jueves, 29 de julio de 2021

CEOs y Gerentes: Máximo Cavazzani, fundador de Etermax

Hoy presentamos el reportaje que el periodista Ricardo Quesada le realizara para InfoTechnology a Máximo Cavazzani, el CEO y fundador de Etermax, empresa argentina dedicada a los videojuegos. Leemos en el artículo:
 
Cavazzani, CEO de Etermax: "Los datos son el petróleo del siglo XXI"
 
El emprendedor cuenta que en 2020 lanzó ocho videojuegos que tuvieron millones de descargas. La pelea por conseguir talento
 

"Nuestros juegos se los bajaron más de 300 millones de personas en Estados Unidos", dice Máximo Cavazzani, CEO y fundador de Etermax. El número, impactante de por sí, cobra más fuerza si se tiene en cuenta que eso significa, prácticamente, una descarga por habitante. "Pocas marcas nacidas en la Argentina lograron eso", agrega.

La compañía de videojuegos para celulares, nacida en 2009, tuvo su primer éxito con Preguntados en 2014. Desde entonces no paró de crecer, tanto en descargas como en lanzamientos.

En 2020, en el que las cuarentenas alrededor del mundo hicieron que muchas personas usaran aún más tiempo sus teléfonos móviles, Etermax lanzó ocho juegos, dos más de lo previsto. Sin embargo, el emprendedor cree que el éxito estuvo más relacionado con el trabajo previo que con la coyuntura.

¿Cómo les fue en 2020, con la pandemia?

Queríamos lanzar seis juegos. En el medio nos agarró la pandemia y las 300 y pico de personas que trabajábamos en la empresa tuvimos que pasar a esta nueva modalidad. Y si bien teníamos las herramientas, es difícil lograr un proceso creativo. Y llegamos a lanzar ocho juegos. Uno de ellos, Preguntados Aventura, fue un éxito y nos permitió replantear un poco la estrategia. Y este año estamos para hacer cuatro lanzamientos más fuertes.

Aunque son una compañía tecnológica acostumbrada al trabajo hay parte del proceso creativo que depende de la interacción con los demás, ¿cómo hicieron para suplir esa falta de trato cara a cara cotidiano?

Con mucha tecnología, que es en lo que somos expertos. Creo que estos últimos años todo lo que tiene que ver con la virtualidad avanzó sin que nos diéramos cuenta. Vemos que las herramientas estaban ahí y lo que necesitábamos era empezar a encontrar formas creativas de hacer, separados, lo que antes hacíamos todos juntos. Mientras tanto, también crecimos. Hoy somos 450 personas en la compañía repartidos en tres oficinas de desarrollo y dos más comerciales, en dos continentes. Tenemos un estudio en Berlín y otro en Montevideo. Toda esa conjunción trajo también sus desafíos. Creo que somos buenos para adaptar esa tecnología a nuestra forma de trabajo.

Las cuarentenas en todo el mundo ayudaron a incrementar las descargas de juegos online, ¿cómo les fue a ustedes con los lanzamientos?

Nosotros tuvimos una suba de uso durante las cuarentenas, que se vio en todo el mundo. Fue como una oleada que nos hizo dar cuenta de la importancia del momento. Pero, por otro lado, tenemos el crecimiento orgánico. Nuestro negocio creció. En la primera semana de Aventura hicimos 10 millones de descargas, que es un montón y consolidamos un nuevo negocio, que es algo difícil en la industria de los juegos. ¿Cuánto tuvo que ver la cuarentena en ese éxito? No lo sé. Creo que no tanto, sino que tiene que ver con el trabajo que veníamos haciendo. Nos consolidamos como una empresa cada vez más sofisticada, que hace mejores productos, más rápido, que se diversifica en su negocio. Hoy estamos muy fuertes en brand gamification y en cómo ayudar a las marcas a llegar a las personas como un juego. Estamos metidos muy fuerte con inteligencia artificial (IA) dentro y fuera de la compañía.

¿Cómo les está yendo con la unidad de IA?

La unidad de negocios va bien. Es una unidad chica con la que empezamos a hacer para afuera lo que hacíamos puertas adentro. Steve Jobs decía que la computadora era la bicicleta de la mente. Yo creo que la IA es el Fórmula 1. Los datos son el petróleo del siglo XXI porque permiten una economía más eficiente. Y el análisis de esos datos cada vez es más importante. El provecho que se les puede sacar es cada vez más grande. Si lo podemos aprovechar como país, podemos aportar un montón a la economía.

¿Qué inversiones tienen previstas para este año?

La idea es crecer en personas. Siempre tratamos de invertir en las personas, que para nosotros es más importante. Lo digo de verdad, porque lo que nosotros producimos es propiedad intelectual, es producto del pensamiento. Estamos fuertes en reclutamiento, tanto en la Argentina, como afuera del país. También estamos tratando de desarrollar más negocios que tengan que ver con lo que hacemos, para ser más eficientes y también expandirnos en otros lugares.

Históricamente, en IT hay más demanda de trabajo que oferta y ahora se suma que muchos desarrolladores reciben propuestas para trabajar directamente para el exterior que son difíciles de igualar desde lo monetario, ¿les está costando encontrar talento?

En la Argentina tenemos la demanda de ingenieros más grande del mundo. Estamos en una competencia por encontrar las mejores personas. ¿Y por qué nos preocupamos? Por tener los mejores desafíos, las mejores condiciones de trabajo, el mejor liderazgo, la mejor educación continua, para que la gente tenga ganas de trabajar con nosotros haciendo cosas increíbles para el mundo. Parece simple, pero no lo es.

¿Creés que hubo algún cambio en el ecosistema emprendedor argentino?

Creo que más allá de las coyunturas, a medida que avanza el tiempo, cada vez es más fácil emprender, porque hay cada vez más herramientas. Y es más fácil para un emprendedor ser relevante en el mundo, lo que no quiere decir que sea fácil. Las condiciones nunca estuvieron mejor, sobre todo para un emprendedor de América latina. Después hay desafíos circunstanciales, que hay que tratar de llevar y que son parte lo difícil de emprender, que es encontrarle la vuelta. En lo particular, la Argentina tiene ventajas y desventajas. Una de sus grandes ventajas son las personas. Las desventajas tienen que ver con el cambio de planes constante. Hay que tener en cuenta eso cuando se emprende.

¿Van a seguir mudando operaciones a Montevideo?

La idea de Etermax fue siempre ser cada vez más internacionales. Uruguay fue esa primera etapa y Berlín fue la segunda. Hoy creo que estamos bien estructurados como estamos. En la Argentina somos fuertes, tenemos una buena presencia en Uruguay y en Europa queremos crecer también. Yo no creo tanto en que las empresas tengan una localía, pero creo que hoy las empresas, especialmente las de IT, tienen recursos alrededor del mundo que pueden aprovechar y potenciar. Nos comprometemos a crecer en todos los lugares donde podemos.

Hace mucho que Etermax está señalada como el próximo unicornio argentino. ¿Este será el año?

Siempre respondo lo mismo. Nosotros no buscamos ser un unicornio. Puede ser una consecuencia, creo que somos una empresa exitosa y que puede pasar en los próximos años. Pero no creo que sea este, porque para eso debería haber una valuación y nosotros nos concentramos en el negocio. Esa es la respuesta aburrida, pero que nos hace felices. Nos da libertad, nos permite crecer como queremos y quizás tomar riesgos que otras empresas con otro tipo de inversiones no pueden. Somos una empresa de juegos, mucho de lo que hacemos no llega a ver la luz, tenemos que pensar fuera de la caja y esa libertad por ahora no la queremos sacrificar. Y eso es lo que se requeriría para que ser declarado unicornio.

Entiendo que no lo busquen, pero el hecho de estar ahí, señalado, ¿significa algo?

Es que no nos queremos vender hacia alguien que le importe tanto esa valuación. Nos vendemos mucho más hacia nosotros mismos y lo que queremos hacer y lo que realmente queremos hacer es tener libertad, poder hacer negocios grandes. Pensá que en Estados Unidos, nuestros juegos se los bajaron 300 millones de personas. Hay pocas marcas nacidas en la Argentina que tengan ese impacto. Entonces eso es lo que hace que la empresa tenga porte y esté en boca de todos. Es una cuestión estratégica. Me encanta que haya más unicornios en la Argentina, también empresas de u$s 100 millones y de u$s 10.000 millones. Es arbitraria la valuación de u$s 1000 millones. También me gusta que haya negocios que funcionan y que estén consolidados, que es un poco lo que termina desarrollando la economía.

 


 

 

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