lunes, 23 de octubre de 2017

Telxínoe: Juan Gelman (1930 - 2014)

Juan Gelman nació en Buenos Aires, en el barrio de Villa Crespo, el 3 de mayo de 1930, fue el tercer hijo de un matrimonio de inmigrantes ucranianos. Su padre, José Gelman, había participado de la revolución rusa de 1905. Estudió en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Inició estudios universitarios de química, los cuales abandonó al mismo tiempo que decidió dedicarse a la poesía. En 1954 trabajó como redactor en Nuestra Palabra y en el diario comunista La Hora, y como corresponsal de la agencia china Xin Hua. Integró el grupo de jóvenes que se reunían en torno de la revista Muchachos.

Su primera obra publicada, Violín y otras cuestiones, prologada entusiastamente por otro grande de la poesía, Raúl González Tuñon, recibió inmediatamente el elogio de la crítica.

Forzado al exilio, residió en Roma, Madrid, Managua, París, Nueva York y México. En este periodo alternó su actividad política contra la dictadura militar con trabajos de traducción para la UNESCO. En 1988 regresó a la Argentina en junio, tras trece años de proscripción y persecución judicial.

Murió el 14 de enero de 2014 en Ciudad de México.





Confianza

se sienta a la mesa y escribe
«con este poema no tomarás el poder» dice
«con estos versos no harás la Revolución» dice
«ni con miles de versos harás la Revolución» dice

y más: esos versos no han de servirle para
que peones maestros hacheros vivan mejor
coman mejor o él mismo coma viva mejor
ni para enamorar a una le servirán

no ganará plata con ellos
no entrará al cine gratis con ellos
no le darán ropa por ellos
no conseguirá tabaco o vino por ellos

ni papagayos ni bufandas ni barcos
ni toros ni paraguas conseguirá por ellos
si por ellos fuera la lluvia lo mojará
no alcanzará perdón o gracia por ellos

«con este poema no tomarás el poder» dice
«con estos versos no harás la Revolución» dice
«ni con miles de versos harás la Revolución» dice
se sienta a la mesa y escribe


Patrias

No importa que no sepas
cuándo te toca la incandescencia del aire.
Lo importante es que la recibas
y más importante aún
que abras así el país de la bondad.
Los sueños no saben nada de sí mismos.
También el aire se ignora y entra
para hermosearse en tu hermosura.
En su cristal canta su rostro
como una patria.


Escribo en el olvido

Escribo en el olvido
en cada fuego de la noche
cada rostro de ti.
Hay una piedra entonces
donde te acuesto mía,
ninguno la conoce,
he fundado pueblos en tu dulzura,
he sufrido esas cosas,
eres fuera de mí,
me perteneces extranjera.


Final

Ha muerto un hombre y están juntando su sangre en cucharitas,
querido Juan, has muerto finalmente.
De nada te valieron tus pedazos
mojados en ternura.

Cómo ha sido posible
que te fueras por un agujerito
y nadie haya ponido el dedo
para que te quedaras.

Se habrá comido toda la rabia del mundo
por antes de morir
y después se quedaba triste triste
apoyado en sus huesos.

Ya te abajaron, hermanito,
la tierra está temblando de ti.
Vigilemos a ver dónde brotan sus manos
empujadas por su rabia inmortal.




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