miércoles, 5 de diciembre de 2018

Huellas: El líder "manteca"


El artículo Jaque al rey: radiografía de un líder “manteca”, nos presenta la problemática que algunas empresas tienen con individuos que le dificultan el cumplimiento de sus objetivos. Publicado en el diario La Nación, cuya autoría corresponde a los periodistas Eugenio Marchiori y Andrés Hatum.

A modo de resumen, leemos en el artículo:

“Martin nunca asume sus responsabilidades, no sé cómo hace, pero siempre son los otros lo que tienen la culpa”. “Eduardo nunca termina de decidirse. Por eso el año pasado nos perdimos un negocio que fue a parar a la competencia”. “Francisco es un vendedor tremendo, pero no puede manejar al equipo de ventas. No es capaz de coordinar las zonas para que no se nos superpongan los clientes. Después de los papelones, la cara la tenemos que poner nosotros”.

Es habitual oír afirmaciones como la anteriores en los pasillos de muchas oficinas. Son la clase de actitudes que dañan la autoridad del directivo frente al resto. ¿Qué hace que algunos (algunas) líderes se debiliten frente a colaboradores, los superiores o los pares?

La debilidad de un líder “manteca” tiene una infinidad de maneras de manifestarse. Es el resultado de una combinación de factores personales (propios de sus habilidades y de su cultura) y externos (como el contexto en el que se debe desempeñar o sus propios superiores). Dentro de los primeros se destacan:

  1. Falta de capacidad para comunicar
  2. Falta de empatía y de humildad
  3. Falta de seguridad para decidir y ordenar acciones
  4. Micromanagement y falta de capacidad para delegar
  5. Falta de responsabilidad y cumplimiento de promesas
No siempre la debilidad de un líder se debe a sus propias limitaciones: hay casos en que son sus superiores los que la generan. Por ejemplo, cuando una persona es señalada como “alto potencial”, se la coloca en el centro de la escena y se crean expectativas –a veces- difíciles de cumplir. El asunto es tan delicado que, si la organización se equivoca, la persona “se quema y le cuesta mucho recuperar la confianza, no solo del resto, sino la suya propia. Aunque ser considerado alto potencial puede servir para enaltecer a alguien, hay casos en los que se transforma en un salvavidas de plomo.



El siguiente es un video donde Andrés Hatum ser refiere al tema, en el canal de La Nación.




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