martes, 2 de noviembre de 2021

Huellas: Atentos a los cambios - artículo

Este artículo me llegó por recomendación de Eduardo Rainieri, publicado en el Diario Clarín, es un reportaje realizado a la Licenciada en Pedagogía y Máster en Formación de Formadores, Anna Fornés, coordinadora de masters y postgrados de la Universitat Politècnica de Catalunya, y actualmente, dirige la Fundación Factor Humá, desde 2006.

Leemos en el artículo

Diálogos a fondo

Anna Fornés: “Si sólo te centras en producir, cada semana te conviertes en un poco más obsoleto”

Flavia Tomaello

Atentos a los cambios. “Habrá que crear dinámicas de trabajo diferentes. Es un gran desafío” dice Anna Fornés, consultora catalana en recursos humanos.

El trabajo no volverá a ser lo que era. Las relaciones laborales mediatizadas por la pandemia han implicado un recomienzo. Anna Fornés, especialista catalana experta en mejorar el manejo del talento, analiza los debates que impuso este tiempo y cómo emergerán ahora las organizaciones y el trabajo.

La teoría del bienestar se define por el modo en que las personas eligen aquello que las hace felices de forma libre. Recoge los elementos que contribuyen a sentirse bien, tener un estado anímico óptimo y enfrentarse al día a día de forma positiva. El mundo laboral compromete una gran parte del tiempo útil de los sujetos. La aceleración de la transformación digital causada por la pandemia hizo eclosionarlos un nuevo paradigma laboral.

De eso se ocupa la Funació Humá, una entidad radicada en España, abocada a construir “organizaciones conscientes” más allá de sus fronteras. Se concentra en el desarrollo y administración del talento para alcanzar plenitud en las personas que trabajan.

En este tiempo, plantean un sistema híbrido que combine el trabajo presencial y el teletrabajo, teniendo en cuenta las situaciones específicas de cada persona y atendiendo a la conciliación personal y laboral.

Según Anna Fornés, directora de la Fundació, “las empresas inteligentes son las que se adaptan y son las que alcanzarán un buen entendimiento entre tecnología y relaciones humanas”. Y es que la brutal aceleración digital ha hecho que en tres meses ocurran cosas inimaginables y se han roto numerosas creencias.

-¿Qué cree que en pandemia ha cambiado positivamente en los entornos laborales?

-Sí, se nos ha dado confianza. Nos hemos responsabilizado más en cada una de nuestras parcelas de trabajo. Y ello nos ha permitido también decidir más cosas, por tanto sentirnos empoderados. Poder decidir es una de las cosas que más satisfacción da un trabajo. Otro cambio positivo es la mejora en los liderazgos, en las maneras de dirigir, de hecho queda claro que los directivos van a tener que evolucionar mucho de jefes a líderes, con todo lo que esto supone. Otro avance que veo es que desde la vulnerabilidad que todos hemos sentido este último año y medio, muchas personas han hecho la reflexión de cuál es el significado del trabajo en su vida y piensan también qué es lo que a partir de la vuelta a una cierta normalidad o cuando acabe la pandemia, qué es lo que le va a ofrecer su empresa.

  -¿Cómo sugiere que las organizaciones podrán encarar esos retos?

-Poniendo en el centro la individualización en el trato con las personas. Vamos a tener que escuchar más que nunca e intentar responder a las necesidades vitales de cada sujeto, porque según el momento que estén de su vida, hacer teletrabajo va a ser más fácil o difícil. También va a ser necesaria una gestión del cambio, de la que llevamos muchos años hablando pero que no se acaba de concretar, en el que los departamentos de Recursos Humanos van a tener un papel muy relevante. Para que el cambio se produzca y se dé de la mejor manera posible, habrá que poner a las personas en el centro.

-¿Cuáles cree que son los desafíos que llegan en el futuro cercano?

-Uno será el liderazgo en remoto, que los equipos virtuales sean eficientes y productivos. Las necesidades de estos equipos distan bastante de las que tienen los que comparten a diario espacio físico y pueden comunicarse cara a cara. Las habilidades de los líderes deben ser otras, y hay que crear dinámicas de trabajo diferentes. Otro reto es la reorganización de los espacios de trabajo. Ahí hay aún mucha discusión y de hecho dependerá mucho de si se opta por un modelo de teletrabajo o de cinco días a la semana o un híbrido. Pero en todo caso se van a liberar espacios, pero esos espacios van a tener que ser diferentes. Las personas se están preguntando ¿para qué vuelvo? ¿para hacer qué? Eso va a marcar el sitio de trabajo.

-Se ha hablado mucho de la salud mental como la pandemia pos Covid. ¿Cómo se ve esto en la oficina?

-Habrá que ponerle foco y ocuparse de ella. El burnout, el agotamiento extremo laboral, es una realidad y está suponiendo una de las mayores consecuencias de la pandemia. Las personas están demasiado presionadas con sus tareas, sus tiempos, sus objetivos. Es un tema de muchísima relevancia y donde las empresas tienen todo por hacer. Si solo te centras en producir, cada semana te conviertes en un poco más obsoleto.

-¿Está debidamente concientizado en la sociedad o resulta como aquella historia del sapo cocinado lentamente que no se da cuenta?

-Aún hay quien no sabe de qué se trata. A la historia del sapo cocinado lentamente y que no se da cuenta que acabará quemándose me gustaría añadirle otra metáfora también con un animal. Cuando hablo de burnout pongo de imagen una mula de carga que un día se desploma por agotamiento de tan cargada qué va. Los datos sobre esto son escalofriantes. Ya antes de la pandemia la OMS decidió que a partir del 2022 el burnout va a ser considerado una enfermedad profesional, por tanto el reto en las empresas ante este tema va a pasar a estar en primera línea. Es responsabilidad de todo líder no sobrecargar a sus trabajadores. Esto no es tan sencillo en un entorno tan exigente como el que nos encontramos.

-¿Qué podemos hacer individualmente frente a ello?

-Hay una parte de responsabilidad en cada uno de nosotros en tomar la riendas de nuestra vida en relación a cómo estamos en nuestros trabajos y qué permitimos o no. Realmente si en el trabajo no te sientes útil, no te sientes apoyado emocionalmente, tienes miedo al fracaso y no se te acompaña en todo el proceso de cambio, porque todo cambio puede provocar bastante ansiedad, realmente debes plantearte si es ahí donde quieres seguir. Sé que no es fácil, pero acceder a determinadas concesiones en un trabajo puede tener consecuencias nefastas.

 

 


 

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