Otra mirada sobre Planeamiento

Cómo decíamos en una entrada anterior (Sistemas de Planeamiento); la definición a priori de planeamiento proviene de hacer planes. En este sentido, podemos inferir que los planes son tipos especiales de decisiones que se preparan con anticipación a algún acontecimiento previsto. Esto se debe en parte a que los ambientes están cambiando en forma vertiginosa, donde las predicciones no son confiables, y la labor del directivo tiene que estar orientada identificar el rumbo o dirección que la organización debe tomar, los recursos con que debe contar, y la estructura orgánica que debe plasmar, para asegurar el cumplimiento de los objetivos organizacionales.

Desarrollo del planeamiento

El planeamiento es un proceso formal en que se fijan metas específicas y se establecen planes detallados para alcanzarlas. De esta manera, muchos autores describen los resultados del proceso de planeamiento como una cadena “de medios y fines”, en que los fines son metas y los medios son los planes que deben implementarse para poder alcanzar las primeras. En esta cadena, los medios para alcanzar cada una de las metas sucesivas contienen los fines hacia los cuáles se dirigen los medios del nivel anterior.

Dichos planes deben prepararse formalmente y deben ser: observables, objetivos, lógicos y realistas. El planeamiento, entonces, es un proceso que empieza con objetivos; define estrategias, políticas y planes detallados para alcanzarlos; establece una organización para llevar a la práctica las decisiones; e inclusive una revisión del rendimiento y retroalimentación para producir un nuevo ciclo de planeamiento.

Este proceso de planeamiento presenta un enfoque racional analítico, que es apropiado para un ambiente estable y previsible, donde el responsable del planeamiento puede elegir entre los distintos escenarios posibles, acotando el nivel de alternativas estudiadas.

Por otra parte, los ambientes inestables y la marcada incertidumbre con que cuentas los directivos hace que el proceso de planeamiento sea más flexible, poniendo énfasis en la formulación de los posibles escenarios de ocurrencia, y las metas claras asociadas a cada uno de ellos.

Estos dos tipos de planeamiento si bien no se excluyen mutuamente, corresponden a un continuo de mayor a menor definición que los directivos de la organización deber realizar en función de las características propias de la empresa y/o del mercado donde se desarrolla la misma. En ambos casos el proceso general de planeamiento es el mismo, puesto que comprende los mismos pasos básicos: Diagnóstico (Formulación de la Problemática), Fijación de Prioridades (Planeación de los Fines y de los Medios), Determinación de los pasos de acción (Planeación de los Recursos), y Desarrollo de un sistema planeamiento y control de gestión (Diseño de la implementación y Control).

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