viernes, 6 de junio de 2014

Trabajo Práctico de Integración - 2º Parte

El Trabajo Práctico de Integración, que constará de tres partes, deberá resolverse en forma, domiciliaria, individual o grupal y obligatoria.

La presentación de las resoluciones deberá realizarse en una sola entrega, que será el próximo jueves 19 de junio de 2014 previo a la realización del parcial. Se recomienda el envio de los archivos por correo electrónico.


Segunda Parte: Motivación

Se solicita
Lea el caso que se presenta a continuación
Identifique los distintos personajes y roles que se presentan y determine las motivaciones básicas de cada uno.
Determine las motivaciones por las que usted trabajaría en esta organización.
Desarrolle un texto con las respuestas.


Caso de Análisis

María se encuentra sorpresivamente desempleada  cuando el médico (prestigioso profesional a nivel nacional e internacional, director de una clínica, y de un servicio en hospital público) del cual era secretaria de tiempo completo, sufre un infarto y se retira de la actividad.

María vivía  en una casa muy grande con patio, jardín  y sótano  que heredó de sus abuelos en el barrio de Palermo.

Vivía en pareja con Ignacio (Sociólogo y Becario del Conicet) desde  10 años y  convivían en con ellos las dos hijas de Ignacio, Paula  alumna del CBC  y Micaela terminando el secundario. Ignacio estaba en el exterior por varios meses cursando una especialización.

María tenía42 años, había sido secretaria durante 20 años, era profesora de inglés (aunque nunca ejerció) y cursó algunas materias de la Licenciatura en Administración.

Con este panorama María, cuyo ingreso mensual era muy importante para la familia, se preguntaba cómo iba  a salir adelante, con las chicas y cómo iba a poder conservar su enorme casa.

Pensó en las posibilidades de un nuevo empleo pero no parecía algo posible en el corto plazo. Pensó en sus habilidades, el título de profesora era valioso, más que para ella el inglés era lengua materna, pero los 42 años la alejaban de cualquier ingreso a la docencia. Además sin antigüedad el valor horario era muy reducido.

¿Qué otro recurso tenía?

Sabía cocinar muy bien. Había hecho varios cursos. La casa era muy grande y no la ocupaban totalmente.

Se decidió a cocinar comida casera  para aquellos que les gusta y por diferentes motivos no pueden disfrutarla.

Con su habilidad organizativa como secretaria trazó un plan: menú, envases, difusión, entregas.

Las chicas se sumaron a la tarea.

En dos meses tenían un emprendimiento totalmente informal. 

Los pedidos eran recepcionados por Paula y Micela quienes además hacían las entregas.

El segmento con el que iniciaron fue el personal de salud tanto en la clínica como en el hospital donde María había trabajado como secretaria.
Pasado casi medio año, el segmento se había diversificado por medio del boca a boca y era de características y zonas diversas.

Se hizo necesario  un nuevo diseño del emprendimiento desde el espacio físico y los recursos materiales con que contaba, como así también se hizo evidente que María, las chicas y alguna ayuda ocasional de novios y amigos no era el camino.
En ese momento María le hizo la oferta de participar como socio a su ex empleador, quien aceptó participar y permitió la ampliación del capital inicial (la casa de María), su reforma, el equipamiento profesionalizado de la cocina, y la contratación de un contador para que regularizara la situación legal e impositiva de la empresa.

En poco más de 18 meses tenían 15 empleados entre ayudantes de cocina, reposteros, aprendices y repartidores. En un principio toda la operación de compra y producción de comida había estado en manos de María, la recepción de pedidos y entregas en manos de Paula y Micaela. Con el tiempo los empleados más antiguos fueron haciéndose cargo de las áreas de compras, producción, Paula se reveló como una excelente agente de ventas, y el contador , que un principio fue un asesor externo, pasó a estar dedicado a la empresa tiempo completo y organizar el área administrativo contable.

María actuaba como gerente general y socia mayoritaria. La contratación del personal estuvo siempre a su cargo y ella remarcaba el origen de la empresa y ofrecía buenos sueldos, y posibilidades de crecimiento y creatividad porque como ella decía: Esto lo estamos haciendo todos los días como una comida.

Con el tiempo el personal se fue renovando, y si bien los originales colegas la acompañaban, a medida que la empresa crecía, ella notaba que mucho de su tiempo se utilizaba en resolver problemas del personal, conflictos, ausencias,  pedidos de cambio de sección, etc.  Comprendió entonces que necesitaba alguien que pudiera cubrir la posición de jefe de personal. Compartió su decisión con sus otros jefes de área.

Tiempo después, el barrio donde estaba la casa de María, devenida en planta y sede administrativa y comercial, fue mutando de residencial a comercial, y María pensó en la posibilidad de abrir un hostal.

Cuando finalmente después de un proceso laborioso en el que no dejó de producir a pesar de la obra de modificación del inmueble,  puso en funcionamiento el hostal, tuvo una serie de problemas con el personal  que de recepción, de comedor ( ofrecía desayuno) y de limpieza.

Basándose en sus decisiones anteriores, resolvió hacer un convenio con una escuela de hotelería y ofrecer pasantías para las funciones de recepción, contrató una empresa de limpieza, y ofreció  viandas preparadas por su empresa y el uso del espacio comedor pero cerró la cocina.

Paula Y Micaela  terminaron sus carreras universitarias orientadas al marketing alimentario,  y María inició una sobre organización de eventos.

Cuando se inscribió en la universidad, ésta le propuso ser su auspiciante, y ella solicitó becas para dos de sus alumnos.

María siempre pensó que el sueldo era un elemento motivador, de manera, que desde el inicio su sistema de remuneraciones incluyó el pago de incentivos y  cuando la empresa estuvo formalizada, solicitó que el contador diseñara un sistema que permitiera dentro del marco legal el pago por trabajo en equipo, o por aporte de ideas o innovaciones. Así es,  que asoció el incremento en las ventas por innovación en el menú al pago de un adicional a sus empleados.

Hoy la empresa tiene 10 años. Ya no es una empresa artesanal como le gustaba decir a María pero ella sigue sentada en la punta de la cocina supervisando todo el proceso y reuniéndose una vez por semana con todos sus jefes de área.

Tiene  un mail abierto a consultas y sugerencias y sigue de cerca el crecimiento laboral de sus empleados.






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