274 - Sistemas Administrativos

lunes, 30 de septiembre de 2024

Emprendedores y Empresarios: Ladislao Biro

Ladislao Biro fue un fue un inventor y periodista húngaro nacionalizado argentino, que nació el 29 de septiembre de 1899 en la ciudad de Budapest. Fue el autor de 32 inventos, entre ellos, la birome, que con el tiempo se convirtió en un objeto indispensable en la vida cotidiana de millones de personas en todo el mundo.


 

Biro trabajaba para algunos diarios de su Hungría natal. El hombre se molestaba por los trastornos que le ocasionaba su pluma para escribir (que era para diestros y él era zurdo) cuando se le atascaba en medio de un reportaje. Entonces, junto con su hermano Gyorgy, que era químico, obtuvo una tinta útil para la escritura a mano, pero que no podía utilizarse con la pluma pues se trababa al escribir. Un día, observando a unos pequeños jugar en la calle con bolitas que, al atravesar un charco, salían trazando una línea de agua en el piso seco, se dio cuenta de que debía reemplazar el uso de la pluma metálica en la punta por una bolita. Biro patentó un prototipo en Hungría y en Francia, en 1938, pero no llegó a comercializarlo.

En 1939, Biro se encontraba en un hotel de una playa de Yugoslavia, escribiendo, con su invención, una nota periodística para un diario húngaro. Cerca de él había un hombre, acompañado por una joven mujer, su secretaría, que no le quitaba los ojos de encima. Al rato, dicho hombre se le acerca y le comienza a hablar, fascinado por como escribía con el bolígrafo. El hombre le comenta que es ingeniero y que estaba muy interesado en el instrumento de escritura que estaba utilizando. Le pregunta a Biro si alguna vez consideró mudarse a la Argentina para producir la lapicera. Biro le comentó las dificultades que tenían los ciudadanos húngaros para conseguir una visa para viajar a la Argentina.

El hombre le respondió que si alguna vez lo consideraba, él se podía poner en contacto y le daría todo su apoyo, a continuación le firmó y le dio su tarjeta personal, aunque nunca le reveló su identidad. Biro no le dio mucha importancia, pensando que el hombre con el que había hablado era el presidente de alguna compañía o alguna otra cosa. Al rato, Biro se cruza con la mujer, la secretaria, que acompañaba a aquel hombre que le había hablado en el hotel, y le pregunta a que empresa pertenecía su jefe. Ella le contesta: "¿Empresa? ¿No sabes quien es él? Es Agustín P. Justo, ex presidente de la Argentina".

Biro no se decidió en ese momento a ir a la Argentina, pero en mayo de 1940, al comenzar la Segunda Guerra Mundial, él y su hermano Gyorgy emigraron hacia Argentina junto con Juan Jorge Meyne. Tanto los Biro como Meyne eran de origen judío y se estaban enfrentado con una incipiente persecución por parte del régimen fascista de Miklós Horthy. En ese momento era muy difícil para los ciudadanos húngaros obtener visas para viajar a la Argentina, pero Biro todavía conservaba la tarjeta personal del expresidente Justo y cuando la presentó al consulado argentino de Budapest, el tramite para obtener los papeles necesarios se facilitó.

Biro llegó a Buenos Aires el 24 de julio de 1940, y se estableció en una casa del barrio de Colegiales. Al poco tiempo formó, junto a su hermano y Meyne, la compañía Biro-Meyne-Biro, que en sus primeros tiempos recibió la financiación del general ingeniero Agustín P. Justo y funcionaba en un garaje con 40 operarios y un bajo presupuesto. El 10 de junio de 1943, en Buenos Aires, la pequeña compañía Biro-Meyne-Biro patentaba su lapicera. A finales de ese año, lanzaron el producto al mercado bajo el nombre comercial de Birome (acrónimo con las sílabas iniciales de Biro y Meyne).

 

En 1944, Biro licenció su invento en la entonces extraordinaria suma de 2 millones de dólares a la empresa de instrumentos de escritura Eversharp, de los Estados Unidos, que fue adquirida a su vez por la empresa Parker Pen Company, que instaló su planta de la Argentina y sus oficinas comerciales en las que ocupaba Birome, y en 1951 a Marcel Bich, de Francia. Este último desarrolló, bajo la marca Bic, un bolígrafo de bajo coste que contribuyó enormemente a la popularización del invento.

Cuando Ladislao José Biro falleció, el 24 de octubre de 1985, en Buenos Aires, las licencias por la venta de su invento habían ingresado millones de pesos a las arcas argentinas y la birome, aunque fabricada por otras marcas, había sustituido a la pluma entre todas las clases sociales, así como en las escuelas y universidades.


 

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Telxínoe: Las dos Giocondas

Son casi idénticas, pero no iguales...

Las dos 'Giocondas'; la del Museo del Louvre y la réplica del Museo del Prado comparten muchos elementos, pero también tienen sus diferencias. La más evidente, al margen de la autoría, es el fondo, tantas veces valorado por su estudio de la perspectiva.

El gran estado de conservación de la obra del Museo del Prado permite apreciar un cierto rubor en las mejillas, las cejas y las pestañas que no posee la del Louvre y como que parece más joven.

Conservadores del Museo del Prado consideran que la obra fue pintada probablemente, por Andrea Salai o Francesco Melzi. Los expertos del Prado llevaron varios meses estudiando y limpiando la obra, según han explicado fuentes del Museo.

El estado de conservación de la pintura es incluso mejor que el de la Mona Lisa. Durante muchos años, se le consideró una réplica de la Mona Lisa hecha por un alumno de Leonardo.

El tamaño de original y réplica es prácticamente el mismo: 77X53 cm para la primera, y 76X57 cm para la segunda. El discípulo de Leonardo habría ejecutado la réplica a medida que el maestro toscano iba pintando el original.

El equipo de restauración de la pinacoteca madrileña ha ido retirando las sucesivas capas de barniz que durante más de 500 años han ido tapando el rostro de la joven del cuadro. 

La Gioconda del Louvre

Pintura al óleo (77x53cm) 


  • Autor: Leonardo da Vinci (Italia, 1452-Francia, 1519)
  • Fecha de creación: 1503-1519
 

La Gioconda del Museo del Prado

Óleo sobre tabla de madera de nogal, 76 x 57 cm.  


 

  • Autor: Tal vez, Salai o a Francesco Melzi, los alumnos más cercanos al maestro y que tenían acceso directo a sus dibujos de paisaje.
  • Fecha de creación: 1507-1516

¿Por qué la Gioconda del Louvre sonríe y la de El Prado no?

Llevamos siglos intentando descifrar a La Gioconda. Con su retrato, Leonardo parece invitarnos a adivinar qué emoción siente su musa.

(Fuente: Museo del Prado, Madrid, España, BBC. News Mundo)

 
 

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Mensaje del Decano de la FCE - UBA

Mensaje del decano respecto a la ley de financiamiento universitario y la marcha del 2 de octubre.


 

Huellas: Cómo gestionar nuestro Talento

En un artículo precedente analizamos el impacto que tienen los talentos en las organizaciones, y la importancia de captar y desarrollar jóvenes profesionales; en esta oportunidad recurrimos a una conferencias llevada a cabo en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA: El desafío del desarrollo de las competencias personales.
 
Expone Lic. Roberto Mazza 
Temario: * Vocación * Anclas de carrera * Inteligencias múltiples 
Apertura: Cdor. Rubén Arena - Secretario de Graduados
 
 
 
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Conferencia: Administración Sustentable - Económicas UBA

Presentamos un video correspondiente al Ciclo de Sustentabilidad y Negocios 2024, que se realizó en la Facultad de Ciencias Económicas: Administración Sustentable

Expone: Lic. Evangelina Sosa 
Coordina: Mg. Marcelo A. Corti 
Apertura: Cdor. Rubén Arena - Secretario de Graduados 
 

 

link del video:


Para seguir siendo una nación. Sí al financiamiento universitario

Con la preocupación por un contexto cada vez más difícil, ante la desconsideración y el hostigamiento que no cesan y frente a la profundización del desfinanciamiento y la desjerarquización que ponen al límite de sus posibilidades al sistema científico y universitario, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) levanta nuevamente su voz para reclamar respuestas y convoca a la sociedad argentina a una nueva manifestación en defensa de la educación pública y del sistema universitario público argentino.

Desde principios de año nos pusimos a disposición de las autoridades nacionales para la búsqueda de soluciones y advertimos las dificultades que el sistema universitario atravesaba. Lo hicimos razonablemente pero con firmeza mientras que soportamos una campaña injusta y falaz, sistemática y planificada, que intenta desprestigiar lo que sucede en el ámbito científico y universitario desmereciendo el esfuerzo de millones de estudiantes y miles de docentes y no docentes de todo el país.

No ha habido, ni siquiera, vocación de diálogo. Todos los intentos por buscar espacios que permitan gestionar las dificultades para colaborar en la búsqueda de soluciones resultaron infructuosos. Ni la paritaria nacional, ámbito natural para la resolución de controversias, funcionó con continuidad. Hizo falta que la sociedad llenara, conmovedoramente, plazas y calles de todo el país en defensa de la universidad pública para que empezáramos a tener algunas respuestas a las dificultades señaladas; respuestas que prolongaron la agonía, pero que no pudieron, porque no quisieron, resolver los problemas estructurales.

La situación hoy es más crítica que a comienzos de año, con un capítulo dramático en materia salarial. Es inadmisible y profundamente injusto que quienes tienen la responsabilidad de formar a futuras generaciones de profesionales y, con su trabajo diario permiten que las universidades funcionen, sean hoy los peores pagos y los más perjudicados por los incrementos otorgados. Más del 70 por ciento de las y de los trabajadores de la educación superior perciben salarios por debajo de la línea de pobreza  y miles no recibieron incremento alguno desde principios de año.

En ese escenario sombrío, la aprobación en el Congreso de la Ley de Financiamiento Universitario para sostener el sistema en el presente año, abrió una esperanza, otorgando previsibilidad en materia presupuestaria y una respuesta a la angustiante situación salarial. Se trata de una ley responsable que resuelve los problemas de manera razonable porque evita comprometer fiscalmente al Estado. A pesar de saberlo fehacientemente, el Gobierno manifestó que optaría por vetarla. La esperanza abrió paso, una vez más, a la incertidumbre.

Al mismo tiempo que se amenaza con el veto, se eleva al Congreso un proyecto de presupuesto para el 2025 que agrava aún más la situación. Nunca antes los fondos solicitados por el CIN estuvieron a tanta distancia de lo que el Gobierno propuso al Congreso para su tratamiento. Y ha quedado claro en este derrotero que no se trata de un problema de recursos, sino de prioridades.

Un presupuesto es, ante todo, una declaración de principios. Y es evidente que los principios expuestos difieren sustancialmente de lo que entendemos que el país debe priorizar para resolver sus problemas estructurales.

Como argentinas y argentinos, queremos aportar nuestro esfuerzo a la construcción de una economía equilibrada que favorezca el desarrollo y el crecimiento, pero advertimos que será solo una utopía si en un contexto de escasez, cuando deben ponderarse prioridades, no se privilegia la inversión en ciencia y educación.

Es un error concebir como un gasto lo que allí se destina. Incluso desde una perspectiva exclusivamente económica, no resulta razonable menospreciar el valor estratégico que tiene la producción científica y de conocimiento. No en vano los países desarrollados del mundo invierten dos o tres veces más que la Argentina en estas áreas: saben que en la sociedad del conocimiento el diferencial para crecer descansa en estos aspectos.

Desde Sarmiento, la columna vertebral de la Nación es la educación pública que iguala y nos hace libres; y la herramienta por excelencia de movilidad social ascendente es un sistema universitario público que es patrimonio y orgullo de toda la sociedad argentina. Lo que está en juego es su continuidad. Ni más ni menos que eso.

Reunidos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los 24 días del mes de septiembre del 2024, las rectoras y los rectores de todas las universidades públicas del país, con la convicción de que la educación es la respuesta a todos nuestros problemas y en un grito de auxilio para sostener la universidad que es orgullo de toda la Nación, pedimos:

. Al Sr. Presidente de la Nación, que no prospere con el veto a la Ley de Financiamiento Universitario 2024 y reconsidere el proyecto de presupuesto para el 2025. No hay en las universidades y en la ciencia un problema, allí descansa la posibilidad de encontrar una solución a los problemas que tenemos.

. A las y los legisladores nacionales, muchas y muchos graduados de la universidad pública y miembros de nuestras comunidades, que, de confirmarse el veto anunciado por el Gobierno nacional, sostengan en el Congreso la Ley de Financiamiento Universitario e introduzcan razonables modificaciones al proyecto de ley de presupuesto 2025 para garantizar al sistema universitario y científico las condiciones mínimas e indispensables para su funcionamiento.

. A la sociedad argentina, que supo construir a lo largo de la historia un sistema universitario reconocido en el mundo por su excelencia, que acompañó con extraordinarias movilizaciones cada vez que la historia llamó a su puerta, nuestro sincero agradecimiento, y nuestra invitación a que lo hagamos de nuevo.

Los deseos, las aspiraciones y las luchas de generación tras generación consagradas en derechos, imponen una responsabilidad en el presente para que el futuro sea posible. El compromiso de un país con su sueño de seguir siendo una Nación.

Consejo Interuniversitario Nacional (CIN)
Buenos Aires, 24 de septiembre de 2024

 

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