miércoles, 27 de mayo de 2020

Huellas: El futuro en las oficinas II


Seguimos explorando el tema del impacto del coronavirus en las oficinas y cómo debería ser el diseño que se debería de tener en cuenta en las nuevas locaciones, en ese caso acercamos otro artículo publicado en el diario La Nación, sobre el posible futuro de las oficinas, a partir de lo que estamos viviendo a nivel mundial:

Leemos en el artículo:

El regreso a la oficina. Cómo será el día después de la cuarentena por el coronavirus

Por Domingo Speranza, CEO de Newmark Knight Frank - Argentina

Sin dudas, el coronavirus Covid19 puso todo patas para arriba en unos pocos días. En horas, los recursos tecnológicos de las empresas nos sorprendieron a todos permitiendo que continuemos trabajando desde nuestras casas. Como el ser humano es sin dudas un animal de costumbre, en pocos días más consideraremos normal y cotidiano el trabajar en la mesa de casa, cocinar y usar plataformas colaborativas virtuales para compartir reuniones, archivos y conversaciones.

Por otra parte, Gobiernos, infectólogos científicos y empresarios en general miran atónitos el crecimiento del contagio sin saber bien los pasos a seguir en una semana, cuanto menos en unos pocos meses. Ahora bien, como profesionales del sector inmobiliario corporativo es parte de nuestra misión pensar en el día después, en el momento en el que podamos -del modo que de a poco encontremos- regresar a nuestras oficinas.

¿Será un regreso "a la normalidad"? Sin dudas que no. Nadie imagina pasar encerrado un mes para luego hacinarse en el tren el primer día de trabajo, o tomar el ascensor colmado, apoyarse en una cafetería y en el área de relax de la oficina como antes. Entonces surgen ciertos interrogantes que no dudo nos obligarán a replantearnos el modo en el que trabajaremos y la estrategia de workplace a implementar.

Ahora la paradoja será reconstruir la economía y poner en marcha a las empresas con menos gente en sus oficinas, pero sin reducir su footprint. La superficie por empleado forzosamente obligará a disponer escritorios, áreas y densidades de otro modo. Al mismo tiempo, la inversión en edificios será importante. Ascensores, recepciones, tecnologías que permitan desde dispositivos móviles acceder a edificios, salas de reuniones, sin necesidad de filas, aglomeraciones y esperas formarán parte de las nuevas demandas. De la misma forma, imaginemos el impacto en aeropuertos -que claramente no están destinados a permanecer cerrados de por vida– centros comerciales, industrias, transporte público, hoteles, bancos y todo activo inmobiliario.

Por eso armemos un pequeño check list o agenda de temas a tener en cuenta para llegar sin sobresaltos al día después:

Mantengamos distancia. Implementar la distancia social, en áreas públicas, pero también en ascensores, halls de acceso y recepciones.

De-densificar las áreas de trabajo. Cómo salir del benching y el hoteling, modalidades que no solo estaban cambiando la densidad y el impacto económico de los costos de ocupación, sino la modalidad de trabajo pasando al modelo colaborativo, donde los puestos no son fijos y sí reducidos y multiusuarios. Cabinas de telefonía, micro salas de reuniones y cafeterías con barras comunes ya no funcionarán como hasta ahora: deberemos, sin dudas, repensarlas.

¿Volveremos a la oficina cerrada o asignada? Claramente no, pero la situación impone reinventar la dinámica del espacio sin asignar. Regresar a la oficina considerando no compartir de cualquier modo escritorios, asignándolos por día con previa desinfección ante un nuevo usuario del espacio, días de trabajo remoto y otros presencial, nueva distribución de espacios donde esto sea posible, serán algunas de las alternativas ante la vuelta a la oficina.

Tecnología como aliada. Sin duda, la tecnología deberá ser la gran aliada de este proceso. Donde su desarrollo y uso masivo no serán más que factores de democratización de acceso al trabajo y colaboración. Pero cuidado con compartir teclados, teléfonos o mouses, que pueden transformarse en gran medida en agentes de contagio al entrar en contacto con ellos si no son higienizados correctamente.

Definir protocolos de limpieza. En todos los ámbitos deberemos ser cada vez más trasparentes con los protocolos para usuarios, visitas, personal interno y externo y cómo actuar ante cada caso. Empoderar y educar será uno de los desafíos previos al regreso. Implementar y controlar, el del día después. Tanto la higiene del área de trabajo, de los objetos personales, la recepción de las visitas y conducta en reuniones como el uso de dispositivos, rutinas de mantenimiento de áreas propias y comunes impactaran no solo en la vida diaria sino en los insumos, tareas y costos de expensas, mantenimiento y prioridades.Cambios y limpieza de filtros, ventilación de espacios, elección de materiales y texturas dentro del espacio de trabajo que faciliten la higiene y el cuidado antibacterial serán los protagonistas de todo nuevo proyecto en el futuro inmediato.

Seamos abiertos a las nuevas formas de trabajo. El distanciamiento social obligatorio nos permitió, aunque de modo coercitivo, implementar el trabajo remoto sin dejar de ser colaborativos y nos desafió a construir y mantener el ADN de cada corporación, pequeña o microempresa. Pensemos entonces de modo abierto que la forma de trabajar de ahora en más no será como lo conocíamos hasta el 20 de marzo pasado. Es más, no quedan dudas de que cambiará. No será mejor ni peor, será la que tengamos. Hagamos entonces que lo sea y volvamos mejores de esta.



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Para reflexionar: El origen de la palabra "vacuna"


martes, 26 de mayo de 2020

Huellas: El futuro en las oficinas


Seguimos explorando el tema del impacto del teletrabajo o Home Office a partir de la pandemia que estamos viviendo, en este caso, acercamos otro artículo publicado en el diario La Nación, sobre el posible futuro de las oficinas, a partir de lo que estamos viviendo a nivel mundial:

Leemos en el artículo:

Carambolas de una vida en la que las oficinas podrían ya no estar... o ser opcionales


Hubo que ajustar algunas cosas: mandar la torta cuando alguien cumple años o las cervezas para un after office por delivery, pero por fuera de eso la adaptación de Digodat, una empresa argentina de analítica y ciencia de datos, para operar 100% con teletrabajo fluyó sin sobresaltos.

"Somos 50 y la oficina que teníamos nos quedaba chica, faltaban salas de reunión y videollamadas y el comedor estaba explotado -cuenta Alan Daitch, cofundador de la firma-; antes de la pandemia teníamos decidido agregar una segunda sede, con lo cual duplicábamos costos y problemas administrativos. Siempre tuvimos el trabajo remoto optativo pero no hubo problemas en pasarlo a forzoso; la gente trabaja más cómoda y no pierde tiempo en viaje. El diseño posCovid es tener un espacio físico sin puestos fijos, para reuniones de equipo una o dos veces por semana. Ahorramos mucho en costo, tiempo y foco".

Casos como el de Daitch y Digodat se multiplicaron en las últimas semanas. Empresarios que devuelven muebles, o directamente oficinas enteras, o que cancelan arreglos en lugares físicos comprometidos antes del Covid-19. "El día de marzo que me llevé las cosas a mi casa para trabajar ?por dos semanas' pensé: ?Si esto más o menos funciona no volvemos a la oficina nunca más'", comenta una tuitera en el vendaval de notas y análisis que aparecieron este mes vaticinando el fin de la expendedora de agua fresca, de las charlas frente a la máquina de café, o de las credenciales electrónicas para pasar la seguridad de la entrada.

En otras palabras, del fin de la vida corporativa y su catedral icónica: el edificio de oficinas, una institución que ya tiene 200 años y cuyos vericuetos fueron inmortalizados en productos pop como las series Mad Men o The Office, o las tiras cómicas Dilbert o Teodoro y Cía .

Pasaron apenas siete años del escándalo provocado por la entonces CEO de Yahoo, Marissa Mayer, cuando se filtró el mail en donde les prohibía a sus 11.500 empleados trabajar desde sus casas. En contraste, días atrás el CEO de Twitter, Jack Dorsey, tomó la delantera y comunicó a los trabajadores de la red social que, los que quisieran, podrían seguir con la modalidad de tareas virtuales aun después de que ceda la pandemia. Trabajo remoto por siempre jamás.

A la sentencia de muerte le siguió el "no tan rápido": el caso de Digodat pertenece a una porción del 27%-29% (según un análisis de economistas de Cippec) de los trabajadores argentinos cuyas tareas pueden migrar sin mayores problemas a la modalidad remota. Cuando este porcentaje se corrige por la disponibilidad de buena tecnología y de buena conexión en los hogares, la proporción es menor al 20%. Y aun en esta porción hay opiniones divididas: quienes no tienen hijos en edad escolar son más entusiastas con el acta de defunción de la vida corporativa prepandemia.

Toda la familia en call o clases online a la misma hora... Se necesita un ambiente y un dispositivo por persona para que eso pueda realizarse con un nivel de razonabilidad. Hay que pensar en la sostenibilidad de este modelo", expresó días atrás Martín Hazan, experto en comunicación digital. Mientras tanto, se multiplican en los buscadores las consultas por la "fatiga de Zoom" (por distintos motivos de exigencia de atención, estas reuniones cansan mucho más que las presenciales), además de un naufragio del equilibrio vida-trabajo.

Puede que sea exagerado entonces hablar de "la muerte de?", pero sí hay cambios drásticos en el horizonte. "El promedio de estimaciones de las consultoras marca que un 30% de las personas que trabajaban en oficinas no volverá a sus puestos físicos", dice ahora Andrés Hatum. Este número o incluso uno menor implica una reducción empinada de los valores de venta y alquiler de los activos vinculados. "Los precios de las oficinas fueron los que más sufrieron con la crisis de 2001-2002, y ahora pasará lo mismo", sostienen en Reporte Inmobiliario.

Así como hace diez años se puso de moda, entre los estudios de arquitectura, especializarse en proyectos sustentables, ahora muchos se están reconvirtiendo al nicho de refacciones antipandemia. Accenture Argentina recibió la semana pasada instrucciones de su casa matriz que estipulan un ancho mínimo de las escaleras de todos sus edificios, para evitar contagios cuando se reabran. "Creo que hay una buena oportunidad ahí para los espacios de coworking adaptados -dice Hatum- y también estamos viendo un mayor protagonismo de las áreas de recursos humanos, que están liderando este puente entre lo físico y lo virtual en las empresas".

El especialista en trabajo remoto Chris Herd publicó una serie de especulaciones con efectos de "segundo, tercer y cuarto orden", que vendrán si la de 2020 se consolida como "la década del trabajo remoto". Entre ellas, una mayor eficiencia y generación de riqueza por la multiplicación de modalidades "asincrónicas" de trabajo: hasta ahora todo lo que se decide en una empresa está acotado al tercio del día que sus integrantes coinciden en ella. Esta sincronía, sostiene, vuelve más farragoso "que se hagan las cosas" ("get stuff done").

Ya hablando de otras carambolas a infinitas bandas, Herd prevé un renacimiento de los hobbies y la vida comunitaria y barrial, "lo que puede llevar a relaciones más profundas y a combatir la soledad y el aislamiento social". El emprendedor Carlos Miceli coincide en que se viene una ola de start ups que promuevan la interacción local, en contraposición con la tradición de ambiciones globales de este sector.

Herd y otros entendidos ya hablan de un nuevo urbanismo o de ciudades que competirán por atraer a la "aristocracia de la economía del conocimiento", que buscará una mejor calidad de vida y un menor valor del metro cuadrado que el que exigen hoy los grandes centros urbanos. Las claves de esta seducción: buena conexión, buenos colegios y buen entorno natural.

Para Herd, ahora que quedó en evidencia el enorme costo que representan las oficinas, en las fusiones y compras que se vienen por la crisis económica lo primero que se hará es "remotizar" al máximo todo lo que se pueda (ya hay un efecto demostración que indica que se puede mucho más de lo que se pensaba antes).

Según Gastón Remy, exCEO de Dow y de Vista y actualmente uno de los líderes de la iniciativa "Seamos Uno" (350 integrantes que se auto-organizaron en reuniones en zoom, sin verse la cara) la clave de este fenómeno está en las externalidades de red: cuando todos trabajan así (y no queda gente afuera) se produce la magia. Un nodo más agregado a la red implica un aumento más que proporcional en todo el sistema, como ocurre con la mayor parte de los modelos de negocios digitales.
Si es cierto que "las crisis aceleran la historia", esto es algo que sin duda se está viendo hoy en esta avenida temática. El físico ruso Andrei Vazhnov, ahora CTO de una empresa europea grande y con residencia en París, contaba hace tres lunes en una charla en el Instituto Baikal que antes de la pandemia el 5% del talento top global en tecnología ni leía ofertas de trabajo que comprometieran la presencia física en una oficina. "PosCovid, este porcentaje está creciendo al 20% o al 30%", describe Vazhnov.

Si aunque sea una parte de todas estas predicciones se cumplen es probable que en un futuro cercano, cuando veamos The Office o Mad Men, o leamos las tiras de Dilbert o Teodoro, lo hagamos con una mirada parecida a la que tenemos hoy cuando vemos una película de la época victoriana, con sus tradiciones, folclore y coreografías de un pasado remoto.




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viernes, 22 de mayo de 2020

Humor en la oficina


Relación entre Estructura y Sistemas


En general, solemos definir a una organización exitosa como aquella cuyo funcionamiento económico le permita obtener resultados o beneficios sustentables, esto le permitirá sobrevivir primero y luego crecer con el transcurso del tiempo. Para poder lograrlo deberá contar con los siguientes elementos:

Un “producto” o “Servicio”, entendiéndose por tal a la actividad principal a que se dedique esa Organización; que pueda ser colocado en Un “mercado”, o sea que exista un público usuario o consumidor de esos productos o servicios, Una “tecnología” utilizada para generar esos productos o servicios y colocarlos en el mercado, Una “estructura financiera” o sea el Capital disponible necesario para acceder a la tecnología que le permita producir eficientemente.

Pero todo esto, por sí solo no alcanza, todos estos factores (producto, mercado, tecnología y capital) debe estar unido a una “dirección” activa y dinámica que establezca objetivos, estrategias y controle su cumplimiento.

Los sistemas administrativos, serán el vehículo por el cual se pueda concretar los logros de la organización, ya que todos los elementos antes mencionados son determinantes, pero para lograrlo en forma efectiva, la generación de bienes, la búsqueda de un mercado, la definición de la tecnología que se utilizará en ese proceso productivo y la eficiente utilización de los recursos financieros, será el resultado de una gran cantidad de decisiones y operaciones menores, las que deben desarrollarse en forma eficientemente, para que sumadas den los resultados esperados. Esas múltiples operaciones deben ser llevadas a cabo empleando una estructura administrativa adecuada.

Es a través de un sistema administrativo adecuado se ejecutarán las decisiones de detalle correspondiente a: el movimiento y custodia del dinero y las mercaderías; al producto, para que este sea fabricado y esté disponible para el cliente en la calidad, tiempo y condiciones requeridas; al manejo del personal de la empresa; al registro y control de los bienes, etc. Sin embargo esta adecuada organización administrativa por sí sola no asegura el éxito de la organización, ya que ella no puede generar los productos, ni el capital necesario o el mercado; pero la falta de un sistema administrativo eficiente, puede acabar con la mejor combinación de factores.

En el desarrollo de esa organización, una buena y eficiente Dirección, encarará los problemas que se le presentan y los irá solucionando, con buenos productos, tecnología y capital, haciendo productiva y eficiente a su organización. Pero cuando los problemas a solucionar son de índole administrativa, existen dos factores que comprometen la labor directiva, colocándola en una situación delicada:

1) Un factor de especialización. Por formación, extracción y convicción los dirigentes de empresas le asignan prioridad a los temas o áreas que generan beneficios en forma directa: Producción, Comercialización y el área Financiera. Sin embargo la Administración, desde su punto de vista, es un sector improductivo y lo suficientemente complicado como para asignarle preferente atención.

2) Un factor de complejidad: porque que la eficiencia en los sistemas administrativos se logra por la suma de una gran cantidad de operaciones, en otras palabras para que sistema administrativo sea eficiente, cada una de esas partes debe serlo. Generalmente un problema surgido en el área administrativa, requiere un largo y difícil trabajo de introducción de cambios implementación de sugerencias y modificaciones en los procedimientos, tratando de vencer resistencias inconscientes o interesadas, para su solución. Siendo este proceso mucho más difícil y de resultados más inciertos que logro de éxitos en las otras áreas consideradas, (Producción, Comercialización, etc.), donde el resultado exitoso se basa en el grado de creatividad con el que hayan sido concebidos los proyectos y en la correcta implantación de grandes normas o políticas. Es por ello que la Dirección tiende a no ver, o a no asignar la debida importancia a estos problemas de hacer eficientes los sistemas administrativos de sus organizaciones.

Siguiendo al autor Fernando Magdalena (1995), existen dos tipos de análisis para este tipo de problemas administrativos:

a) En el “Análisis Estructural” la unidad de estudio es el “Departamento, sección, división, gerencia” en particular, o sea la unidad de organización a la que se asigna un conjunto equilibrado de funciones que ocupen todo su tiempo disponible, le permita cubrir sin sobrecargas las tareas asignadas aprovechando de la mejor manera posible las ventajas de la especialización. Completado este análisis se obtiene como producto un gráfico que vincula a todos los integrantes de la organización, (“Organigrama”); y un manual que describe lo que cada uno debe realizar en ella, denominado “Manual de organización”.

b) En el “Análisis de Sistemas”, la unidad básica de análisis es la “tarea o conjunto de tareas” que conforman un circuito o rutina. Se enfoca no ya a un departamento en particular, sino la atención se centra en un grupo de tareas homogéneas y repetitivas, examinando la actuación que le cabe a cada sector en los procesos que hacen a la consecución integral de la tarea o proceso. Se pretende poner de manifiesto la continuidad en la participación de cada sector, independientemente del nivel jerárquico de las unidades de organización establecidos por el análisis estructural. El producto obtenido es un gráfico que representa el fluir de la información por los diversos sectores, en relación a un tipo de tarea repetitiva, (“Cursograma”); y un “Manual  de Procedimientos” que describen cómo y cuándo cada uno de los sectores intervinientes debe ejecutar las tareas o labores que en su conjunto hacen al circuito o proceso bajo análisis. 

Por lo tanto, el Sistema Administrativo de una organización constituye el medio a través del cual las decisiones de política o estratégicas adoptadas por los niveles superiores de la misma, se concretan en una serie de múltiples decisiones que resuelven casos individuales y que a través de la conformación de rutinas de trabajo van configurando la actividad administrativa total de la Organización. Es a través del Sistema Administrativo que se trasmiten, registran y conservan los soportes de información mediante los cuales se comunican documentadamente las decisiones que impulsan los actos físicos, (Comprar, vender, pagar, cobrar, etc.); además se lo utiliza para recoger los datos de las fuentes productoras de los mismos, elaborarlos y retransmitirlos a los centros de decisión, para que tengan conocimiento de los resultados de la ejecución de sus órdenes, cerrando de esta manera el circuito de retorno, conocido como proceso de control.



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Huellas: Home Office o Jail Office


Hoy presentamos un artículo del Lic. Pablo Berman, Director Regional de MAPLE LEAF Human Resources and Management (www.maplehr.com), sobre los trastornos que está trayendo el trabajo en casa o Home Office en los distintos profesionales que están desarrollando esa modalidad de trabajo.

Leemos en el artículo:

Como manejar la ansiedad en tiempos de Jail Office

Cuando algunos profesionales comparan el modo de trabajar actual como home office, debo discrepar, ya que en vez home office (oficina en el hogar), la mayoría de los profesionales sienten al mismo como jail office (oficina cárcel), prevaleciendo en ellos un sentimiento donde reconocen el agotamiento, pero que no pueden “escapar” del círculo de elevada presión, ansiedad y stress que atraviesan.

A través de nuestros contactos como lecturas profesionales, hemos apreciado una o varias de las siguientes características que predominan en varios profesionales:

  • Aumento elevado de su carga laboral habitual.
  • Los descansos son de menor duración que los habituales en la oficina o, directamente, no existen.
  • Demanda de sus superiores mayor que en un periodo normal (demanda que trasladan su propia ansiedad emanada por sus superiores, como un efecto cascada).
  • Incertidumbre sobre el retorno a la oficina y, por ende, temor sobre la estabilidad laboral futura.
  • Conversaciones fuera del horario habitual, o incluso durante la noche o el mismo fin de semana.
  • Problemas de salud físicos (dolores de espalda, cefaleas, alteraciones en el sueño, etc.)
  • Alteraciones en la alimentación con sus consecuencias digestivas.
  • Falta de diferenciación entre su vida personal y laboral (principalmente en aquellas personas con niños o personas mayores a cuidar).
  • Aumento de la irritabilidad e irascibilidad con quienes interactúa laboral como en su vida familiar.
  • Mayor consumo de alcohol, tabaco u otras drogas.


No es propósito de esta nota únicamente mencionar los problemas; lo que se busca en el mismo es sugerir soluciones ante un mundo diferente al que transitábamos apenas seis meses atrás y que debemos tratar de sobrellevarlo.

ESTABLEZCA Y MANTENGA SU RUTINA

Prepárese –Cuide su higiene personal y presencia, vístase como lo haría para ir a su trabajo normalmente, coma el mismo desayuno que come habitualmente. Es importante sostener su rutina habitual.

Establezca rutinas pre y post trabajo –El tránsito de su casa al trabajo es un amortiguador que le facilita prepararse para este último. Por esto es aconsejable que genere rutinas que amortigüen su vida familiar y laboral.  Escuchar la radio, música, tomar un café, son algunas alternativas antes de empezar su jornada laboral

Al final de su trabajo, genere un proceso que medie entre éste y su vida laboral, aunque se halle entre su espacio y el resto de su familia a pocos pasos.

Seleccione su lugar físico de trabajo –Establezca un lugar específico y absolutamente fijo (puede ser desde una habitación hasta la esquina de una mesa en su comedor) para que usted fije mentalmente su territorio laboral.  Lo importante es reforzar los límites entre su trabajo y su vida personal.

Replique su horario laboral –Acomode su horario al que habitualmente lleva en la oficina. Psicólogos americanos afirman que «Lo habitual que usted haga y le permita sentirse normal, siga haciéndolo, le será de utilidad”.

Descanse y Almuerce –Establezca momentos donde pueda descansar sus ojos de las pantallas, camine, aunque sea unos metros por su casa o incluso prepararse un café. Cuando es su almuerzo, descanse su vista y coma tranquilo (si es preciso, coloque su teléfono celular en modo avión para no recibir llamadas).

Administre su tiempo –Fije metas razonables todos los días, y haga un cronograma lógico. Acepte que usted tiene un límite diario para poder trabajar. Si piensa que debe hacer un trabajo extra, evalué objetivamente si puede el mismo esperar un día. Fije prioridades para el trabajo y de ser necesario acuérdelas con su superior o resto del equipo de trabajo.

Asuma la existencia de dificultades –Hay días que serán mejores que otros. Pero cuando hay inconvenientes haga un examen si el mismo puede ser encarado al día siguiente, como si fuera un día habitual en su oficina.

CONÉCTESE

Fomente la comunicación no verbal –Con superiores, pares, personal a cargo y proveedores como clientes, trate que haya reuniones para contactarse a través del teléfono o por video conferencia; tener una visión integral donde pueda apreciar su lenguaje corporal, su entonación o incluso risas… es humanizar la comunicación.

No se ajuste a lo laboral –Cuando usted trabaja con sus pares suele hablar de determinados temas ajenos al trabajo (deportes, programas de televisión, etc.). No dude de intercalar alguna observación ocasionalmente, como lo haría en una reunión habitual.

Comente abiertamente éxitos como inquietudes –Si algo le sale bien compártalo con sus compañeros y, cuando tenga alguna duda o inquietud, expréselo y pida ayuda (usted trabajará solo, pero no está aislado)

CUÍDESE

Socialice –Comuníquese de forma frecuente con las personas con quienes trabaja fuera de trabajo (un happy hour virtual), familiares y amigos.

Descanse su vista –Continuamente apegarse a la pantalla de un computador, celular o una tableta pueden producir una fatiga visual, que puede promover jaquecas o migrañas, así como dificultades para concentrarse.

No altere su ritmo alimenticio –Cuide sus horarios habituales de almuerzo y cena. No diga que la culpa es de la cuarentena… esta es su responsabilidad.

No altere su ritmo de sueño –La higiene y salud tiene que ver con un ritmo de descanso sano y proactivo. Dormir poco es un excelente generador de agotamiento mental.

Reconozca si precisa ayuda –Consultre con un profesional de la salud si percibe que el stress interfiere con sus actividades y sus relaciones. ¡Usted no es perfecto!

Espero haber sido de utilidad y recuerde algo: usted debe controlar la situación, porque al revés el desenlace no suele ser satisfactorio.


Fuentes de información: Health Canada, CDC y NHS-UK




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lunes, 18 de mayo de 2020

Huellas: El impacto de la pandemia en personas y organizaciones

Esta publicación es un artículo de BAE Negocios, sobre la problemática que viven las personas y como impactan en las organizaciones el cambio que viene desarrollándose a partir de la pandemia que nos toca vivir.

Leemos en el artículo:

Cómo impacta en personas y organizaciones este cambio abrupto y no planificado

Gestionar la virtualidad, el nuevo desafío de líderes y empresas. Solo un líder resiliente será capaz de afrontar este trance

Por Juan Pablo Sanguinetti


Hubo una primera etapa de la virtualidad que vino de la mano de la globalización. Luego una segunda, determinada por la intención de operar en más mercados. Y actualmente afrontamos esta tercera instancia, en la cual nos vemos obligados a ser virtuales. No es el mercado esta vez el motor, sino la pandemia.

El gran reto es cómo sostener esta situación en un equilibro inestable, lidiar con los requerimientos de las empresas y la vida personal, que no estaba preparada para transitar esta circunstancia. Nos encontramos con los chicos en casa, que a su vez se convirtió en el lugar de trabajo. Es la primera vez en nuestras vidas que todo sucede en el mismo espacio, y estamos tironeados con muchos roles.

Nuevos ritos, nuevos pactos

Por eso es necesario armar nuevos ritos en casa, para generar el espacio donde nadie moleste. Proponer nuevos pactos en la familia, sabiendo que estos pactos van a permanecer en el tiempo. Hay que preparar definitivamente nuestras casas para el trabajo a distancia. Esto deberá conjugarse a su vez con las necesidades y horarios de los equipos.

¿Cómo se mantiene en este contexto la motivación? ¿Cómo mantener la identidad de un equipo? Afortunadamente, para las nuevas generaciones la motivación no tiene que ver con el espacio. Estando conectados comparten un propósito común, sin importar el espacio físico, porque el espacio que se comparte es el propósito.

Si miramos el escenario de las organizaciones, podríamos dividirlas en tres: las que ya funcionan de este modo, las que no lo hacen pero van en ese camino, y aquellas que sólo están esperando que esto pase y volver al pasado. Entre las primeras hay muchas empresas de servicios, de desarrollo de software, empresas que gestionan tecnologías.

Un desafío importante que asoma es cómo mantener la integración entre la gente en planta y los que hacen home office. Debemos procurar la formación de equipos mixtos, valorando la diversidad y los diferentes roles de cada uno. Es esa la manera de generar un espíritu común, una interacción y colaboración, aceptando que todos son distintos.

El liderazgo también adquiere hoy otras características. Las habilidades fundamentales son tres. La primera se basa en la tecnología: saber hacer un buen uso, amigarse con ella, conocer todo lo que nos permite hacer y reconocerle el valor que realmente tiene. La segunda, ser capaces de armar modelos de gestión que se operen de forma rigurosa y asegurar la colaboración. La tercera, una buena gestión de las reuniones virtuales.

Solo un líder con capacidad de resiliencia será capaz de afrontar este trance. No todos líderes tienen esa capacidad de transformarse, pero se los puede ayudar. Es un momento donde cobran importancia en este punto las áreas de RRHH a través de la capacitación y la sensibilización. Es la hora de dar el paso y no volver atrás. ¿Qué les decimos nosotros a las empresas? Súbanse a este tren e impulsen las cosas que pudieron poner en marcha.





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