Uno de los
roles estratégicos clave de los gerentes funcionales y generales es usar todo su
conocimiento, energía y entusiasmo para ofrecer el liderazgo estratégico a sus
subordinados y desarrollar una organización de alto desempeño. Varios autores
han identificado algunas características clave de los buenos líderes que
generan alto desempeño:
- visión, elocuencia y congruencia;
- articulación del modelo de negocio;
- compromiso;
- estar bien informado;
- disposición para delegar y otorgar facultades de decisión;
- uso astuto del poder, y
- inteligencia emocional
Inteligencia emocional
La
inteligencia emocional es un término que Daniel Goleman acuñó para describir un
conjunto de atributos psicológicos que caracterizan a muchos líderes fuertes y
efectivos:
- Autoconciencia o conciencia de sí mismo: la capacidad de comprender el estado de ánimo, las emociones e impulsos propios, así como su efecto sobre otras personas.
- Autorregulación: la capacidad de controlar o redirigir impulsos o estados de ánimo perturbadores; es decir, pensar antes de actuar.
- Motivación: una pasión por el trabajo que va más allá del dinero y el estatus, y una tendencia a perseguir las metas con energía y persistencia.
- Empatía: la capacidad de comprender los sentimientos y puntos de vista de los subordinados y tomarlos en cuenta al tomar decisiones.
- Habilidades sociales: amigabilidad con un fin.
De acuerdo
con Goleman, los líderes que poseen estos atributos; es decir, los que
presentan un alto grado de inteligencia emocional, tienden a ser más efectivos
que aquellos que carecen de esos atributos. Su autoconciencia y autorregulación
ayudan a provocar la confianza de los subordinados. Desde el punto de vista de
Goleman, las personas respetan a líderes que, debido a que tienen autoconciencia,
reconocen sus limitaciones y debido a que están autorregulados, consideran de
manera cuidadosa las decisiones.
Goleman
también argumenta que los individuos autoconscientes y autorregulados tienden a
tener más confianza en sí mismos y, por tanto, están en mejores condiciones de lidiar
con la ambigüedad y más abiertos al cambio. Una fuerte motivación en forma de
una pasión por el trabajo, puede ser contagiosa, lo cual ayuda a los demás a
unirse en el logro de una meta común o de la misión organizacional. Por último,
una fuerte empatía y las habilidades sociales pueden ayudar a los líderes a
granjearse la lealtad de sus subordinados. Los individuos empáticos y con
habilidades sociales tienden a ser diestros para manejar las disputas entre
directivos, son más capaces de encontrar puntos en común entre diferentes
actores y más hábiles para orientar a las personas en la dirección deseada en
comparación con los líderes que carecen de estas habilidades. En resumen, Goleman
argumenta que la constitución psicológica de un líder importa.
Creo que una de las mas importantes es la empatía, muchas veces se ven gerentes que parecieran no tener en cuenta que trabajan con seres humanos y solo pueden ver números y resultados en su cabeza. Por lo menos esto lo pude ver en algunas de las compañías de estructuras muy grandes en las que trabajé. Pero estimo que esto también es una bajada de linea desde mas arriba, y el tipo de gerente que describo esta ahí porque a la gente de mas arriba quiere tener un gerente con ese tipo de perfil y reportar números positivos y no un ambiente laboral agradable y "familiar".
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con Daniel, y creo que la falta de empatia muchas veces se debe a que muchos creen que el ser empatico es una debilidad mas que una fortaleza.
ResponderEliminarY por otro lado ser empatico implica que frente a determinadas cicusntancias deberían realizar determinadas concesiones que no les conviene en lo personal.
De acuerdo, sin embargo, las características que indica Daniel Goleman son un continuo, van todas unidas, si uno no se autorregula no puede ser empático por ejemplo.
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