Una vez establecido un equipo de trabajo en una organización, el mismo ha invertido tiempo significativo en aprender a trabajar unido, juntos. Este proceso les permite a los equipos proponer cambios, proyectos e innovaciones, las cuales llevan a cabo y ejecutan. Igualmente, resuelven problemas y conflictos, toman decisiones y los éxitos o fracasos, dependen mucho de los esfuerzos de sus participantes. Un ejemplo son los grupos de mejora continua, los equipos de planificación estratégica y/o los círculos de calidad.
Para los distintos integrantes de la organización que forman parte de estos grupos, más que una voluntad o deseo de ser miembros de un equipo de trabajo, se tiene que aprender a serlo.
Para que los equipos de trabajo sean efectivos, ese aprendizaje debe evolucionar desde la constitución de un grupo inicial, hasta llegar a completar las siguientes características:
1. Objetivos comunes y acordados; los mismos deben estar claramente definidos y compartidos.
2. Tareas definidas y negociadas; los integrantes del grupo deben establecer claramente las funciones y los desempeños esperados de cada uno de ellos, los que deben ser acordados de conformidad por sus miembros.
3. Procedimientos explícitos; los equipos deberán establecer sus normas de funcionamiento interno para la solución de problemas, la toma de decisiones, el acceso a la información, lo cual garantiza fluidez de su accionar.
4. Buenas relaciones interpersonales; los equipos son exitosos cuando se logra un clima de respeto y confianza para que se genere sentido de pertenencia.
5. Alto grado de interdependencia; los equipos tendrán en cuenta las tareas complementarias, conciencia del esfuerzo para el logro de objetivos comunes, fomento la cooperación y de estructuras horizontales de comunicación).
A continuación, un video sobre Equipos de Trabajo.
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