El pintor estadounidense Charles Sheeler estuvo adscrito a la estética del precisionismo. Este movimiento norteamericano, que se centraba en temas urbanos e industriales, fue definido por el propio Sheeler con las siguientes palabras: "En estas pinturas trato de reducir las formas naturales a sus fronteras abstractas, reteniendo sólo aquellas que considero indispensables en el diseño del cuadro".
Estudió
en la Philadelphia School of Industrial Design (1900-1903) y en la Pennsylvania
Academy of the Fine Arts con William Merrit Chase (1903-1906). Entre 1908 y
1909 viajó a Europa, donde descubrió la obra de artistas como Paul Cézanne,
Henri Matisse y Georges Braque, y se interesó por la obra de los maestros
antiguos, especialmente por Piero della Francesca. Su participación en el Armory
Show de 1913 demostró su evolución hacia postulados influidos por el arte
de Cézanne. Durante los años siguientes se acentuó su tendencia geometrizante
en unas obras compuestas a base de planos, como las que realizó en Bucks County
(Pennsylvania), en las que los protagonistas eran los graneros de piedra
típicos de la comarca.
Sheeler
trabajó como fotógrafo comercial desde la década de 1910. En torno a 1915,
animado por Alfred Stieglitz, pasó a considerar la fotografía como un medio de
expresión artística. Su obra más destacada en este campo se debió a un encargo
recibido en 1927 para fotografiar la fábrica de Ford de River Rouge (Michigan).
La buena aceptación por parte de la crítica de este conjunto de imágenes
contribuyó a que la fotografía comenzase a ser aceptada como expresión
artística. A partir de entonces Sheeler combinó la pintura y la fotografía en
numerosas ocasiones. Las pinturas realizadas durante la década de 1920 y los
fotomontajes de la década de 1930 hicieron aún más difusa la frontera entre
ambos medios. Muchas de sus pinturas se basaron en fotografías y su evolución
le llevó al final de su carrera a crear imágenes que simulaban superposiciones
de diapositivas.
La temática de Sheeler se centró en representar paisajes urbanos, industriales y agrícolas en los que primaba el interés por captar la esencia de lo americano. Su sensibilidad se acercó a la vida moderna y utilitaria, en la que las máquinas cumplían nuevas funciones que contribuían a la veloz transformación de la sociedad. En 1959 dejó de trabajar tras sufrir una apoplejía.
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