Les presentamos un interesante artículo publicado en el diario El Cronista, sobre los salarios en las empresas. Leemos en el mismo:
Las empresas ajustan a la baja los aumentos salariales previstos a principio de año
Las empresas argentinas iniciaron el año con proyecciones salariales por encima del 40%. Según la última encuesta de PwC, hoy estiman incrementos promedio del 29,5%, en línea con la desaceleración del IPC (19,5% acumulado a agosto).
También cambió el ritmo de los ajustes: 6 de cada 10 empresas revisan salarios en ciclos de tres o cuatro meses. Y hacia fin de año, 7 de cada 10 prevén hacerlo entre septiembre y octubre; el resto, en noviembre, diciembre o ya entrado 2026, comentó Mariela Rendón, senior manager de People & Organisation de PwC Argentina.
Control interno
Según Silvana Chehda, senior manager de Legal Services de PwC Argentina, señaló que la capacidad de adaptar la frecuencia y modalidad de los aumentos salariales es clave para que las empresas mantengan su sostenibilidad financiera. Al mismo tiempo, persisten dificultades importantes, como calcular correctamente el impuesto a las ganancias sobre los salarios y llevar auditorías consistentes de las liquidaciones
El sondeo indica que cerca del 60% de las empresas no tiene claridad sobre cómo liquidar el impuesto a las ganancias. Además, enfrentan problemas con cargas sociales, indemnizaciones, trabajadores en el exterior y convenios colectivos. Solo el 41% realiza auditorías de manera regular; un 30% no las hace y un 24% las revisa solo ante reclamos o inspecciones.
Modelos de trabajo
El sondeo analiza la organización de las jornadas laborales. La mayoría de las empresas adoptó un esquema híbrido, con parte del trabajo presencial y parte remoto, mientras que otras mantienen la presencialidad plena y un número reducido opera de manera totalmente remota.
Según el relevamiento, el 69% de las compañías aplica el esquema híbrido, el 24% mantiene la presencialidad completa y apenas el 7% trabaja de manera totalmente remota.
La modalidad de trabajo define la forma de pago y qué se incluye en el salario, como asistencia, horas extra, traslados, herramientas de trabajo o desempeño. Con la inflación perdiendo peso como única referencia, los paquetes de compensación muestran otra lógica. Los aumentos son menos frecuentes, aparecen bonos por objetivos y crece la atención al cumplimiento de normas y procesos.
La encuesta indica que los aumentos salariales son más moderados, pero las empresas exigen más control sobre cómo se gestiona el talento. Se presta menos atención a ajustar los salarios solo por la inflación y aplicar más políticas salariales de manera ordenada y consistente.
"Los datos confirman que las empresas siguen ajustando sus esquemas de compensación, adaptándose a un escenario de inflación más moderada, pero aún incierto", señaló Damián Vázquez, socio de PwC Argentina a cargo de la práctica de Managing Consulting.
Las prioridades de las empresas
Las compañías destacan varias prioridades vinculadas al manejo del personal y a la continuidad de sus operaciones. Entre las principales preocupaciones aparecen el aumento de los costos laborales y la dificultad para conseguir personal calificado, factores que inciden en la política salarial y en las posibilidades de crecimiento.
También señalan la conflictividad sindical y el nivel de litigios, que generan incertidumbre y afectan la relación con los trabajadores, los costos y la productividad.
A esto se suma la necesidad de mayor seguridad jurídica. Las empresas advierten que la ausencia de reglas claras limita la previsibilidad y condiciona la posibilidad de proyectar a largo plazo. Consideran que sin un marco estable es difícil sostener esquemas de compensación que acompañen la evolución de los salarios y den continuidad a los acuerdos laborales.

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