miércoles, 31 de marzo de 2021

Contenidos Básicos de la Administración

Un primer marco de la administración nos lo adelanta el doctor Bernardo Kliskberg, como síntesis de sus indagaciones sobre el tema. En un texto clave para la comprensión de la evolución del pensamiento administrativo él resume:

I. El ámbito de la administración no está constituido en forma exclusiva por un tipo particular de organizaciones (por ejemplo, las empresas): abarca todo tipo de organizaciones.

II. Las problemáticas centrales de los distintos tipos de organización ofrecen características comunes, que permiten postular la posibilidad de su estudio a un nivel unitario.

III. La administración comprende el análisis teórico a nivel científico del comportamiento de las organizaciones; por lo que se orienta en primera instancia a determinar un vocabulario y categorías de estudio; y luego a seguir las laboriosas etapas de la investigación científica.

IV.  La administración comprende además una tecnología o conjunto de conocimientos en materia de procedimientos de operación aplicables para obtener mayor eficiencia de las distintas áreas de la organización (Bernardo Klisksberg, El pensamiento organizativo. Del taylorismo  a la moderna teoría de la organización. Ediciones Depalma. Buenos Aires. 1971, página 20 a 21).
 
Este marco que propone Klisksberg incluye por sobre todo los rasgos de la administración como ciencia y como técnica; y aún llega a enfatizar la investigación científica como el camino a su enriquecimiento y profundización.

Por su parte, las conclusiones de Mario Bunge, un epistemólogo argentino de renombre mundial, difieren notoriamente en algunos aspectos trascendentes. De inicio, él parte de ubicar la administración, o “al conjunto de disciplinas que se abocan a su estudio”, como un técnica científica (la administradoctecnia). Para ese autor serían sus características distintivas:

I. Estudiar las actividades y relaciones administrativas que tienen un lugar dentro de y entre los sociosistemas; que se caracterizan a su vez por las personas que los componen, su ambiente y su estructura.

II. Emplear el método científico y los resultados de investigaciones científicas en psicología y en ciencias sociales básicas y aplicadas.

III. Proponerse optimizar en aspecto (productividad, beneficio social, lucro) el funcionamiento de las organizaciones (Mario Bunge, El status epistemológico de la administración, Organizaciones, op. cit., página 51 y siguientes).
 
Para un científico como Bunge, cercanamente emparentado con las llamadas ciencias “duras”, la distinción no es irrelevante. El afirma a continuación:

  • El científico busca la verdad (para todos); el técnico se sirve de la verdad para alcanzar la utilidad (para alguien).
  • La ciencia se propone explicar el mundo; la técnica, forjar las herramientas para transformarlo (Ibídem).
Esas tajantes distinciones, que históricamente fueron objeto de acalorados debates, hoy parecen despertar sólo escaso interés.

El porvenir de las organizaciones -recordemos, el objeto central de estudio de la disciplina-, hoy más que nunca gira alrededor de su aptitud para la lucha competitiva, de la que dependen las perspectivas de su crecimiento, y aún de su supervivencia.

 


 

La presente entrada corresponde a un extracto de: Administración General, Cuadernillo para el Estudio a Distancia. Héctor Larocca y Héctor Fainstein, Facultad de Ciencias Económicas (UBA). 2001.

 

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