274 - Sistemas Administrativos
viernes, 30 de octubre de 2020
jueves, 29 de octubre de 2020
Comportamiento Organizacional - Experimento de la prisión de Stanford
En
clase hemos comentado el tema del Comportamiento Organizacional, y hemos
referido en muchas oportunidades a los roles que los distintas personas que
conviven en una organización deben asumir, en este sentido hay un experimento que
se realizó en la década del 70, el conocido “Proyecto Stanford” sobre el comportamiento
humano.
Acercamos un artículo publicado en el sitio BBC News; y un reportaje realizado por Eduard Punset para el emblemático programa Redes que se emitía por a televisión española /TVE)
Leemos en el artículo:
Cómo fue el famoso "experimento de la cárcel de Stanford" que tuvo que suspenderse por perversidad
Es uno de los estudios psicológicos más famosos de la historia y se ha contado tantas veces que algunos ya lo consideran un mito.
Quizás te suene: un profesor universitario de psicología recluta a un grupo de estudiantes y les pide que imaginen que están en una cárcel. Nombra a algunos guardias y a otros prisioneros.
En pocos días, los "carceleros" se tornan tan sádicos y abusan de tal forma de sus "presos" que el experimento debe ser suspendido.
Pasó de verdad, en 1971, y no en cualquier lado: en una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos: Stanford, en California.
¿Cómo comenzó todo? Las raíces del experimento se han trazado hasta otro controvertido estudio psicológico llevado a cabo una década antes en otra famosa universidad estadounidense, la de Yale.
Ese estudio se conoce como "el experimento de Milgram" porque fue dirigido por el psicólogo de Yale Stanley Milgram.
Milgram quería analizar la obediencia a la autoridad.
Su inspiración fueron los juicios de Nuremberg que juzgaron los crímenes del nazismo tras la Segunda Guerra Mundial. La mayoría de los acusados había basado su defensa en el hecho de que simplemente estaban "siguiendo órdenes" de sus superiores.
Milgram quiso averiguar hasta qué punto un ser humano "bueno" es capaz de dañar a otro por seguir órdenes.
Su experimento fue muy controvertido porque engañó a los participantes, diciéndoles que se trataba de un estudio sobre memoria y aprendizaje.
Dividió a los 40 voluntarios en dos grupos aleatorios: a unos les dijo que serían profesores y a los otros que serían estudiantes.
Luego se llevó a los "estudiantes" a otra habitación y les pidió a los "profesores" que pusieran a prueba la memoria de sus presuntos alumnos.
Les dijo que si se equivocaban debían castigarlos con una descarga eléctrica. La máquina que utilizaban para esto emitía descargas que iban desde los 50 hasta los 450 voltios. La potencia máxima tenía escrita abajo una advertencia que decía: "PELIGRO: choque severo".
Resultó que la máquina no emitía voltaje y los gritos eran grabaciones. Pero lo cierto es que el controvertido experimento de Milgram comprobó que la mayoría de las personas estaban dispuestas a dañar físicamente a otro antes que enfrentarse a la persona que les había dado la orden.
La cárcel de Stanford
Una década más tarde, un profesor de psicología social de la Universidad de Stanford llamado Philip Zimbardo quiso llevar el experimento de Milgram un paso más allá y analizar cuán delgada es la línea que separa al bien del mal.
Zimbardo se preguntó si una persona "buena" podría cambiar su forma de ser según el entorno en el que estuviese.
Sacó un aviso ofreciendo 15 dólares diarios a los voluntarios que estuviesen dispuestos a pasar dos semanas en una prisión falsa.
El experimento fue financiado por el gobierno de EE.UU., que quería entender el origen de los conflictos en su sistema penitenciario.
Zimbardo seleccionó a 24 estudiantes, la mayoría blancos y de clase media, y los dividió en dos grupos, asignándoles aleatoriamente el rol de guardián de la cárcel o prisionero. Luego los dejó regresar a sus casas.
El experimento comenzó de forma brutal: policías verdaderos (que aceptaron participar en el proyecto) se presentaron en los hogares de los "prisioneros" y los arrestaron, acusándolos de haber robado.
Fueron esposados y llevados a la comisaría, donde se los fichó, y luego fueron trasladados -con los ojos vendados- hasta una supuesta prisión provincial (en realidad el sótano del Departamento de Psicología de Stanford, que había sido transformado en una cárcel de aspecto muy real).
Allí, los voluntarios fueron desnudados, inspeccionados, despiojados, desinfectados y recibieron un uniforme que consistía en una camiseta larga con un número (sin ropa interior), unas sandalias de goma y una gorra de nylon hecha con calcetines de mujer.
En los tobillos, los voluntarios que hacían de guardias les colocaron una pesada cadena.
Lo que pasó después terminaría causando tanto shock que eventualmente inspiraría no una ni dos, sino tres películas (una alemana en 2001 y dos de Hollywood en 2010 y 2015) además de innumerables libros y artículos.
Sádicos
Apenas comenzó el experimento, los guardias comenzaron a mostrar conductas abusivas que al poco tiempo se convirtieron en sádicas.
Si bien habían recibido instrucciones de no dañar físicamente a los presos, llevaron a cabo todo tipo de violencia psicológica.
Identificaban a los prisioneros con números, evitando llamarlos por su nombre, los enviaban constantemente a confinamiento solitario, los desnudaban, los obligaban a hacer flexiones, a dormir sobre el suelo, les ponían bolsas de papel sobre sus cabezas y los obligaban a hacer sus necesidades en baldes.
"El primer día que llegaron, era una pequeña prisión instalada en un sótano con celda falsas. El segundo día ya era una verdadera prisión creada en la mente de cada prisionero, cada guardia y también del personal", contó Zimbardo a la BBC en 2011, cuando se cumplieron 40 años desde su famoso experimento.
Varios de los presos empezaron a mostrar desórdenes emocionales.
"Lo más efectivo que hicieron (los guardias) fue simplemente interrumpir (nuestro) sueño, que es una técnica conocida de tortura", le contó a la BBC en 2011 Clay Ramsey, uno de los prisioneros.
Sin embargo solo unos pocos de los estudiantes abandonaron el estudio.
Dave Eshleman, uno de los jóvenes que hizo de guardia, recuerda que tomó el experimento como una especie de juego actoral.
"Después del primer día, noté que no pasaba nada. Fue un poco aburrido, así que tomé la decisión de interpretar el papel de un guardia de prisión muy cruel", reveló.
El llamado "experimento de la cárcel de Stanford" llegó a niveles tan perversos que debió suspenderse menos de una semana después de comenzar. En total duró seis días.
La conclusión de Zimbardo fue clara: la situación influye en la conducta humana y poner a personas buenas en un lugar malo las hace actuar mal o resignarse a ser maltratadas.
Sin embargo, con el paso de los años empezaron a surgir muchos cuestionamientos a esta teoría de que todos somos potenciales sádicos o masoquistas.
El principal cuestionamiento tuvo que ver con el rol que jugó el propio Zimbardo, quien durante el experimento actuó como el "superintendente" de la cárcel y habría aconsejado y alentado la actuación de los "guardias".
Pero a pesar de la controversia, Zimbardo, quien cobró gran notoriedad y hoy es considerado una eminencia en su campo, sigue manteniendo que su estudio fue una adición muy valiosa a la psicología y que sirve para entender fenómenos como los abusos cometidos en la cárcel iraquí de Abu Ghraib.
Lo dejamos con el
video del reportaje al Dr. Zimbardo, realizado por Eduard Punset:
Huellas: El cambio constante: la incertidumbre como oportunidad
Hoy acercamos un vídeo a propuesta de Ariadna Houtre, quien a partir de los temas que venimos desarrollando en las últimas clases le pareció que sería interesante de compartir con todos nosotros; por eso quiero agradecerle a la firma de auditoría UHY Macho & Asociados, quienes han accedido a que podamos difundirlo con los alumnos del curso, y en especial a Ariadna por proponerlo.
UHY Macho & Asociados que cuenta con más de 40 años de desarrollo en el mercado donde ofrece, a una amplia gama de empresas, sus servicios en temas contables, auditoria, planeamiento fiscal y consultaría, que la ubican entre las firmas más importantes de la Argentina debido a la calidad de los mismos. En este sentido; nos muestra la dedicación que pone en la capacitación de sus recursos humanos, de cara a los desafíos que están por venir, entendiendo la importancia estratégica que tiene la gestión del conocimiento en esta etapa que nos tocó vivir.
En el video podrán encontrar todas las preocupaciones que tienen hoy los hombres de negocios a nivel global, y cómo una empresa trata de analizar la compleja situación en donde nos encontramos, fruto de la pandemia, y que aportes se pueden desarrollar para ir pensando el día después.
De esta manera, y en función del análisis de lo que está sucediendo y su impacto, se convocó a tres prestigiosos consultores para que ayuden a pensar este momento, desde dos perspectivas, una abarcadora de Cultural Regional y otra que analice lo Social en función de los mismos componentes que la conforman: Sociedad, Organización e Individuos.
Disertaran y nos ayudaran a pensar Mónica Utrera, Daiana Cabeza y Enrique Portnoy, desde Barcelona, Nueva York y la ciudad de Miami respectivamente; y como moderadores Roberto Macho (Argentina) y Bernard Fay (España).
Leemos en la descripción del video:
Hoy más que nunca la única certeza que tenemos es que todo va a cambiar. En este contexto, la sociedad, las organizaciones y las personas deben desenvolverse creando paradigmas y realidades diferentes a las conocidas.
Lejos de resultar atemorizante, la incertidumbre puede ser la gran oportunidad que todos esperamos para que las cosas cambien para mejor.
miércoles, 28 de octubre de 2020
martes, 27 de octubre de 2020
lunes, 26 de octubre de 2020
Telxínoe: Roberto Fontanarrosa VII
sábado, 24 de octubre de 2020
jueves, 22 de octubre de 2020
XIV Congreso Internacional de Economía y Gestión - ECON 2020
En esta ocasión particular la ECON2020 se desarrollará de manera virtual, y contará con diferentes secciones, debates y conferencias.
Esta propuesta integral tiene como misión constituir un foro para el tratamiento de la realidad económica actual y su proyección hacia el futuro, difundiendo las actividades académicas de todos sus niveles.
Éste nuevo congreso se enfoca en
construir un espacio para la reflexión, análisis, debate y exponer todas las
líneas académicas estratégicas.
miércoles, 21 de octubre de 2020
lunes, 19 de octubre de 2020
Telxínoe: Quino III
sábado, 17 de octubre de 2020
Voces en el Fénix N° 81
Durante el transcurso de esta semana, se publicó en la web el último número de la Revista Voces en el Fénix, Metrópolis - Ciudades, donde se presentan distintas perspectivas respecto al desarrollo de las ciudades en la Argentina.
viernes, 16 de octubre de 2020
miércoles, 14 de octubre de 2020
martes, 13 de octubre de 2020
lunes, 12 de octubre de 2020
Telxínoe: Quino II
Quino (Joaquín Salvador
Lavado) fue un maestro de las tiras de prensa. En los diez años que dibujó
Mafalda desarrolló un estilo de dibujo y una maestría narrativa difícilmente
superables. Quino fue sobre todo un observador de su tiempo y la naturaleza
humana. En sus 44 años de profesional, hizo un análisis crítico del mundo en
que vivió y a través de sus historias y sus personajes de todo lo bueno y lo
malo que tenemos las personas. Dentro de su larga producción de humor gráfico,
es en sus trabajos menos conocidos (que no menos extenso) donde Quino demostró
una imaginación sin límites y un sentido del humor que raya en lo absurdo y surrealista.
(www.todohistorietas.com.ar)
viernes, 9 de octubre de 2020
miércoles, 7 de octubre de 2020
martes, 6 de octubre de 2020
lunes, 5 de octubre de 2020
Telxínoe: Quino (1932 - 2020)
Joaquín
Salvador Lavado (Quino) fue dibujante y humorista, claro. Pero ante todo fue un
creador con la mirada afiladísima y la antena siempre bien orientada para
registrar el mundo en el que vivía, y su brutal distancia con el mundo que
deseaba. Lo que ponía frente a los ojos de quien quisiera animarse a ver
era lo que hacía él, y era lo que hacían los diversos componentes de la
sociedad. Y entonces, como muchos males de este planeta tienden a pervivir más
que a sanear, su obra es eterna. Resuena
con la misma potencia hoy lo hecho 40, 50, 20 años atrás. El único anacronismo
es la tecnología o el vestuario que retrata. En lo demás, todo sigue
demasiado igual.
Por eso
cuesta tanto decir la noticia y empezar a hablar en pasado. Murió Quino,
y al borde del mediodía de la última jornada de septiembre pudo sentirse el
sonido de millones de corazones estrujándose de pena. Solo desde la necedad
puede negarse lo que significa Quino y sus criaturas –que no son solo Mafalda y
sus amigos y sus padres- para los habitantes de este país. A menudo se
identifica al “artista popular” más con la figura del performer, desde la
música, la actuación, lo que sea. Pero Quino, hombre inclinado en un tablero
para retratar el mundo, fue, es, será un artista enormemente popular.
Esa
popularidad, esa sintonía inmediata con el lector, se inició en un ámbito
curioso, el de la misma publicidad a la que en su obra dirigió más de un dardo.
Hay abundante prueba de que para Quino Mafalda fue solo una etapa de
su vida, a tal extremo que decidió ponerle punto final cuando más de uno
hubiera seguido sacándole jugo. Ahí ya estaba todo dicho, razonó. Para
Quino la viñeta única o en algunos cuadros muchas veces silentes era un
universo mucho más rico, lleno de posibilidades, en el que podía retratar
directamente cosas que en Mafalda también estaban, pero con el barniz
del costumbrismo en ese universo de niños. (Página 12)
https://www.pagina12.com.ar/295977-quino-el-que-nos-dibujo-a-todos
https://www.quino.com.ar/