jueves, 19 de abril de 2012

Tareas y Funciones



Según Peter Drucker[1] hay diferentes tipos de trabajo en todas las organizaciones, cualquiera que ellas sean: Trabajo operativo, Trabajo de dirección y Trabajo innovador, los cuales necesariamente deben ser organizadas.

Este concepto nos lleva a considerar a la organización como una función conductiva, que combina los recursos humanos para su utilización eficiente, optimizando la aplicación de los recursos que posee a fin de lograr una gestión efectiva.

Toda organización realiza y desarrolla actividades, para ello se vale de una estructura que presenta las siguientes características:

División del trabajo, Representa la manera en que un proceso complejo se descompone en una serie de pequeñas tareas más sencillas.

Especialización, como consecuencia de la división del trabajo cada actividad pasa a ser específica y especializada.

Jerarquía, como consecuencia de la especialización de tareas se crea en las organizaciones una pluralidad de tareas que necesariamente deben ser dirigidas y controladas; funciones de mando.

Autoridad y Responsabilidad, la jerarquía representa la distribución de la autoridad y la responsabilidad dentro de la organización. La autoridad puede ser delegada a un subordinado, mientras que la responsabilidad por su cumplimiento no lo es.

Los autores clásicos de la administración establecen que la especialización de los puestos de trabajo puede realizarse en dos sentidos:

  • La especialización horizontal

Un individuo dentro de una organización puede realizar múltiples tareas, va saltando de una a otra según las necesidades de la organización. Muchas de ellas son repetitivas o de escasa complejidad. En ellas se basa el criterio de división del trabajo.

La especialización horizontal de la fuerza laboral permite que los trabajadores se concentren en unas pocas tareas, aumentando sus habilidades y logrando mayor eficiencia y calidad en el trabajo realizado.

  • La especialización vertical

La misma separa la realización del trabajo de la administración del mismo. El trabajador se limita a realizar la actividad y otro a controlar si el trabajo fue bien realizado, esta separación implica la existencia de niveles jerárquicos, el trabajador que ejecuta la tarea y supervisor que controla su realización.

La especialización vertical permite aumentar la calidad de la supervisión e incrementa los niveles jerárquicos de la organización.



[1] Peter Drucker, La Gerencia, El Ateneo, Buenos Aires, 1987

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