Cuando analizamos algunos de los conceptos con los que
Peter Drucker nos instruye respecto de la formulación de un puesto de trabajo,
está la de centrarse en la tarea y sus resultados; y no centrarse en las
personas que lo realizan, sin embargo, es importante entender que los aportes
propios a la función son requisitos indispensables para el correcto diseño de
cargos, sobre todo los gerenciales.
La creación de cargos pequeños y estrechos, son dos de
los errores más comunes en su diseño; estas características negativas están
emparentadas a los desafíos que los nuevos profesionales exigen para el
desarrollo en una organización.
Así lo entiende Natalia Matteis, Directora de Recursos
Humanos de Indra, cuando expresa: "El joven no se ata al puesto, sino a lo que la tarea le aporta"; en el reportaje publicado en el diario La Nación.
Leemos en el reportaje:
"Los cambios suceden. Si como empresa no te adaptás, te quedás afuera. El equipo directivo está permanentemente en conversaciones sobre esta idea de adaptarnos a las necesidades de la gente que trabaja con nosotros", dice la ejecutiva.
"En lo laboral, venimos de estructuras muy viejas, donde todo era muy jerárquico y estructurado. Los jóvenes buscan trabajar por objetivos, hacer cosas que los motiven. No se atan tanto a un puesto, sino a lo que el puesto les aporta. Y lo lindo es que esa manera de pensar también está ingresando en gente de mi generación. Es bueno motivarse con lo que uno hace, entender qué le aporta a uno la tarea que desarrolla; requerir la flexibilidad que cada uno necesita por su contexto, y que la compañía acompañe eso, siempre que todo sea bidireccional."
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