- Stephanie Demner - Lic. en Gestión de Medios y Entretenimiento - Modelo - Emprendedora e influencer.
- Juan Ordeix - Dr. en Ciencias Económicas UBA - Ilusionista de la Mente – Especialista en Negociación.
- Eduardo Kastika - Dr. en Ciencias Económicas UBA.
- Sabrina Castelli - Especialista financiera – CEO.
- Agustina Casal - Business Manager y emprendedora.
- Julián Leone - Mg. y Lic. en Economía UBA, Doctorando en Economía vinculado a tópicos de Education Economics
- Diego Parrás - Director del Centro de Estudios en Modelos de Inteligencia Artificial FCE UBA.
- Santi Siri - Emprendedor - Especialista en Criptomonedas.
- Cecilia Giordano - Contadora Pública y Lic. en Administración (UBA) - Emprendedora.
274 - SISTEMAS ADMINISTRATIVOS - Nievas
274 - Sistemas Administrativos
jueves, 21 de noviembre de 2024
TED x ECON - Económicas UBA - ECON 2024
CEOs y Gerentes: Federico Giuliano y Carlos Cejas de Monti
Hoy presentamos a Federico Giuliano y Carlos Cejas, fundadores de Monti - Bar de Pastas & Café, en un reportaje publicado en la Revista Forbes:
Fundaron la primera cadena de fast food de pastas del país y facturan más de $ 1.000 millones
Federico Giuliano y Carlos Cejas son los creadores de Monti, que ya tiene siete sucursales y tiene previsto seguir creciendo. Su historia y los próximos planes.
En un mercado saturado de propuestas gastronómicas, Monti, la cadena de fast food de pastas fundada en 2019 por Federico Giuliano y Carlos Cejas, logró posicionarse como un referente en la Ciudad de Buenos Aires. La marca, que ya cuenta con siete sucursales, se convirtió en sinónimo de innovación en el sector gastronómico con la propuesta de una experiencia que combina rapidez, calidad y precios accesibles. Desde su creación, Monti supo sortear crisis, adaptarse a los cambios y capitalizar oportunidades, lo que la llevó a proyectar una expansión nacional.
La historia de Monti comenzó con un obstáculo inesperado. Giuliano y Cejas, ambos con más de 10 años de experiencia en el rubro gastronómico, habían adquirido una franquicia de fast food que pronto dejó de ser rentable. "Nos quedamos con el local vacío y sin saber qué hacer", recuerda Giuliano. Sin embargo, esa incertidumbre fue el punto de partida para identificar una oportunidad: la ausencia de una cadena de fast food de pastas en el país.
Ambos socios, provenientes de familias italianas, tenían la costumbre de disfrutar de pastas los domingos, lo que los inspiró a fusionar su experiencia profesional con una propuesta que mezclara la tradición y la velocidad de un fast food. Con una inversión inicial de US$ 20.000 proveniente de un préstamo bancario y otros US$ 20.000 aportados por los socios, abrieron el primer local en Boedo, que sirvió como prototipo para desarrollar el concepto de la marca.
"Nos dimos cuenta de que el mercado no ofrecía una opción de fast food de pastas. O ibas a una trattoria o a una fábrica de pastas tradicional, pero nadie había fusionado ambas experiencias", explica Giuliano. Al principio, Monti apostó por un menú reducido de siete platos y siete salsas, utilizando vajilla clásica y cuidando la calidad de los ingredientes, algo que diferenciaba a la marca de las opciones tradicionales de fast food. Pero su despegue no fue inmediato. Los primeros ocho meses fueron negativos en términos financieros y recién al año lograron alcanzar el punto de equilibrio.
Sin embargo, el verdadero desafío llegó con la pandemia. "Tuvimos que reinventar el negocio. Pasamos de recibir a los clientes en el local a llevarles la experiencia a sus casas. Fue un proceso de prueba y error hasta encontrar el packaging ideal para que la pasta llegara con la temperatura adecuada y en buen estado", comenta Giuliano. Este enfoque en la calidad del delivery, combinado con una estrategia activa en redes sociales, les permitió diferenciarse.
Un crecimiento inesperado
Durante este período, Monti aumentó significativamente sus ventas a través de aplicaciones de delivery, alcanzando las 15.000 órdenes mensuales y posicionándose como líder en el segmento de pastas. Además, la marca supo aprovechar la viralización en redes sociales, en particular con el lanzamiento de su famoso "Volcán de Ñoquis", un plato que generó largas filas de clientes ansiosos por probarlo. El éxito de este flamante plato fue un punto de inflexión para la cadena, que pasó de operar con dos locales propios a abrir nuevas sucursales mediante franquicias. "Cuando vimos el crecimiento en la demanda, empezamos a recibir consultas para franquiciar la marca. Así fue como Alejandro, uno de los primeros franquiciados, abrió los locales en Villa Crespo y Agronomía", indica Giuliano.
El modelo de franquicias fue clave para la expansión de Monti. Las inversiones para las franquicias son asumidas por los franquiciados, quienes deben contar con locales aptos para la operación, reduciendo así los costos de adecuación y permitiendo un crecimiento más rápido. En 2023, Monti abrió sucursales en Barrio Norte, Caballito y, recientemente, en Barracas, alcanzando un total de siete locales. La última apertura en Barracas se destaca por su diseño moderno y capacidad para 50 comensales.
A pesar de un contexto económico desafiante, Monti logró mantener un crecimiento constante. La facturación mensual promedio de cada local asciende a $ 40 millones, mientras que la facturación anual de 2023 alcanzó los $ 1.000 millones. "Esperamos duplicar nuestra facturación en 2024 debido al ajuste inflacionario y triplicarla con la apertura de nuevas sucursales", proyecta Giuliano.
Uno de los pasos estratégicos más importantes de la marca fue la inauguración de un centro de producción de 300 m² en Parque Patricios, que abastece a todas las sucursales con pastas, salsas y panificados. "Antes producíamos en un pequeño subsuelo de 60 m² en Boedo. Ahora, con la nueva planta, podemos escalar la producción y garantizar la calidad en cada uno de nuestros locales", señala el cofundador.
El siguiente objetivo es expandirse a nivel nacional e internacional. Recientemente, la empresa firmó un acuerdo con el Estudio Canudas para explorar nuevas aperturas en GBA y provincias del interior del país. "Queremos llevar Monti a Zona Norte, Oeste y Sur. También estamos en conversaciones con potenciales franquiciados en otras provincias", revela Giuliano.
La estrategia de Monti no se limita al crecimiento en número de locales. El menú actual incluye 12 salsas y 20 platos, entre los que destacan el Mac and Cheese vegano, los ravioles de batata caramelizada y la lasagna Monti. Además, la empresa lanzó dos nuevos platos en el Día Mundial de la Pasta: la "Ñoquinesa" y un salteado de vegetales, con opciones pensadas para distintos perfiles de consumidores.
Giuliano enfatiza la importancia de estar cerca del cliente, incluso después de la venta. "La fidelización viene de asumir errores y dar soluciones rápidas. Tenemos una tasa de reclamos inferior al 2% y eso habla del esfuerzo que ponemos en cada pedido", afirma el fundador de la empresa que tiene más de 200 empleados entre locales propios y franquicias, y se posiciona como un fast food "multitarget".
Con la reciente apertura de su séptima sucursal y el centro de producción en Parque Patricios, la cadena está lista para continuar su expansión. "Nuestro objetivo es cerrar el año con 500.000 platos servidos y seguir creciendo. Queremos ser el referente de fast food de pastas no solo en Buenos Aires, sino en todo el país", concluye Giuliano.
miércoles, 20 de noviembre de 2024
Datos INDEC: Índice de Precios Mayoristas (Octubre 2024)
Los precios mayoristas aumentaron 1,2% en octubre de 2024 respecto del mes previo y 179,7% interanual: los nacionales, 1,3% mensual; y los importados bajaron 0,5%.
martes, 19 de noviembre de 2024
Huellas: Delegación en todos los sentidos - artículo
Hoy presentamos un artículo que habla sobre la vinculación de los empresarios con los empleados de sus empresas; publicado por el diario La Nación y merece nuestra atención en función de los temas tratados en este blog.
“Delegación en todos los sentidos”: el gurú que aconseja a los empresarios una particular forma de vinculación con los empleados
Según el consultor Martín Gana, que trabaja en el agro, los ejecutivos deben “desarrollar nuevos proyectos y generar rentabilidad para poder continuar creciendo y no involucrarse demasiado en las cuestiones operativas diarias”
Sebastián Moreno es un productor mixto con campo en Salta. En sus 300 hectáreas cultiva tabaco y maíz para silaje, y desarrolla un planteo de tambo, en el que tiene que ocuparse de la alimentación del rodeo, de la inseminación artificial, de la recría de hembras, etcétera. Esta constelación de actividades lo tiene todo el día “enchufado en la diaria” y le impide destinar tiempo a planificar nuevos negocios o a actividades que agregarían renta a la empresa. Más de una vez pensó en incursionar en otros cultivos y armar un engorde a corral para vender novillos gordos en vez de terneros recién nacidos. Pero no hay caso: el tiempo para eso no aparece por una razón muy simple: el productor es incapaz de delegar responsabilidades en el equipo y piensa que todo se derrumba si no tiene intervención personal en cada tarea. Así resulta, a veces, en “el cadete del tractorista” para conseguir un repuesto, con tal de que no se pare la maquinaria en el lote.
En el armado de equipos eficientes, un punto central es la delegación de tareas, tanto del dueño hacia los mandos medios, como de estos a sus colaboradores (ordeñadores, tractoristas, inseminadores). Todos alineados en pos de objetivos comunes.
“Una de las claves en el armado de equipos eficientes es la delegación en todos los sentidos”, afirma Martín Gana, consultor privado y representante de Select Debernardi en el NOA.
La delegación viene de la mano de la profesionalización, pero muchas veces no se sabe cómo delegar. Esta destreza se debe instalar en distintos niveles. El primero corresponde a los propietarios de las empresas que muchas veces, sin darse cuenta, no permiten cumplir con los roles de cada integrante del equipo. “La función del empresario debe ser desarrollar nuevos proyectos y generar rentabilidad para poder continuar creciendo y no involucrarse demasiado en las cuestiones operativas diarias”, define Gana.
Por su parte, en planteos intensivos, los encargados de cada actividad de la empresa –en este caso agricultura y tambo- deben aprender a formar sus equipos de trabajo para que desarrollen correctamente las tareas. Además, tienen que realizar “un seguimiento a través de un panel de control con índices que permitan monitorear la evolución de los objetivos y ver si las estrategias de cada área están funcionando correctamente”, aconseja Gana.
Pasos para una delegación efectiva
Delegar no quiere decir despreocuparse de todo y dejar que los hechos transcurran al azar. La delegación se instrumenta con protocolos y seguimiento. Se necesita un proceso que asegure buenos resultados, con varias etapas.
La primera es identificar las tareas delegables. Significa “analizar todas los trabajos y proyectos actuales para determinar cuáles pueden ser ejecutadas por otros integrantes del equipo que no sean el dueño del campo o los encargados de actividades”, recomienda.
La segunda etapa consiste en establecer un orden de prioridades en las tareas, para identificar aquellas que son rutinarias, administrativas o que no requieren la experiencia específica del propietario o del encargado y que, por lo tanto, pueden ser delegadas.
La tercera etapa es seleccionar el personal adecuado para cada tarea delegada. En esta instancia hay que:
- Evaluar competencias identificando las habilidades de cada integrante del equipo.
- Asignar tareas según fortalezas. Consiste en escoger a los miembros del equipo cuya experiencia y destrezas coinciden con la tarea por delegar.
Una vez seleccionada la persona para cada trabajo, hay que definirle claramente la tarea. “No dar por sabido nada y ser muy claro y preciso”, advierte Gana. En esta etapa hay que:
- Establecer expectativas. Es preciso comunicar claramente los objetivos, los resultados esperados y los plazos para cumplirlos.
- Se deben dar instrucciones precisas y proporcionar explicaciones detalladas sobre cómo debe realizarse cada tarea.
En todo el proceso se debe otorgar la autoridad necesaria al empleado para tomar decisiones relacionadas con la tarea. “Hay que empoderarlo, pero con claridad en los límites; es decir, definiendo el alcance de la autoridad delegada”, condiciona el consultor.
Finalmente, se deben proporcionar los recursos necesarios: materiales, herramientas, etc. Hay que asegurarse de que el empleado tenga acceso a todos lo necesario para completar la tarea. En esta etapa puede ser necesario ofrecer formación adicional (cursos, reuniones, etc.) y crear espacios para resolver dudas.
Controles
Una vez que se estableció un protocolo de tareas para cada integrante del equipo, hay que establecer un sistema de supervisión del trabajo. Primero hay que listar los puntos de control para revisar el progreso. Luego, realizar revisiones periódicas para asegurarse que la tarea progresa según lo planeado. Por último, hay que establecer un mecanismo de feedback regular, que proporcione retroalimentación continua y constructiva a cada integrante. Además, una vez diseñado el esquema de trabajo, el responsable del equipo debe mantenerse accesible para proporcionar apoyo y resolver los problemas que puedan surgir.
El punto de cierre es la evaluación y revisión final: “al completar la tarea, se revisa el trabajo y se evalúan los resultados, por ejemplo, de forma semestral. En caso de que se hayan cumplido los objetivos, se debe proceder al reconocimiento del esfuerzo y de los logros alcanzados por el empleado. Ese momento también es el de las lecciones aprendidas: se analiza lo que funcionó bien y lo que podría mejorarse para futuras delegaciones.
Durante todo el proceso se debe fomentar el desarrollo continuo de las personas y brindar oportunidades de crecimiento, para que el empleado pueda asumir más responsabilidades en el futuro desarrollando sus habilidades y competencias. Simultáneamente, el conductor de la empresa debe mantener la decisión de delegar, aunque surjan dificultades, sin perder el control, y crear un ambiente laboral confortable, que impulse el sentido de pertenencia y la integración al equipo de trabajo.
“En todo momento, el empresario debe mantener la visión del halcón, mirando desde arriba, con un enfoque holístico de la empresa en general. Esto solo se puede desarrollar con una delegación efectiva, que le libere tiempo creativo y permita que se enfoque en las tareas que no se deben delegar”, explica Gana. Las tareas indelegables del empresario son el control y seguimiento de actividades y procesos, la gestión de la comercialización y el financiamiento y el armado de nuevos proyectos; es decir, debe mantener una visión estratégica que permita el crecimiento.
Descubrir qué impide delegar
En encuestas realizadas a empresarios agropecuarios, las explicaciones más frecuentes para no delegar fueron: “No sé cómo hacerlo”; “No tengo tiempo”; “Los mandos medios no están a la altura de los objetivos que planteo”; “Creo que yo lo hago mejor”. A su vez, los mandos medios se defienden diciendo: “Siempre estamos apurados con la diaria”; “no tenemos manuales de procedimientos ni protocolos de trabajos que nos permitan hacer un seguimiento correcto con indicadores de gestión, como porcentaje de mortandad en guachera o porcentaje de preñez”.
Son creencias que hay que cambiar en las personas, acostumbradas durante muchos años al protagonismo. El primer paso debería ser modificar la actitud, abrir la mente a nuevas propuestas de trabajo, alejarse un tiempo de “la diaria” y comenzar a cambiar, si hace falta con el apoyo de profesionales especializados. Ese es el camino, porque según observa Gana diariamente “las empresas exitosas son las que tienen un buen clima de trabajo, con equipos motivados y con ganas de crecer y de aprender permanentemente”.