En estos días hemos visto
como el fútbol mundial fue sacudido por las denuncias de
corrupción de varios miembros de jerarquía en la FIFA; que terminó en el
arresto y pedido de captura de varios funcionarios y empresarios intervinientes
en el pago de sobornos por los derechos televisivos, un escándalo que promete
no tener fin, y que alcanzará a
muchos más personajes que los imputados actualidad, más allá de la presunción de inocencia que le cabe a toda persona hasta que sea probado, en juicio, su culpabilidad.
En este sentido, el portal
Internal Auditor, de los Estados Unidos, presenta un interesante artículo de Richard
Chambers, The FIFA Scandal: Five Lessons for Internal Audit (El Escándalo FIFA:
5 lecciones para el Auditor Interno), sobre las implicancias que los auditores
internos deberían tener en este tipo de problemas; podemos interpretar en el artículo:
La relevancia de los
acontecimientos de la semana pasada son evidentes para nuestra profesión, sino
que va mucho más allá de un reconocimiento de la función de auditoría interna
en la prestación de la garantía en los programas contra el soborno y la lucha
contra la corrupción, y su papel en detectar y prevenir el fraude y la
corrupción.
De hecho, este espectáculo
que se desarrollaba toca nada menos que cinco aspectos importantes de la
función de auditoría interna, y podemos extraer una serie de lecciones de este
triste asunto.
1. La auditoría interna
debe plantear una tarjeta amarilla cuando la cultura corporativa crea
susceptibilidad a la corrupción. Las denuncias de corrupción en la FIFA no eran desconocidas antes de que se produjeran las detenciones de los implicados, y cabe preguntarse si alguna vez fueron
puestos en conocimiento de su presiente Joseph Blatter. La conclusión es que ninguna organización
puede permitirse el lujo de practicar la "ignorancia deliberada"
sobre serios desafíos para siempre sin tener que pagar un alto precio.
La lección de la auditoría
interna: un análisis franco y honesto de la cultura corporativa debe ser parte
del ámbito de la auditoría interna, y debe elevar su voz cuando la erosión de
la cultura se convierte en un riesgo de la organización.
2. La auditoría interna
debe actuar rápidamente para abordar el riesgo de la perdida en la reputación del organismo. La
auditoría Interna debería haber identificado el potencial daño que ocasionaría
este tipo de comportamientos por parte de sus directivos, en ese sentido
debería haber los presentado ante la dirección y/o el consejo directivo los
riesgos que implica este tipo de prácticas.
La lección de la auditoría
interna: no debería darse el lujo de permitir poner en riesgo la reputación de
un organismo, sin tener una respuesta adecuada para este tipo de prácticas.
Otra lección que los patrocinadores de la FIFA están aprendiendo, es que el
comportamiento de las organizaciones que patrocinamos o asociamos también afectan
su reputación.
3. La auditoría interna
debe jugar un papel importante en la planificación y ejecución de crisis. No
debe tener solo un papel de espectador, debe actuar a fin de ayudar a mitigar
la crisis, proponiendo planes, realizando sus propias investigaciones, asesorando a la dirección de la organización, y comunicandolas a la justicia y la opinión pública.
La lección de la auditoría
interna: La auditoría interna debe evaluar todos los riesgos, incluyendo el riesgo no hacer nada frente a este tipo de acontecimientos, y actuar con rapidez y eficacia con el fin de clarificar lo ocurrido.
4. La auditoría interna
debe estar al día con la legislación contra la corrupción. Las funciones de auditoría interna deben ser
conscientes de la creciente lucha contra la corrupción en todo el mundo. Esto
es especialmente importante para las empresas que operan a nivel mundial.
La lección de la auditoría
interna: La lucha contra la corrupción debe primar en la labor del auditor interno, independientemente de los constantes cambios en las legislaciones de los distintos países donde la organización realiza sus negocios, y el riesgo que se asumen al no asumir prácticas de negocios transparentes.
5. La auditoría interna
debe ser valiente. No es difícil imaginar que la persona dentro de la
FIFA, encargada de garantizar la eficacia de los controles de cumplimiento, debe
haber estado bajo una gran presión.
La lección de la auditoría
interna: Aquellos que aspiran a ser jefes de auditoría interna, de una organización, deben tener el valor de
hacer lo que hay que hacer o decir lo que hay que decir, sin importar las
consecuencias (el despido).
No hay comentarios:
Publicar un comentario