismo", sostienen
en Reporte Inmobiliario.
Así como hace
diez años se puso de moda, entre los estudios de arquitectura, especializarse
en proyectos sustentables, ahora muchos se están reconvirtiendo al nicho de
refacciones antipandemia. Accenture Argentina recibió la semana pasada
instrucciones de su casa matriz que estipulan un ancho mínimo de las escaleras
de todos sus edificios, para evitar contagios cuando se reabran. "Creo que
hay una buena oportunidad ahí para los espacios de coworking adaptados
-dice Hatum- y también estamos viendo un mayor protagonismo de las áreas de
recursos humanos, que están liderando este puente entre lo físico y lo virtual
en las empresas".
El
especialista en trabajo remoto Chris Herd publicó una serie de especulaciones
con efectos de "segundo, tercer y cuarto orden", que vendrán si la de
2020 se consolida como "la década del trabajo remoto". Entre ellas,
una mayor eficiencia y generación de riqueza por la multiplicación de
modalidades "asincrónicas" de trabajo: hasta ahora todo lo que se
decide en una empresa está acotado al tercio del día que sus integrantes
coinciden en ella. Esta sincronía, sostiene, vuelve más farragoso "que se
hagan las cosas" ("get stuff done").
Ya hablando
de otras carambolas a infinitas bandas, Herd prevé un renacimiento de los hobbies y la vida comunitaria y barrial, "lo
que puede llevar a relaciones más profundas y a combatir la soledad y el
aislamiento social". El emprendedor Carlos Miceli coincide en que se viene
una ola de start ups que promuevan la interacción local, en
contraposición con la tradición de ambiciones globales de este sector.
Herd y otros
entendidos ya hablan de un nuevo urbanismo o de ciudades que competirán por
atraer a la "aristocracia de la economía del conocimiento", que
buscará una mejor calidad de vida y un menor valor del metro cuadrado que el
que exigen hoy los grandes centros urbanos. Las claves de esta seducción: buena
conexión, buenos colegios y buen entorno natural.
Para Herd,
ahora que quedó en evidencia el enorme costo que representan las oficinas, en
las fusiones y compras que se vienen por la crisis económica lo primero que se
hará es "remotizar" al máximo todo lo que se pueda (ya hay un efecto
demostración que indica que se puede mucho más de lo que se pensaba antes).
Según Gastón
Remy, exCEO de Dow y de Vista y actualmente uno de los líderes de la iniciativa
"Seamos Uno" (350 integrantes que se auto-organizaron en reuniones en
zoom, sin verse la cara) la clave de este fenómeno está en las externalidades
de red: cuando todos trabajan así (y no queda gente afuera) se produce la
magia. Un nodo más agregado a la red implica un aumento más que proporcional en
todo el sistema, como ocurre con la mayor parte de los modelos de negocios
digitales.
Si es cierto
que "las crisis aceleran la historia", esto es algo que sin duda se
está viendo hoy en esta avenida temática. El físico ruso Andrei Vazhnov, ahora
CTO de una empresa europea grande y con residencia en París, contaba hace tres
lunes en una charla en el Instituto Baikal que antes de la pandemia el 5% del
talento top global en tecnología ni leía ofertas de trabajo que comprometieran
la presencia física en una oficina. "PosCovid, este porcentaje está
creciendo al 20% o al 30%", describe Vazhnov.
Si aunque sea
una parte de todas estas predicciones se cumplen es probable que en un futuro
cercano, cuando veamos The Office o Mad Men, o leamos las tiras de Dilbert o Teodoro, lo hagamos
con una mirada parecida a la que tenemos hoy cuando vemos una película de la
época victoriana, con sus tradiciones, folclore y coreografías de un pasado
remoto.
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lunes, 25 de mayo de 2020
Telxínoe: Roberto Fontanarrosa VI
Hoy presentamos nuevamente un video de Hernán Casciari, esta vez nos presenta un cuento de Roberto Fontanarrosa:
viernes, 22 de mayo de 2020
Relación entre Estructura y Sistemas
En general, solemos definir a una organización exitosa como aquella cuyo
funcionamiento económico le permita obtener resultados o beneficios
sustentables, esto le permitirá sobrevivir primero y luego crecer con el
transcurso del tiempo. Para poder lograrlo deberá contar con los siguientes
elementos:
Un “producto” o “Servicio”,
entendiéndose por tal a la actividad principal a que se dedique esa
Organización; que pueda ser colocado en Un “mercado”, o sea que exista un público usuario o consumidor de esos
productos o servicios, Una “tecnología”
utilizada para generar esos productos o servicios y colocarlos en el mercado,
Una “estructura financiera” o sea el
Capital disponible necesario para acceder a la tecnología que le permita
producir eficientemente.
Pero todo esto, por sí solo no
alcanza, todos estos factores (producto, mercado, tecnología y capital) debe
estar unido a una “dirección” activa
y dinámica que establezca objetivos, estrategias y controle su cumplimiento.
Los sistemas administrativos,
serán el vehículo por el cual se pueda concretar los logros de la organización, ya que todos
los elementos antes mencionados son determinantes, pero para lograrlo en forma
efectiva, la generación de bienes, la búsqueda de un mercado, la definición de
la tecnología que se utilizará en ese proceso productivo y la eficiente
utilización de los recursos financieros, será el resultado de una gran cantidad
de decisiones y operaciones menores, las que deben desarrollarse en forma eficientemente, para que
sumadas den los resultados esperados. Esas múltiples operaciones deben ser
llevadas a cabo empleando una estructura administrativa adecuada.
Es a través de un sistema
administrativo adecuado se ejecutarán las decisiones de detalle
correspondiente a: el movimiento y custodia del dinero y las mercaderías; al
producto, para que este sea fabricado y esté disponible para el cliente en la
calidad, tiempo y condiciones requeridas; al manejo del personal de la empresa;
al registro y control de los bienes, etc. Sin embargo esta adecuada
organización administrativa por sí sola no asegura el éxito de la organización,
ya que ella no puede generar los productos, ni el capital necesario o el
mercado; pero la falta de un sistema
administrativo eficiente, puede acabar con la mejor combinación de
factores.
En el desarrollo de esa organización, una buena y eficiente Dirección,
encarará los problemas que se le presentan y los irá solucionando, con buenos
productos, tecnología y capital, haciendo productiva y eficiente a su organización.
Pero cuando los problemas a solucionar son de índole administrativa, existen
dos factores que comprometen la labor directiva, colocándola en una situación
delicada:
1) Un factor de especialización. Por formación, extracción y convicción
los dirigentes de empresas le asignan prioridad a los temas o áreas que generan
beneficios en forma directa: Producción, Comercialización y el área Financiera.
Sin embargo la Administración, desde su punto de vista, es un sector
improductivo y lo suficientemente complicado como para asignarle preferente
atención.
2) Un factor de complejidad: porque que la eficiencia en los sistemas
administrativos se logra por la suma de una gran cantidad de operaciones, en
otras palabras para que sistema administrativo sea eficiente, cada una de esas
partes debe serlo. Generalmente un problema surgido en el área administrativa,
requiere un largo y difícil trabajo de introducción de cambios implementación
de sugerencias y modificaciones en los procedimientos, tratando de vencer
resistencias inconscientes o interesadas, para su solución. Siendo este proceso
mucho más difícil y de resultados más inciertos que logro de éxitos en las
otras áreas consideradas, (Producción, Comercialización, etc.), donde el
resultado exitoso se basa en el grado de creatividad con el que hayan sido
concebidos los proyectos y en la correcta implantación de grandes normas o
políticas. Es por ello que la Dirección tiende a no ver, o a no asignar la
debida importancia a estos problemas de hacer eficientes los sistemas
administrativos de sus organizaciones.
Siguiendo al autor Fernando Magdalena (1995), existen dos tipos de
análisis para este tipo de problemas administrativos:
a) En el “Análisis
Estructural” la unidad de estudio es el “Departamento, sección, división, gerencia”
en particular, o sea la unidad de organización a la que se asigna un conjunto
equilibrado de funciones que ocupen todo su tiempo disponible, le permita
cubrir sin sobrecargas las tareas asignadas aprovechando de la mejor manera
posible las ventajas de la especialización. Completado este análisis se obtiene
como producto un gráfico que vincula a todos los integrantes de la
organización, (“Organigrama”); y un manual que describe lo que cada uno
debe realizar en ella, denominado “Manual de organización”.
b) En el “Análisis de Sistemas”, la unidad básica de análisis es la “tarea o
conjunto de tareas” que conforman un circuito o rutina. Se enfoca no ya a un
departamento en particular, sino la atención se centra en un grupo de tareas
homogéneas y repetitivas, examinando la actuación que le cabe a cada sector en
los procesos que hacen a la consecución integral de la tarea o proceso. Se
pretende poner de manifiesto la continuidad en la participación de cada sector,
independientemente del nivel jerárquico de las unidades de organización
establecidos por el análisis estructural. El producto obtenido es un gráfico
que representa el fluir de la información por los diversos sectores, en
relación a un tipo de tarea repetitiva, (“Cursograma”); y un “Manual de
Procedimientos” que describen cómo y cuándo cada uno de los sectores
intervinientes debe ejecutar las tareas o labores que en su conjunto hacen al
circuito o proceso bajo análisis.
Por lo tanto, el Sistema
Administrativo de una organización constituye el medio a través del cual
las decisiones de política o estratégicas adoptadas por los niveles superiores
de la misma, se concretan en una serie de múltiples decisiones que resuelven
casos individuales y que a través de la conformación de rutinas de trabajo van
configurando la actividad administrativa total de la Organización. Es a través
del Sistema Administrativo que se
trasmiten, registran y conservan los soportes de información mediante los
cuales se comunican documentadamente las decisiones que impulsan los actos
físicos, (Comprar, vender, pagar, cobrar, etc.); además se lo utiliza para
recoger los datos de las fuentes productoras de los mismos, elaborarlos y
retransmitirlos a los centros de decisión, para que tengan conocimiento de los
resultados de la ejecución de sus órdenes, cerrando de esta manera el circuito
de retorno, conocido como proceso de control.
Entradas relacionadas:
Huellas: Home Office o Jail Office - artículo de Maple Leaf
Hoy presentamos un artículo del Lic. Pablo Berman, Director
Regional de MAPLE LEAF Human Resources and Management (www.maplehr.com), sobre los trastornos que está trayendo el
trabajo en casa o Home Office en los distintos profesionales que están desarrollando
esa modalidad de trabajo.
Leemos en el artículo:
Como manejar la ansiedad en tiempos de Jail Office
Cuando algunos profesionales comparan el modo de
trabajar actual como home office, debo discrepar, ya que en vez home office
(oficina en el hogar), la mayoría de los profesionales sienten al mismo como
jail office (oficina cárcel), prevaleciendo en ellos un sentimiento donde
reconocen el agotamiento, pero que no pueden “escapar” del círculo de elevada
presión, ansiedad y stress que atraviesan.
A través de nuestros contactos como lecturas
profesionales, hemos apreciado una o varias de las siguientes características
que predominan en varios profesionales:
- Aumento elevado de su carga laboral habitual.
- Los descansos son de menor duración que los habituales en la oficina o, directamente, no existen.
- Demanda de sus superiores mayor que en un periodo normal (demanda que trasladan su propia ansiedad emanada por sus superiores, como un efecto cascada).
- Incertidumbre sobre el retorno a la oficina y, por ende, temor sobre la estabilidad laboral futura.
- Conversaciones fuera del horario habitual, o incluso durante la noche o el mismo fin de semana.
- Problemas de salud físicos (dolores de espalda, cefaleas, alteraciones en el sueño, etc.)
- Alteraciones en la alimentación con sus consecuencias digestivas.
- Falta de diferenciación entre su vida personal y laboral (principalmente en aquellas personas con niños o personas mayores a cuidar).
- Aumento de la irritabilidad e irascibilidad con quienes interactúa laboral como en su vida familiar.
- Mayor consumo de alcohol, tabaco u otras drogas.
No es propósito de esta nota únicamente mencionar
los problemas; lo que se busca en el mismo es sugerir soluciones ante un mundo
diferente al que transitábamos apenas seis meses atrás y que debemos tratar de
sobrellevarlo.
ESTABLEZCA Y MANTENGA SU RUTINA
Prepárese –Cuide
su higiene personal y presencia, vístase como lo haría para ir a su trabajo
normalmente, coma el mismo desayuno que come habitualmente. Es importante
sostener su rutina habitual.
Establezca rutinas pre y post trabajo –El tránsito de su casa al trabajo es un
amortiguador que le facilita prepararse para este último. Por esto es
aconsejable que genere rutinas que amortigüen su vida familiar y laboral.
Escuchar la radio, música, tomar un café, son algunas alternativas antes de
empezar su jornada laboral
Al final de su trabajo, genere un proceso que medie
entre éste y su vida laboral, aunque se halle entre su espacio y el resto de su
familia a pocos pasos.
Seleccione su lugar físico de trabajo –Establezca un lugar específico y absolutamente fijo
(puede ser desde una habitación hasta la esquina de una mesa en su comedor)
para que usted fije mentalmente su territorio laboral. Lo importante es
reforzar los límites entre su trabajo y su vida personal.
Replique su horario laboral –Acomode su horario al que habitualmente lleva en la
oficina. Psicólogos americanos afirman que «Lo habitual que usted haga y le
permita sentirse normal, siga haciéndolo, le será de utilidad”.
Descanse y Almuerce –Establezca momentos donde pueda descansar sus ojos
de las pantallas, camine, aunque sea unos metros por su casa o incluso
prepararse un café. Cuando es su almuerzo, descanse su vista y coma tranquilo
(si es preciso, coloque su teléfono celular en modo avión para no recibir
llamadas).
Administre su tiempo –Fije metas razonables todos los días, y haga un
cronograma lógico. Acepte que usted tiene un límite diario para poder trabajar.
Si piensa que debe hacer un trabajo extra, evalué objetivamente si puede el
mismo esperar un día. Fije prioridades para el trabajo y de ser necesario acuérdelas
con su superior o resto del equipo de trabajo.
Asuma la existencia de dificultades –Hay días que serán mejores que otros. Pero cuando
hay inconvenientes haga un examen si el mismo puede ser encarado al día
siguiente, como si fuera un día habitual en su oficina.
CONÉCTESE
Fomente la comunicación no verbal –Con superiores, pares, personal a cargo y
proveedores como clientes, trate que haya reuniones para contactarse a través
del teléfono o por video conferencia; tener una visión integral donde pueda
apreciar su lenguaje corporal, su entonación o incluso risas… es humanizar la
comunicación.
No se ajuste a lo laboral –Cuando usted trabaja con sus pares suele hablar de
determinados temas ajenos al trabajo (deportes, programas de televisión, etc.).
No dude de intercalar alguna observación ocasionalmente, como lo haría en una
reunión habitual.
Comente abiertamente éxitos como inquietudes –Si algo le sale bien compártalo con sus compañeros
y, cuando tenga alguna duda o inquietud, expréselo y pida ayuda (usted
trabajará solo, pero no está aislado)
CUÍDESE
Socialice –Comuníquese
de forma frecuente con las personas con quienes trabaja fuera de trabajo (un
happy hour virtual), familiares y amigos.
Descanse su vista –Continuamente apegarse a la pantalla de un
computador, celular o una tableta pueden producir una fatiga visual, que puede
promover jaquecas o migrañas, así como dificultades para concentrarse.
No altere su ritmo alimenticio –Cuide sus horarios habituales de almuerzo y cena.
No diga que la culpa es de la cuarentena… esta es su responsabilidad.
No altere su ritmo de sueño –La higiene y salud tiene que ver con un ritmo de
descanso sano y proactivo. Dormir poco es un excelente generador de agotamiento
mental.
Reconozca si precisa ayuda –Consultre con un profesional de la salud si percibe
que el stress interfiere con sus actividades y sus relaciones. ¡Usted no es
perfecto!
Espero haber sido de utilidad y recuerde algo:
usted debe controlar la situación, porque al revés el desenlace no suele ser
satisfactorio.
Fuentes de información: Health Canada, CDC y NHS-UK
Páginas consultadas:
miércoles, 20 de mayo de 2020
martes, 19 de mayo de 2020
lunes, 18 de mayo de 2020
Huellas: El impacto de la pandemia en personas y organizaciones
Esta publicación es un
artículo de BAE Negocios, sobre la problemática que viven las personas y como
impactan en las organizaciones el cambio que viene desarrollándose a partir de
la pandemia que nos toca vivir.
Leemos en el artículo:
Cómo impacta en personas y
organizaciones este cambio abrupto y no planificado
Gestionar la virtualidad, el nuevo
desafío de líderes y empresas. Solo un líder resiliente será capaz de afrontar
este trance
Por Juan Pablo Sanguinetti
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