miércoles, 29 de junio de 2016

Las decisiones programadas de todos los días



El siguiente es un artículo del periodista Santiago Bilinkis publicada en el diario La Nación, sobre la toma de decisiones programadas: Cuando el cerebro se pone en piloto automático.

Leemos en el artículo:

Cuando el cerebro se pone en piloto automático
Activa el ahorro de recursos cuando detecta situaciones repetidas

De acuerdo a un estudio de la Universidad de Duke, casi la mitad de las decisiones que tomamos cada día no son realmente decisiones. Las tomamos sin pensar, como parte de una rutina que constituye buena parte de nuestra vida. Durante esos períodos es como si nuestro cerebro se desconectara y dejara activado un piloto automático que toma el control momentáneo de nuestros actos.

En ese estado podemos realizar tareas realmente complejas sin siquiera darnos cuenta: por ejemplo, ¿cuántas veces, al ir por un camino ya conocido, nos encontramos manejando nuestro auto desde hace rato sin tener el menor registro de lo que estuvimos haciendo? Para poner en perspectiva la enorme dificultad de esa tarea basta recordar la cantidad de cosas en las que debíamos pensar cuando recién estábamos aprendiendo a conducir en el tránsito. Los más despistados, como quien escribe, podemos incluso mantener una conversación y, a los pocos segundos, no saber qué dijimos ni qué nos dijeron, pese a haber sido totalmente coherentes durante la charla.

Esa base de actos y decisiones automáticas constituyen nuestros hábitos, y son un mecanismo de "ahorro de recursos" que el cerebro activa cuando detecta que se encuentra ante una situación repetida y que puede ser manejada en base a la experiencia pasada, sin pensar activamente.

La mayoría de los hábitos son útiles, otros inofensivos, pero algunos pueden ser nocivos. Y por su naturaleza misma, ¡el cerebro los activa sin que siquiera nos demos cuenta! Por eso un mal hábito es tan difícil de cambiar. Decidir: "Voy a bajar de peso" o "voy a dejar de tomar" en general no funcionan, porque lograrlo requiere alterar una conducta rutinaria que se inicia sin pensar. La buena noticia es que la neurociencia puede venir en nuestro auxilio. Estamos empezando a entender mejor el mecanismo por el cuál un hábito se forma o se elimina y podemos hackearlo para usarlo a nuestro favor. Todos tienen una estructura en común: un disparador que los activa, una conducta mecánica y algún tipo de recompensa al final.

Muchas publicidades se aprovechan de este mecanismo, asociando el supuesto placer de consumir un determinado producto (por ejemplo, la bebida refrescante marca X) a alguna actividad habitual que le sirva como disparador (la práctica de deporte). Si logran de ese modo crearnos un hábito después es muy difícil romperlo.

Identificar con cuidado los disparadores y las recompensas puede ayudarnos tanto a eliminar malas costumbres como a incorporar otras deseables. En un estudio realizado en Alemania, le propusieron a un grupo de corredores novatos que al final de cada corrida se premiaran con un chocolate. De este modo, perdían parte de las calorías quemadas pero asentaban el hábito con una recompensa al final. Después de seis meses, 58% más se habían vuelto corredores habituales comparados con un grupo similar que no consumió la golosina. ¡En algún sentido somos como las mascotas que necesitan recibir un premio cuando hacen algo bien! Mejor aún: tras esos meses la mayoría había reemplazado la recompensa del chocolate por el placer que brindan las endorfinas generadas por la propia práctica deportiva.

En el vertiginoso mundo actual, las variaciones del contexto nos enfrentan con más frecuencia que nunca antes a la necesidad de modificar nuestras costumbres. Pero no basta con saber qué hay que cambiar. Es también esencial aprender cómo hacerlo. Entender cómo funcionan nuestros hábitos es una herramienta esencial para lograrlo.





Encuesta a los alumnos

Siempre al finalizar cada cuatrimestre, nos piden que les recordemos a los alumnos del curso, que la Facultad de Ciencias Económicas (UBA) ha dispuesto hace unos años la realización de la Encuesta de Satisfacción del Proceso Educativo, que tienen la característica de ser voluntarias y le permite a los alumnos acumular puntos adicionales a su ranking de inscripción.
 
La encuesta puede completarse en www.alumnos.econ.uba.ar, ingresando a la opción alumnos. 


Para reflexionar: Cómo comportarse en una entrevista laboral


lunes, 27 de junio de 2016

No te vayas...

Carta que le escribió la maestra entrerriana Yohana Fucks a Lionel Messi, pensando en sus alumnos.

Lionel Messi:

Probablemente jamás leas esta carta. Pero la escribo igual, no como hincha del fútbol sino como docente argentina, esa profesión que elegí y que me apasiona como a vos la tuya.

Podría escribirte sobre la maravilla de tus talentos para el deporte más amado de nuestro país, sobre el placer que me moviliza ser una de las generaciones que pueden verte desplegar la magia en tus botines, sobre la admiración que despertas en cada uno de los gurises del mundo entero. Pero todo eso sería repetir frases hechas. Por eso voy a escribirte para que me ayudes en un reto mucho más complejo de los que hasta ahora enfrentaste, quiero que me ayudes en la difícil misión de formar las conductas de esos chicos que te ven como un héroe futbolero y como un ejemplo a seguir.

Por más amor y dedicación que ponga en mi trabajo, jamás tendré de mis alumnos esa maravillosa fascinación que sienten por alguien como vos. Y hoy verán a su más grande ídolo rendirse. Te ruego queno les des el gusto a los mediocres, a esos que frustrados por sus miles de metas no alcanzadas vuelcan sus rencores en un jugador de fútbol, a esos que opinan de todos los demás porque hacerlo es fácil y gratuito. Y te lo dice una maestra que con el abismal espacio que nos separa, lidia con esa liviana costumbre argentina de creer que el trabajo de otro es sencillo, que meter goles en un arco es tan simple como construir una casa o formar el futuro de una persona. Esa enferma necesidad de tocar siempre de oído, de ponernos en jueces insensatos que sentencian con desprecio y arrogancia el desempeño del otro, poniendo con valor solo las victorias y desmereciendo los errores como fracasos, esos mismos errores que nos hacen humanos en continuo aprendizaje.

Por favor no renuncies, no les hagas creer que en este país solo importa ganar y ser primero. No les muestres que por más éxitos que uno coseche en la vida, nunca terminará de conformar a los demás y peor aún, no les hagas sentir que deben vivir para conformar a los otros. No les brindes ese mensaje errado de que a pesar de tantas adversidades superadas, a pesar de pelearla desde muy pibe para llegar a ser el hombre triunfador de hoy, a pesar de asumir responsabilidades desde muy temprana edad y haber luchado hasta con impedimentos físicos para lograr tus sueños, todo eso se opaca ante las críticas de los envidiosos que en el fondo solo desean ser como vos.

Si vos que tuviste la familia acompañandote, que tenes un rico patrimonio personal y el apoyo de tanta gente, no lo logras, ¿como podrían ellos creerse capaces de continuar adelante pese a tantas batallas que día a día deben enfrentar? 

Yo no les hablo a ellos del Messi que juega maravillosamente al fútbol, sino del que practicó miles de tiros libres para lograr embocar la pelota en ese ángulo inalcanzable para cualquier arquero; les hablo del Messi que soportó siendo un niño como ellos tantas dolorosas agujas para seguir en pie tras lo que amaba; les hablo del Messi que con todo el dinero que ha ganado ayuda a otros chicos como ellos en sus diferentes dificultades; les hablo del Messi hombre, el que formó su familia y lidia todos los días con el rol más importante que es ser un buen padre; les hablo del Messi que impide que un fanático que lo sorprende en pleno partido salga de allí lastimado; les hablo del Messi que puede equivocarse hasta errando un penal porque de fallas estamos hechas las personas y eso les muestra que hasta el más grande de todos los tiempos es imperfecto.

 No te rindas, no guardes la camiseta con los colores de nuestra Patria porque al ponertela te convertis en un argentino mas que nos representa a todos, y no todos esperamos medallas y copas para sentirnos maravillosamente orgullosos de que vos lo seas. No hagas que mis gurises sientan que salir segundos es una derrota, que el valor de las personas está en cuán llenas esten sus vitrinas, que perder un partido es perder la gloria.

Mis alumnos necesitan entender que los más nobles héroes, sin importar si son médicos, soldados, maestros o jugadores de fútbol, son los que brindan lo mejor de sí mismos para el bienestar de otros, aun sabiendo que nadie los valorará más por ello, sabiendo que si lo logra, el triunfo es de todos, pero si falla el fracaso solo será de él, y aun así lo intenta. Pero sobre todo, se tiene heroísmo y hombría, cuando se lucha y superan las pérdidas con coraje y entereza, aun con todo el universo diciéndonos que no vamos a lograrlo. Y un día se encuentran con la mayor de las victorias: ser felices siendo ellos mismos, sin reclamarse cuántos demonios debieron enfrentar para lograrlo.


Todos hablan de pelotas, yo creo en la fortaleza de tu corazón.




                                   No te vayas (hace click)

Frases



viernes, 24 de junio de 2016

Humor en la oficina


Conferencia Voces en el Fénix

Con motivo de la presentación del próximo número de la revista Voces en el Fénix, Las deudas de la democracia II, se realizará una conferencia el próximo Viernes 1 de Julio de 2016 a las 18:30 hs. en el Salón de Actos - 2º Piso (edificio principal) de la Facultad de Ciencias Ecónomicas (UBA).




miércoles, 22 de junio de 2016

Comunicación: Los CEO y sus palabras vacias



Mucho dijimos en clase sobre la importancia que tiene la comunicación para los líderes de una organización, la posibilidad cierta de saber comunicar a los demás los propios anhelos y puntos de vista para convocarlos a realizar sus tareas que le permitirán a la organización llegar al cumplimiento de sus objetivos. Sin embargo, muchas veces el lenguaje de los CEO, desde la autoridad impuesta por la organización parecen no cumplir con lo antedicho, ¿Qué es lo que nos hacen seguir a “líderes” en sus discursos vacíos de contenidos y lleno de frases comunes? En el siguiente artículo publicado en la Sección Comunidad de Negocios, del diario La Nación, podemos reflexionar sobre este tema.

La ironía cobra vida

El Gurú llegó temprano y se ubicó en las primeras filas de un auditorio colmado. Iban a desfilar por el escenario varios CEO para hablar de sus compañías. Se propuso una meta, se podría decir, modesta. Tomó un lápiz y, como si contara los puntos de un partido de truco, anotó las veces que los ejecutivos pronunciaron dos palabras: oportunidad y desafío.

"Prácticamente todas las frases tenían una de las dos palabras. No me imagino cómo podría haber sido el discurso si se prohíbe pronunciar esas palabras", resumió después. No es una cuestión que sólo se dé en el management, sino en la mayoría de los lenguajes, pero los hombres de negocios han vaciado de contenido estos dos términos.

Días atrás, en un encuentro sectorial que se realizó en un hotel cinco estrellas porteño, un CEO entrevistaba a otro CEO. Obviamente sentados en sillones minimalistas, los ejecutivos hablaban animadamente. Uno, el entrevistador, preguntaba lejos de los parámetros periodísticos y el otro, el entrevistado, repartía conceptos casi copiados de un caso práctico de un media training. Así funcionaba la inocua entrevista. Centros perfectos y cabezazos al ángulo. Por ahí, el CEO entrevistador tiraba alguna pregunta filoperiodística. Y entonces, el CEO entrevistado iniciaba la respuesta. "Para nosotros. es una oportunidad y representa un desafío.", y seguía. La gran mayoría de los oyentes ya estaba con la cara luminosa mientras miraba el celular. Ya no importaba lo que seguía, la utilización de oportunidad y desafío en una sola oración tornaba inocuo todo lo que venía después. Los problemas gremiales eran una oportunidad para encarar el desafío del cambio; la caída de las ventas también era una oportunidad para tomar el desafío de aumentarlas, la competencia con otros colegas era una fantástica oportunidad para ponerse a trabajar en el desafió de ser los mejores. Y la lista puede seguir.

El asunto es una anécdota menor que sucedió hace pocas semanas en Buenos Aires, pero sirve para mostrar cómo los lenguajes corporativos vacían de contenidos ciertos términos remanidos como pocos. En realidad, los CEO están preparados para las respuestas. Reciben instrucciones precisas de qué decir y en qué momento hacerlo. Y claro está, los latiguillos se utilizan como agua para salir del paso rápido. El problema es que el abuso está al corriente.

Más allá de la gestión y de los números que muestren, los CEO que caen bien son los que hablan fácil. Los que pueden cambiar el tono, o jugar una humorada a tiempo, son aplaudidos a raudales en los encuentros de management. La razón es simple: tienen una pátina de hombres duros y estructurados; entonces, cuando se los ve llanos y directos, encantan. 

El Gurú terminó con la libretita llena de palitos en cuadrados cruzados con una diagonal. Anotó ocho veces oportunidad y seis desafíos. Bastante. "Le propongo una cosa y va a ver que no miento. Póngase a escuchar a un número uno de una firma y lo va a comprobar. Les resulta muy difícil obviarlas", dijo. Y entonces me vienen a la mente varios empresarios que repiten como loros un título que los hermana y que generalmente empieza con "los desafíos para.".