El fotógrafo francés de origen judío-argentino Adolfo Kaminsky, héroe de la Resistencia francesa y de los movimientos anticoloniales después de la Segunda Guerra Mundial, murió hoy a los 97 años, confirmó a la agencia de noticias AFP su hija Sara, quien relató la vida de su padre en el libro Adolfo Kaminsky, vida de un falsificador.
“Kaminsky fue un fotógrafo talentoso que se convirtió en un falsificador eximio de documentos de identidad que le entregaba a los miembros de la Resistencia francesa y a los judíos perseguidos por el nazismo, antes de comprometerse en otras causas después de la guerra”, señaló la Fundación para la Memoria de la Shoah.
Nacido en 1925 en Buenos Aires como hijo de inmigrantes ruso-judíos, emigró con su familia a Francia cuando tenía siete años, en 1932, y mucho antes de consagrarse como fotógrafo quería convertirse en pintor, pero a los 17 años se comprometió con la Resistencia francesa en París, tras escapar junto a su familia, ayudado por el consulado argentino, del campo de Drancy, eje de la política de deportación antisemita en Francia, el principal lugar de internamiento antes de la deportación hacia los campos de exterminio nazis, en su mayor parte hacia Auschwitz.
El adolescente ofreció sus conocimientos de química y fotograbado para fabricar documentos apócrifos en un laboratorio clandestino y así comenzó una carrera de tres décadas, poniendo en riesgo su vida, bajo la fachada de un fotógrafo ordinario en su taller parisino, con la que salvó a miles de personas del nazismo.
“Tuve la suerte de salvar vidas humanas. Trabajé día y noche, con microscopio. Perdí un ojo, pero no me arrepiento de nada”, dijo en 2012 a AFP Kaminsky, quien trabajó para los servicios secretos franceses hasta la capitulación de la Alemania nazi ayudando a los judíos que se evadían de los campos de la muerte a emigrar a Palestina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario