Este artículo me llegó por recomendación de Eduardo Rainieri, publicado en el Diario Clarín, es un reportaje realizado a la Licenciada en Pedagogía y Máster en Formación de Formadores, Anna Fornés, coordinadora de masters y postgrados de la Universitat Politècnica de Catalunya, y actualmente, dirige la Fundación Factor Humá, desde 2006.
Leemos en el artículo
Diálogos a fondo
Anna
Fornés: “Si sólo te centras en producir, cada semana te conviertes en un poco
más obsoleto”
Flavia Tomaello
Atentos a los cambios. “Habrá que crear dinámicas de trabajo diferentes. Es un gran desafío” dice Anna Fornés, consultora catalana en recursos humanos.
El trabajo no volverá a ser lo que era. Las relaciones laborales mediatizadas por la pandemia han implicado un recomienzo. Anna Fornés, especialista catalana experta en mejorar el manejo del talento, analiza los debates que impuso este tiempo y cómo emergerán ahora las organizaciones y el trabajo.
La
teoría del bienestar se define por el modo en que las personas eligen aquello
que las hace felices de forma libre. Recoge los elementos que contribuyen a
sentirse bien, tener un estado anímico óptimo y enfrentarse al día a día de
forma positiva. El mundo laboral compromete una gran parte del tiempo útil de
los sujetos. La aceleración de la transformación digital causada por la pandemia
hizo eclosionarlos un nuevo paradigma laboral.
De eso
se ocupa la Funació Humá, una entidad radicada en España, abocada a construir
“organizaciones conscientes” más allá de sus fronteras. Se concentra en el
desarrollo y administración del talento para alcanzar plenitud en las personas
que trabajan.
En este
tiempo, plantean un sistema híbrido que combine el trabajo presencial y el
teletrabajo, teniendo en cuenta las situaciones específicas de cada persona y
atendiendo a la conciliación personal y laboral.
Según
Anna Fornés, directora de la Fundació, “las empresas inteligentes son las que
se adaptan y son las que alcanzarán un buen entendimiento entre tecnología y
relaciones humanas”. Y es que la brutal aceleración digital ha hecho que en
tres meses ocurran cosas inimaginables y se han roto numerosas creencias.
-¿Qué
cree que en pandemia ha cambiado positivamente en los entornos laborales?
-Sí, se
nos ha dado confianza. Nos hemos responsabilizado más en cada una de nuestras
parcelas de trabajo. Y ello nos ha permitido también decidir más cosas, por
tanto sentirnos empoderados. Poder decidir es una de las cosas que más
satisfacción da un trabajo. Otro cambio positivo es la mejora en los
liderazgos, en las maneras de dirigir, de hecho queda claro que los directivos
van a tener que evolucionar mucho de jefes a líderes, con todo lo que esto
supone. Otro avance que veo es que desde la vulnerabilidad que todos hemos
sentido este último año y medio, muchas personas han hecho la reflexión de cuál
es el significado del trabajo en su vida y piensan también qué es lo que a
partir de la vuelta a una cierta normalidad o cuando acabe la pandemia, qué es
lo que le va a ofrecer su empresa.
-¿Cómo sugiere que las organizaciones podrán encarar esos retos?
-Poniendo
en el centro la individualización en el trato con las personas. Vamos a tener
que escuchar más que nunca e intentar responder a las necesidades vitales de
cada sujeto, porque según el momento que estén de su vida, hacer teletrabajo va
a ser más fácil o difícil. También va a ser necesaria una gestión del
cambio, de la que llevamos muchos años hablando pero que no se acaba de
concretar, en el que los departamentos de Recursos Humanos van a tener un papel
muy relevante. Para que el cambio se produzca y se dé de la mejor manera
posible, habrá que poner a las personas en el centro.
-¿Cuáles
cree que son los desafíos que llegan en el futuro cercano?
-Uno
será el liderazgo en remoto, que los equipos virtuales sean eficientes y
productivos. Las necesidades de estos equipos distan bastante de las que tienen
los que comparten a diario espacio físico y pueden comunicarse cara a cara. Las
habilidades de los líderes deben ser otras, y hay que crear dinámicas de
trabajo diferentes. Otro reto es la reorganización de los espacios de trabajo.
Ahí hay aún mucha discusión y de hecho dependerá mucho de si se opta por un
modelo de teletrabajo o de cinco días a la semana o un híbrido. Pero en todo
caso se van a liberar espacios, pero esos espacios van a tener que ser
diferentes. Las personas se están preguntando ¿para qué vuelvo? ¿para hacer
qué? Eso va a marcar el sitio de trabajo.
-Se
ha hablado mucho de la salud mental como la pandemia pos Covid. ¿Cómo se ve
esto en la oficina?
-Habrá
que ponerle foco y ocuparse de ella. El burnout, el agotamiento extremo
laboral, es una realidad y está suponiendo una de las mayores consecuencias de
la pandemia. Las personas están demasiado presionadas con sus tareas, sus
tiempos, sus objetivos. Es un tema de muchísima relevancia y donde las empresas
tienen todo por hacer. Si solo te centras en producir, cada semana te
conviertes en un poco más obsoleto.
-¿Está
debidamente concientizado en la sociedad o resulta como aquella historia del
sapo cocinado lentamente que no se da cuenta?
-Aún
hay quien no sabe de qué se trata. A la historia del sapo cocinado lentamente y
que no se da cuenta que acabará quemándose me gustaría añadirle otra metáfora
también con un animal. Cuando hablo de burnout pongo de imagen una mula de
carga que un día se desploma por agotamiento de tan cargada qué va. Los datos
sobre esto son escalofriantes. Ya antes de la pandemia la OMS decidió que a
partir del 2022 el burnout va a ser considerado una enfermedad profesional, por
tanto el reto en las empresas ante este tema va a pasar a estar en primera
línea. Es responsabilidad de todo líder no sobrecargar a sus trabajadores. Esto
no es tan sencillo en un entorno tan exigente como el que nos encontramos.
-¿Qué
podemos hacer individualmente frente a ello?
-Hay
una parte de responsabilidad en cada uno de nosotros en tomar la riendas de
nuestra vida en relación a cómo estamos en nuestros trabajos y qué permitimos o
no. Realmente si en el trabajo no te sientes útil, no te sientes apoyado
emocionalmente, tienes miedo al fracaso y no se te acompaña en todo el proceso
de cambio, porque todo cambio puede provocar bastante ansiedad, realmente debes
plantearte si es ahí donde quieres seguir. Sé que no es fácil, pero acceder a
determinadas concesiones en un trabajo puede tener consecuencias nefastas.
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