martes, 6 de agosto de 2024

Huellas: El Pastor Piper en la dimensión desconocida - artículo de Maple Leaf

Hoy presentamos un artículo del Lic. Pablo Berman, Director Regional de MAPLE LEAF Human Resources and Management (www.maplehr.com), que nos permitirá reflexionar sobre los problemas de comunicación e información que podemos encontrarnos en nuestra vida profesional, que pueden distorsionar el mensaje que recibimos y las decisiones que tomaremos.

Leemos en el artículo: 


El Pastor Piper en la dimensión desconocida

Uno de mis programas favoritos de la televisión es “La Dimensión Desconocida” (“The Twilight Zone”); Rod Sterling, su creador, narraba situaciones donde una persona común se halla en una situación sorprendente. La serie fue creada en 1959 y por años lideró el éter en Estados Unidos, logrando episodios memorables que inspiraron programas y filmes.

Con su licencia, quisiera introducir a nuestro protagonista al estilo de Serling: “John Piper, ministro de la Iglesia Bautista, en ese momento con 63 años. En él años 2009 fue invitado a disertar ante 8000 asistentes de la reunión nacional de consejeros cristianos en Nashville, Tennessee. En unos instantes, John entrará en la dimensión desconocida”.

¿Qué fue lo que sucedió?

Piper comenzó diciendo “Reconozco me siento asombrado y humilde en disertar ante tan importante audiencia” … y el público respondió con fuertes risas.

Pero cuando dijo “Me considero un pecador” … las risas desembocaron en terribles carcajadas que atronaban el anfiteatro. Incluso, cuando confesaba sobre sus miedos e inseguridades que podía controlar por la fe, las carcajadas seguían e incluso, algunos aplausos circularon.

La situación estaba desembocando en una situación bizarra, que le llevo a decir “Estoy perplejo y ustedes son realmente una audiencia muy extraña” para finalizar “Por favor no sigan riéndose de mí, me hacen daño” … pero las risas seguían a pesar de sus lágrimas.

¿Qué había pasado?

Aquí no aconteció ninguna situación de ciencia ficción: los organizadores del evento por error habían omitido su sermón y habían colocado en ese espacio a un comediante de stand up. Vale decir, la gente siguió al pie de la letra que el que estaba frente a ellos era un cómico, no un ministro religioso con una formación doctoral y pastoral que le hacía ser consultado por autoridades evangélicas de todos los Estados Unidos.

Las consecuencias fueron muy fuertes a nivel de Piper, que sintió la situación como una afrenta personal y los organizadores no sabían cómo disculparse. ¿Pero… los participantes? Amén que su capacidad de discernir fue muy cuestionada, el anonimato les protegió del ridículo.

Ahora bien, este es el punto que considero más interesante para analizar. Más allá de lo mencionado… los participantes no tomaron en cuenta que algo raro estaba pasando. No se detuvieron a reflexionar que el mensaje del pastor no coincidía con algún espíritu cómico y que había una distorsión entre lo que decía el programa y lo que presenciaban.

Más de una vez habrá recibido una información errónea de un superior y tomar como dogma. Por eso siempre es importante

toda información analizar y juzgarla para evaluar su corrección La audiencia se pudo escudar en el anonimato … si comete el mismo error… usted no tendrá tanta suerte.

Saludos atentos de Pablo Berman, director

 


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